capitulo 4

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Estaba sentado en el piso observando al joven desmayado atado a la silla.

Tenía muchos tatuajes.

Se levantó para poder observarlo más de cerca, siempre con su sartén en mano; rodeó la silla con el ceño fruncido y habló por lo bajo.

— ¿Quien eres?— Pregunto teniendo su cara a centímetros del joven; le sacó el bolso que tenía y sacó todo un papel doblado por la mitad para poder leerlo.

— Louis Tomlinson...— Comenzó a leer en voz alta.— Se busca, recompensa por el... Ladrón.— Se petrificó en el lugar.— Esto no es bueno.— Volvió a hablar mientras veía el dibujo del cartel.— Aunque es algo lindo...— Finalizó su charla consigo mismo con una pequeña sonrisa.

Estaba viendo que más había dentro de la bolsa cuando una pequeña risita lo distrajo.

— ¿Así que soy lindo?— Preguntó el joven rufián con una sonrisa de costado, estando de espaldas al rizado.— Osea obvio lo soy pero...— No pudo terminar su oración porque Harry lo golpeó nuevamente, haciendo que se vuelva a desmayar.

Se le quedó mirando unos segundos más.

— E idiota.— Respondió resoplando y rodando los ojos; se volvió a concentrar en el bolso.

Había un par de monedas, aunque no demasiadas, otro cartel como el anterior y... una corona.

Harry frunció el ceño.

— ¿Porque él tendría una corona?— Preguntó observándola.

No era muy grande, tenía un color dorado brillante y distintas gemas de tonos rubíes y plateados. Era hermosa.

Decidió probarla y mirarse al espejo; tenía su vista fija en su reflejo, los diamantes que brillaban en su cabeza lo habían hipnotizado, la sintió como si fuera realmente suya.

A los instantes decidió esconderla, sacudiendo la cabeza pensando en lo mal que estaba todo esto y en lo arruinado que estaría si Ghotel se enteraba.

— ¡GHOTEL!— Gritó al recordar que su madre debería volver para esta hora a la torre.

Rápidamente se acercó al joven ladrón que tenía atado a una silla y buscó la forma de meterlo en el gran placard que tenía enfrente.

— ¿Este hombre es de titanio o que?— Preguntó en voz alta mientras empujaba el cuerpo del mayor con su espalda.— ¡Dios!— Exclamó rindiéndose y alejándose del cuerpo, sin pensar en que efectivamente, este se caería al piso, tal y como pasó.

— Auch.— Exclamó viendo al chico — Aun dormido.— En el piso.

Decidió buscar alguna otra cosa para empujarlo dentro del placard; encontró una escoba cerca de él, y espero que le sirviera.

Rápidamente volvió a levantar el cuerpo y con la escoba se ayudó a empujarlo dentro, cerrando rápidamente las puertas antes de que este volviera a caer, y trabando estás con la silla en la que lo había atado.

Rápidamente se alejó viendo que había hecho un buen trabajo escondiendo al joven, y esperando que no despertara mientras su madre estaba ahí.

— ¿Harry?— Escucho una voz acercándose al piso de la Torre, ahí supo que su madre había llegado.

— ¡Ahí abro madre!— Respondió con un grito.

Ghotel finalmente llegó y saludó con un fuerte beso en la mejilla a su hijo.

— Hola pequeño, ¿cómo estuvo tu día?— Pregunto dejando su canasta en la mesa y comenzando a sacar las cosas que está tenía.

Harry se frotó la nuca y se acercó a ella, observando el bolso del joven, nervioso y esperando que su madre no lo viera.

Enredados; adaptación larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora