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"El amor es un sentimiento contranatural que une a dos desconocidos en una relación mezquina e insalubre, cuanto más intensa, tanto más efímera". Gabriel García Márquez.


Jimin caminaba lentamente por los pasillos del hospital. Después de la pequeña charla que había tenido con Kim, su preocupación había aumentado. Taehyung había mostrado desinterés respecto a lo que había pasado años atrás, se mostraba como una persona fuerte que había superado el pasado, pero al haber tenido un ataque de pánico le daba a entender que quizá, Taehyung, nunca dejó el pasado atrás, y eso le ponía nervioso y ansioso, porque Jimin no sabía con qué monstruos luchaba Taehyung.

Jimin no sabía qué camino seguir, estaban solos, ambos, y si Jimin no podía con sus propias luchas ¿Quién ayudaría a Taehyung si no él? Se sentía tan solo en ese momento.

Una pequeña lágrima se derramó de uno de sus ojos. Dolía, todo le dolía, desde que fueron niños, nunca se sintieron parte de algo. Aunque se tuvieran el uno al otro, muchas veces necesitaron más, y Jimin no se refería a tener más dinero o cosas materiales, sino al afecto, a personas. Nunca conocieron a sus padres, o si tuvieron hermanos o hermanas, abuelos o tíos... nada.

Fingía que la vida le había dado otra oportunidad de vivir y se mostraba alegre y fuerte, pero nunca había podido confesar que todos los días, en lo más profundo de su corazón, deseaba que su vida fuera diferente, Jimin anhelaba saber la verdad de su historia, le hubiese gustado vivir en otro ambiente, uno lleno de amor, de paz, que pudiera estudiar e incluso, tener amigos, quizá un alfa, pero estaba solo... y sentirse así, le dolía en el alma.

- Hey ¿Estás bien? – escucho una voz, pero la sentía muy lejana. - ¿Jimin? ¿Qué pasa? – volvió a decir con voz preocupada.

- Lo siento... ¿Qué decías? – habló por fin. Sus pensamientos lo habían llevado a otro lugar y sin darse cuenta, había llegado a la habitación de Taehyung.

- ¿Estás bien? – volvió a preguntar Yoongi, quien no pudo evitar limpiar con su mano el rastro de lágrimas que se mostraban en la cara de Jimin.

- Sí... lo siento. Han sido dos días de mucha tensión. Yo... Gracias por estar aquí, esta situación es realmente... - se detuvo, no sabía qué más decir. No quería decir más en realidad.

- No tienes que agradecer nada, Jimin. Ambos estamos aquí porque queremos. – dijo esperando a que Jimin no le interrogara. Y así fue. - ¿Has desayunado? Es temprano aún. – preguntó.

- No, no lo he hecho. – En realidad, no tenía apetito.

- Bien, Jungkook se quedará aquí y nos avisará cualquier cosa. Tú y yo iremos a tomar desayuno. –

- Pero no es necesario. Puedo esperar aquí hasta que Taehyung despierte. – mencionó.

- Lo siento, pero creo que no me entendiste. No estoy preguntando si quieres, tienes qué comer ¿Quién cuidará a Taehyung si no tú? Y para eso, debes estar sano. – habló regañando, pero de una manera muy linda a consideración del omega.

- Okay...- Jimin asintió sintiéndose cálido por las atenciones del alfa.

Juntos caminaron sin decir palabra alguna. No había incomodidad de ninguna parte, en cambio, había algo que los invitaba a estar cerca el uno del otro. Yoongi quería preguntar si también lo había sentido, ese extraño sentimiento recorriendo todo su cuerpo, si Jimin confirmaba aquello, lucharía, lucharía por ganarse a ese precioso omega que caminaba a su lado. Sin embargo, Yoongi no quería incomodar a Jimin con eso aun, el omega estaba pasando por un momento muy tenso, y no quería ser una carga más para él.

IAL; Angel. (YM, KV, NJ) Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora