Irresistible tentación

Sangre

No tardamos en atravesar el gran arco  de la entrada a la UA y junto a nosotros numerosas personas más. De hecho, ya me estaba molestando desde hace un rato pero, parecía que todos nos observaban y señalaban cuchicheando entre sí.

Fumiko: ¿Que no han visto antes a dos personas caminar? Qué demonios les pasa...

Todoroki: Bunshi, antes de ir a clase tengo que ir a hablar con Aizawa-sensei, puedes adelantarte.

Fumiko: Uhm, claro nos vemos luego.

Con un ligero movimiento de la mano me despedí de Todoroki. Las miradas que antes no parecían despegarse de nosotros se clavaron en la espalda de él. Tenía sentido.

Fumiko: Club de fans –tirando el yogur vacío a una papelera cercana-, de locos.

Bostecé perezosamente mientras buscaba algo para comer en la bolsa y decidí reanudar mi camino.
Podía ver la puerta del aula a unos metros frente a mí y habría llegado de no ser por unos cuantos pares de brazos que tiraron de mí logrando que cayera al suelo de lo que parecía ser el baño de chicas. Mi vista sólo se fijó en el trozo de bizcocho que había estado a punto de comer segundos atrás tirado frente a mí.

Fumiko: Muy bien... No sé quién o por qué... Sólo sé –alzando la vista mostrando un rostro irritado– que no voy a ser la única a la que tiren por ahí.

Un grupo de alumnas se encontraba frente a mí de brazos cruzados y con la barbilla alzada. Intentando intimidarme, intentándolo ¿Supongo?
La chica de cabellera oscura que se encontraba en el centro del grupo avanzó.

Estudiante: ¿Alguien como tú, como se atreve?

Fumiko: ¿Ah? Además de violenta físicamente también lo eres auditivamente, me vas a dejar sorda con esa voz de comadreja recibiendo una descarga eléctrica.

Estudiante: ¿¡Aaah, cómo te atreves!? ¡Yo, presidenta del club de fans de Todoroki-sama jamás te perdonaré tu cercanía a él ni esta falta de respeto!

Fumiko: Cállate, en verdad eres molesta. Si solo me habéis molestado para una tontería como esa...

Las miré de nuevo, ¿Estaban tan aburridas o simplemente locas? Lástima, la realidad de que Todoroki no supiera ni quienes eran les debería de haber dejado el cerebro frito. Que se fueran a arrastrar al baño a él y no a mí.

Fumiko: Mirad, os perdonare el hecho de que hayáis... Hayáis tirado mi bizcocho. Pero, dejarme tranquila y no me incluyáis en vuestras fantasías locas.

POV.NARRADORA

Tras aquellas palabras la joven de ojos dorados salió del cuarto dirigiéndose de nuevo a su aula. Murmuraba de forma molesta según avanzaba hasta que un fuerte quejido se escapó por sus labios.
Alguien había agarrado y tirado de su pelo con fuerza.

Estudiante: ¡Te dije que no te perdonaría, ahora deberás aprender la lección!

Fumiko: Cálmate... No agredas a un estudiante...

Estudiante: ¿Qué tanto susurras, a caso estas asustada?

Mientras la chica reía de forma altanera, Bunshi se giró lentamente con su mirada fija en los ojos que la miraban con superioridad.

Fumiko: ¿Vas a soltar mi pelo o tengo que soltarme yo?

Estudiante: Acabo de decir que te daría una lección. Además no puedes soltar mi agarre, mi kosei es "fuerza sobrehumana" intenta soltarte si es que eres capaz.

De nuevo volvieron a escucharse carcajadas por el pasillo, haciendo que las personas alrededor se acercaran curiosas.
La joven de ojos dorados simplemente agachó su cabeza.

Estudiante: ¿No dirás nada, no te moverás? Hablabas creyéndote tanto antes y mirate aho-

En un rápido movimiento la mano de Fumiko se cerró sobre el brazo de la estudiante sujetándola con fuerza. Su rostro se alzó de nuevo, dejando ver esta vez unos ojos negros y vacíos.

Fumiko: Si no puedo soltarme... ¿Que te parece si te rompo el brazo? ¿Me soltaras entonces? ¿¡Y si mejor te lo arranco!?

Las palabras con tal rapidez que cualquier podría haber pensado que está se encontraba nerviosa, ese podría ser el caso si no fuera por la retorcida sonrisa que lucía en su rostro.

Fumiko: ¿¡Si pierdes el brazo crees que este seguirá sujetándome!? Oh... Pero eso te dolería, bueno –extendiendo aún más su sonrisa– a mi también me dolió el tirón de pelo sabes, supongo que entenderás que te devuelva tu gratitud.

Soltando un agudo grito la joven de cabello oscuro se separó y retrocedió rápidamente.

Estudiante: ¿¡Es-estás loca!?

Fumiko: Aah... ¿Cuántas veces te he dicho que no grites? Tu voz es demasiado ruidosa.

Con rapidez la distancia fue acortada y ahora la mano de la ojinegra se cerraba alrededor del cuello de la otra joven. Esta última forcejeaba intentado conseguir algo de aire.

Fumiko: Vamos, vamos, ¿Por qué no llamas a tu Todoroki-sama para que te ayude? ¿No puedes, estoy apretando demasiado? –alzandola en el aire– No es culpa mía, es porque eres débil.

Una cabellera bicolor se abrió paso entre los estudiantes que miraban aterrados el confrontamiento, parándose a un lado de las jóvenes.

Todoroki: Bunshi detente.

La nombrada simplemente soltó el agarre y se quedó inmóvil.

(...)

Toga: ¿Y dices que ahora esa estudiante te obedecerá a pesar de todo?

Unos ojos azules pestañearon con lentitud mientras se fijaban en la persona al otro lado de la sala.

Dabi: Ya te dije que si.

Toga: ¿No podría haber sido otra? Ella no me gusta.

Dabi: Me importa más bien poco lo que a ti te parezca. ¿No tienes a nadie más a quien molestar?

La chica soltó una risita mientras se dejaba caer sobre uno de los asientos.

Toga: ¿Y cómo funciona eso?

Dabi: Sangre. Mi sangre y la droga la trajeron de nuevo a la vida. Es sólo lo más apropiado que se arrodille a quien la deja vivir...¿No crees?

Shigaraki: No te halagues tanto, tuviste suerte de que esa estudiante fuera el n°41... Sino simplemente habrías insertado tu estúpida sangre en un inútil cadáver.