Capitulo 25: Noche de estrellas

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Robert

Sigo embobado mirando la hermosa figura de Hannah, el deseo se apodera de mi cuerpo, camino rápido y tomo a Hannah desprevenida por la cintura y la arrastró hasta el agua mas onda.

-Eres hermosa Hannah- La beso tiernamente

-Y tu me encantas Robert- Hannah tira de mí y nos sumergimos juntos en un beso apasionado e intensa. Le succiono el labio inferior, mientras ella me succiona en la parte superior, mi lengua aviva la llama, penetrando en la boca de Hannah, degustando su exquisito sabor, embriagándome con su olor y ardiendo con el calor que emana su cuerpo.

Bajo una de mis manos y comienzo a rozar los lados de sus senos, como pidiendo permiso para poder tomarlos en mis manos. Una ola grande nos desacomoda, sacándonos de nuestra actividad, siento como Hannah roza mi erección creciente, suelta un gemido de placer y aprovecho esta acción para atacar su cuello. El salado de las aguas se entra por mi lengua mientras rozo seductoramente su cuello, mientras ella se aferra con pasión y entierra sus uñas en mi espalda.

-Hannah- Gruño sin despegarme de su cuello. -Hannah, dejame probarte- soplo mientras subo hasta su oído y muerdo el lóbulo de este. -Dejame probarte por completo, quiero hacerte gritar de placer Hannah- Hannah suelta un gemido sordo y arquea su espalda, dejando sus pechos al aire. -Dejame hacerte el amor- bajo mis manos hasta sus pecho y sin pedir permiso, los tomo entre ellas y comenzar a masajearlos, rozando tiernamente sus pezones, quienes se colocan totalmente rígidos por el contacto.

-Robert- Gime y vuelve a arquear la espalda. -Quierooo- susurra, mientras el aire se le escapa de los pulmones. -Quiero que lo hagas acá, hazme tuya en este momento- ¿con que esas tenemos? Dibujo una sonrisa y comienzo un descenso por su abdomen, deteniendo en la fina tela que tapa su monte de venus.

-No lo voy hacer Hannah- Susurró en su oído y luego me incorporo para mirar esos hermosos ojos. -Te voy a llenar de placer, a tal punto que seas tú la que me suplique irnos para el cuarto- Pellizcó su pezón derecho a lo que Hannah responde arqueando su espalda, tratando de conseguir más contacto.

Que hermosa se ve señorita Gonzalez, disfrutando de mis caricias.

Cubro su seno con mi mano izquierda, masajeandolo tiernamente, pellizcando su pezón, mientras mi mano derecha aprieta su trasero formado y trabajado, haciendo que su cuerpo se pegue al mio y por un instante sienta su calor en mi polla creciente.

-Robert- Sus palabras me encienden, sus ojos cerrados y su boca entreabierta, son una invitación a que siga con mis acciones. -Robert- Vuelve a gemir.

-Dígame señorita Gonzalez- Me inclino para que su boca quede a centímetros de la de ella. Ella gime, su sonido es una melodía en mis oídos y no resisto más sin volver a probar esos labios carnosos, la deseo, la deseo como nunca había deseado a una persona, demoró sus labios, pruebo de nuevo ese embriagador sabor.

Quiero más.

Mi mano viaja de su trasero, hasta la intersección de sus piernas donde un dedo juguetón se abre paso por sus labios vaginales y encuentra su clítoris hinchado, su interior está húmedo, no solo por el agua del mar sino por la excitación que le he proporcionado. -Mmmm que rico Señorita Gonzalez, está mojada y muy caliente- Mi dedo comienza a juguetear con su clítoris, hinchándose aún más con cada roza.

Mi polla reacciona con el calor que siento a través de mis dedos, comienzo a entrar y salir de su vagina, haciendo que Hannah se refuerce aún más de placer y aumente mis deseos de entrar en ella y sentir ese calor que sienten mis manos.

-Vamos Hannah- Le susurro aun pegado a sus labios carnosos, mientras su cuerpo se comienza a tensar. -Quiero que grites mi nombre, quiero que te vengas para mi bebe- Le muerde el labio inferior, introduzco el dedo hasta el fondo de su sexo, lo retuerzo y ella estalla en un orgasmo colosal, sus espasmos succionan mi dedo, apretándolo contra sus paredes vaginales. Mi polla se estremece solo de pensar en estar dentro de ella y sentir esos espasmos apretando con fuerza. -Mmm que delicia, esto se siente delicioso- La besó de nuevo, absorbiendo sus gemidos y por ahí derecho reprimiendo los míos.

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