Hannah
La fiesta transcurre normalmente, bailamos, hablamos y hasta hacemos Karaoke. Fue divertido pasar tanto tiempo con mis amigos y ver lo bien que se llevan con Robert, a pesar de que es un profesor.
A las 11 de la noche, Jesse, Eduardo y Kathy se disculpan con todos y se marchan los tres juntos. Christopher, Robert y Aaron están hablando animadamente en la zona del minibar, mientras Isabel, Gregoria y yo organizamos la cocina.
-Entonce Aaron volvió- Musito mientras meto los platos en el lavaplatos.
-Si- Dice tratando de disimular su emoción. -Mi padre revivió de nuevo otro anónimo donde lo amenazaba con atentar contra mi vida-
-Amiga Dios, eso es terrible- Interrumpe Isabel
-Bueno si- Juguetea con su manos nerviosa. -Por eso Aaron está acá, mi padre no confía en nadie mas y bueno esta creo que también vino por su hermana- Hace una mueca y alza los brazos en forma de disculpa.
-Amiga, ¿cómo puedes vivir sabiendo que están buscándote para matarte?-
-Pues amiga, de la misma forma en que tú sobreviviste a la sombra del jilipolladas de tu tío- La fulmino con la mirada, su comentario es de lo más irritante. -Calma, calma, no lo digo a mal, solo que para mi eres la mujer maravilla- Me sonríe y me coloca una mano sobre la mía. -Eres una guerrera Hannah, siempre tienes que tener eso presente, son pocas las mujeres que salen de esto y siguen adelante con su vida- Sus ojos brillan, su mirada me hace estremecer y siento como se llenan de lágrimas mis ojos. -No sabes como te admiro- Doy la vuelta y me tiro en sus brazos
-Gracias por eso- Gregoria sonríe y nos colocamos a llorar juntas.
-Bueno, bueno sentimentales, calma por favor- Interrumpe Isabel y nos separa. -Las adoro a las dos carajo- Nos abraza y nos quedamos un momento disfrutando de este.
-Señorita Gregoria- Nos interrumpe el momento Aaron con voz tímida. -disculpe, su madre me acaba de informar de que la necesita en casa ahora mismo- Gregoria lo mira, sus ojos se iluminan y una sonrisa aparece en sus labios.
-Vale ya nos vamos- Dice
-Es un gusto volver a verla señorita Hannah- Me dice con formalidad
-Aaron soy Hannah, no señorita Hannah, eso déjalo para esta chiquita- Él se ríe y asiente con la cabeza
-Bueno creo que es hora de dejar a los dos tortolitos a solas- Dice Christopher en cuanto se acerca junto a Robert. -Vamos cariño nuestro hijo nos espera- ¡Hijo!, ¡¿Que, Que?! Miro extrañada a Isabel y luego a Christopher, quien suelta una risotada por mi expresión.
¿pero que me perdí?
-No es lo que piensas amiga- Isabel suelta un suspiro y le da un golpe a Christopher. -Se refiere a Ken, está viviendo con nosotros en el apartamento de él-
-¡¿Están viviendo juntos?!- Expreso totalmente sorprendida.
-Este, bueno si... osea es por un tiempo- Me sonríe nerviosa, alzo una ceja y ella suelta un suspiro. -No puedo vivir con Sergio, se fue de la ciudad por motivos de estudio yyy... bueno pues..- Isabel se queda muda y se mece en sus pies.
-Sergio se metió con Eduardo, le rompió el corazón y esta mujer se lo recrimina cada vez que lo ve- Isabel se voltea y mira con los ojos totalmente abiertos a Christopher, quien le regala una sonrisa tierna.-
-Inoportuno tu- Pone los ojos en blanco. -Bueno amiga nos vemos el lunes en clase- Me regala un abrazo, se despide de Robert y sigue a Christopher hasta el ascensor. -Te quiero- Me grita antes de que las puertas se cierren.
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Entre integrales
RomanceCarismático inteligente y seductor, esa es la mejor manera de describir al profesor más jóvenes en la facultad de Ciencia de la Universidad Austral de Chile, Robert Brawn. Un hombre alto, con cuerpo de un dios, ojos verdes y cabello castaño oscuro...