Capítulo 6

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_____ intentaba dar patadas, pero Zico la tenia cogida por los muslos, encima de su hombro. 

- Estate quieta muñeca, no me gustaría tener que abusar de mi fuerza. – pero ella no hizo caso. Zico le dio un nalgada, cubiertas solo por aquellas excitantes braguitas negras. Ella abrió los ojos y paró de patalear en el pecho de Zico – Veo que me entendiste. –

Sonrió y la dejó con cuidado en el copiloto. ____ lo miraba con lágrimas en los ojos, de los nervios, de la rabia, de todo. Zico se puso las gafas de sol y metió las llaves por el cerrojo del coche. Le echó un último vistazo a ______. 

- No me llores ¿eh? – dijo negando con la cabeza - ¿confío de que te puedo desenmordazar? Ella asintió rápidamente. Zico le quitó la mordaza. __________ respiró hondo y profundamente. Zico arrancó el coche, sin una simple sonrisa, ni siquiera una tierna mirada. Frio como él sabía ser. _______ lo observó. La chaqueta de cuero le daba un aire supererotico, arrapado a sus musculosos brazos, igual que ese jersey negro en sus abdominales. Los pantalones, ni estrechos ni anchos daban mucho a la imaginación, aun que ella ya sabía el par de piernas que escondían. Y las botas a lo militar, terminaban de rematar la virilidad de aquel personaje. Se sonrojó sin saber por qué. Vio el pantalón rasgado, y como de él salía sangre sin cesar. 

- Te sangra la pierna. – dijo moviéndose en su asiento, como señal de que la desatara.

- Ya estoy acostumbrado. Esto es solo un rasguño.

- ¿Un rasguño? Quizás hacen falta puntos y todo… - _________ consiguió desatarse las manos y se inclinó, ante la pierna de Zico. 

- Eh, ¿Qué coño haces? Quieres que tengamos un accidente…

- Cállate. – le ordenó ella. Zico por primera vez se sintió dominado.

¿Por qué?Él era el que dominaba a las mujeres, nunca al revés. Y aquella mujer lo había hecho callar.

– Estudié algo de primeros auxilios.

Le subió el pantalón a Zico, mientras apoyaba la frente a la rodilla derecha de él. Se mojó un par de dedos con saliva y mojó la herida. A Zico le escoció esa herida. Se tensó y en su cara se expresaba dolor. Aun que no para todos pareció ser dolor… Un policía le mandó que parase.

- Bueno, pero que tenemos aquí. – dijo cuando Zico bajó la ventanilla y _______ se volvió a incorporar en su asiento, habiendo cubierto la herida de Zico con un pañuelo – mama** en plena carretera. 

- No, agente, no es lo que parece. – se intentó disculpar _______. 

- Claro, nunca es lo que parece. – la miró, comiéndosela con los ojos, ya que la chica solo iba cubierta por ropa interior. Zico se percató y le lanzó su chaqueta de cuero a__________. Ella se tapó rápidamente. 

- Agente… 

- Nada de peros ni quejas. – sonrió – espero que haya disfrutado de la mamada, señor…

- Woo Ji Ho – dijo Zico pasándose la mano por el pelo – aun que se equivoca.

- Ya claro… - sonrió de nuevo – por esta vez solo serán doscientos dólares, porque la señorita también iba desabrochada. 

Zico sacó su billetera y haciendo de la multa que le dio el policía, una bola tirada en el maletero del Lamborgini, pagó de mala gana. Asegurándose de que esta vez ______ se abrochaba, arrancó de nuevo. 

- Lo siento… - murmuró ________, apenada por el gasto. – No debí moverme. 

- No, no debiste. – dijo Zico gruñendo. – podríamos haber tenido un accidente. 

PROTÉGEME (ZICO & TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora