Nuestro amistoso guerrero Son Goku y nuestra bella y valiente _____ nacieron en la misma época, en el mismo planeta y fueron enviados al mismo mundo en la misma fecha.
Una noche fue la que los unió, la vez que _____ miró por primera vez al cielo est...
Me desperté por una extraña sensación que sentí, una la cuál ya me tenía fastidiada. Me senté rápidamente en la orilla de la cama, inhalando y exhalando con rapidez, despertando en el acto a Goku.
—¿Que sucede?—se sienta sobre la cama—
—Y-yo...—pero en ese momento sentí como regresaba por mi esófago la cena de anoche—
Corrí al baño abriendo la tapa y vomitando al instante. Goku entro al baño y apartó mi cabello de mi rostro, tomándolo en una coleta y dándome leves palmaditas en la espalda. Cerré la tapa del escusado y le jale a la llave. Me puse de pie y me lave la boca.
—¿Ya te sientes mejor?—se puso detrás de mi abrazándome y recargando su barbilla en mi hombro—
—Si cariño—dije mientras secaba mi cara con una toalla—Gracias—me giré y le di un beso fugaz en los labios—Vamos a descansar
El asintió con una sonrisa ligera, tomé su mano y regresamos a la cama, acurrucando nos en un abrazo, quedándonos nuevamente dormidos.
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Me encontraba preparando la comida, Goku y yo somos de un apetito voraz, así que estoy haciendo demasiada. Termine, puse la mesa y me dirigí al living a llamarle a Goku, el cual se encontraba haciendo abdominales sin camisa.
—Novecientos noventa y siete, novecientos noventa y ocho—contaba mientras elevaba su tronco con los brazos detrás de su nuca—
—Goku ya está la comida—llamé su atención con una sonrisa leve, el giro a verme y sonrió alegre—
—¡Que bien, ya tengo hambre!—bajó su tronco al suelo y volvió a subirlo—Novecientos noventa y nueve, mil—se puso de pie, seco su sudor con una toalla y poniéndose una playera negra—
Nos dirigimos a la cocina, nos sentamos en el comedor y comenzamos a comer, o más bien devorar. Había preparado Sushi, Teppanyaki, Ramen, Dumplings, Sashimi, Sopa de Miso entre otros platillos. La mesa estaba llena de platos, pero poco a poco fuimos haciendo una torre de platos, hasta terminar.
—¡Haa, eso estuvo delicioso!—habló Goku recargando su espalda en el respaldo de la silla, dando golpesitos en su vientre levemente inflado—
—Si—contesté limpiando la camisura de mis labios con una servilleta—Aunque me enfada tardar horas cocinando para acabar en menos de media hora—bufé cruzándose de brazos—
—Es que tú comida es deliciosa—comentó relamiéndose los labios, pude observar morusas de pan en sus mejillas—
—Por kamisama, ven aquí Goku—me puse de pie tomando una servilleta acercándome a él—Siempre que termines de comer tienes que limpiarte—le limpié las mejillas—
