Dilema del asesino: Kant contra el resto del mundo

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Buenos días a todas y todos, queridos lectores de mentes inquietas.

Hoy os traigo un dilema que siempre me ha suscitado inquietud, incluso cuando lo vi en el instituto y posteriormente en la universidad. Es un dilema que se plantea los beneficios de la mentira. A priori podemos decir que ninguna, ya que a la larga una mentira puede acarrerar numerosas consecuencias indeseables, y más aun cuando traicionamos la confianza de quienes confían en nosotros. Se podría planter, de primeras y en un lenguaje común sin adentrarnos en teorías más complejas ético-filosóficas que ¿mentir está mal al estar sosteniendo algo que falta a la realidad?

¿Qué es una mentira? Una mentira es un enunciado, una proposición, una afirmación (o negación) cuyo sujeto no coincide con el predicado. Por ejemplo, ahora mismo estoy escribiendo desde mi portátil; si afirmo que "estoy escribiendo desde mi móvil" estaría mintiendo.  Esto no debe confundirse con una falacia, que es un argumento mal expresado, un argumento inválido (que no tiene por qué ser necesariamente mentira). Suelen usarse como sinónimas, pero no lo son.

Por supuesto, podemos ahondar más en los conceptos de verdad y mentira en términos morales. Podemos ver cómo Nietzsche afirma que la verdad es solo una mentira que se ha olividado de que lo es, y que no hay hechos sino interpretaciones. Lo haremos en otro capítulo, creedme, es muy interesante. Pero hoy vamos a hablar de Kant y del dilema del asesino. Vamos a ello.

Imaginad que estáis en una habitación con únicamente dos puertas. De repente, se acerca a vosotros un desconocido, muy asustado, corriendo y con lágrimas en los ojos. Os mira y os dice lo siguiente:

"Me persigue, si me coge me va a matar. Por favor, no le digas por dónde me he ido".

Automáticamente, nuestro temeroso amigo entra en la puerta de la izquierda.

En pocos segundos, entra en la sala un hombre con un machete en la mano. Sabemos que las palabras del hombre eran ciertas, le está buscanco para matarlo. Este nos mira a los ojos y nos pregunta: 

"¿Por qué puerta se ha ido?"

Estamos ante un dilema, pues podemos decirle la verdad o mentirle, solo dos caminos, dos opciones. Tenemos dos alternativas. (Siempre podemos callarnos, pero esa opción no os la permito en este juego ;) ).

Aquí entra Kant en acción, o mejor dicho, os presento a Kant para así aproximarnos a su ética. 

El imperativo categórico es la máxima de la ética kantiana. Tiene 4 formulaciones, pero hoy vamos a ver la primera formulación:

"Obra sólo según aquella máxima por la cual al mismo tiempo puedas querer se convierta en ley universal".  

Dicho en palabras más sencillas y para nuestra filosofía de sobremesa: no hagas a los demás no que no te gustaría que todo el mundo pudiera hacer... o hacerte a ti. Pregúntate primero si sería deseable que la acción que tienes entre manos pudiera univeralizarse.

¿Mentir es algo que me gustaría que pudiera universalizarse? Kant nos diría que NO. 

Pero, diciendo la verdad, en este caso, voy a participar en que muera una persona. 

Vaya, vaya... se nos complican las cosas y con ellas la toma de decisiones. Algo que en un principio parecía tan sencillo (mentir y salvar al individuo) visto desde el prisma kantiano es, cuanto menos, digno de reflexión.

Ahora bien, pasemos al siguiente escenario.

El hombre que se ha escondido en la puerta izquierda ha robado la fórmula de una cura que puede acabar con una enfermedad "X" (imaginad la que más rabia os dé). El asesino quiere recuperarla para devolvérsela a los científicos y que puedan desarrollar la cura para el fin de esa enfermedad...y si tiene que matarlo para ello, lo hará.


Entramos en un dilema, esta vez utilitarista. El utilitarismo es la corriente ética que defiende que lo bueno es lo útil para el mayor número de personas y animales. Sus principales representantes son John Stuart Mill y Jeremy Bentham.

En este caso, lo más útil para la mayoría sería que el mayor número de la población pudiera beneficiarse de la vacuna que se podría crear con la fórmula que el hombre ha robado.

Preguntas:

¿Qué haríais vosotros?

¿Mentir siempre está mal?

¿En que casos es justificable una mentira?

¿Creéis que la primera formulación del imperativo categorico es una buena guía para nuestras acciones?

¿Qué opináis del utilitarismo? ¿Es justificable acabar con una vida para salvar millones?

Si la cura fuera para derivarla a una enfermedad que SÓLO afecta a los animales ¿Tu respuesta a la anterior pregunta seguiría siendo la misma?

¿Qué postura ética te convence más, Kant o los utilitaristas?

Para que una mentira lo sea, ¿tiene que haber intencionalidad? Es decir, saber que estás mintiendo.

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No os olvidéis de comentar, si así lo deseais.

Filosofía de sobremesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora