Capítulo 30

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...

Definitivamente se molesto.

Suelto un suspiro molesta.

Me estremecí un poco cuando cerró la puerta tan fuerte, pero yo no tenía culpa, ademas se suponía que yo también debía hablar con Hugo, pero no lo iba a hacer por llamada, y mucho menos es ese momento.

Sabía que debía aclarar las cosas con él pero no de esa manera.

Entro a la ducha soltando un suspiro, cuando salgo del baño busco entre mis cosas y opté por ponerme un jean negro con una blusa rosada muy delicada, me hice una cola alta dejando salir unos cabellos rebeldes, comencé a guardar mis cosas en la maleta porque ya debíamos regresar.

Me coloco mis lentes de sol en mi cabeza, me hecho mi loción favorita y salgo de la habitación.

Cuando bajo veo a todos en la cocina platicando y ya listos para irnos, Thomas y yo crúzanos miradas pero lo esquivo sin darle importancia, era el quien debía acercarse a mi y pedirme disculpa por su comportamiento tan infantil.

—Buenos días a todos —dije de forma amigable.

—Buenos días —respondieron unísono.

Thomas se encontraba en una esquina de la cocina, James y Alison sentados en la mesa.

Lo miro disimuladamente de reojo y veo lo guapo que se puso.

¿Porque hasta serio se ve tan bello?

Sus fracciones, su rostro, sus ojos, su nariz, sus...

—¿Como dormiste prima?

La voz de Alison me trae de vuelta.

¿Que como dormí? Mejor imposible, en los brazos de ese dios griego llamado Thomas Collins.

Lo pienso y puedo jurar que mis mejillas se tornaron rojas cuando imagine lo qué pasó entre él y yo.

Alison me ojea esperando una respuesta y es cuando caigo.

—¿Que como dormí?... —la mirada profunda y pícara de Thomas se clavó en mi expectativo a mi respuesta, —bien —finalizó en tono casual sin agregar más nada.

Mi mirada se encuentra de nuevo con esos ojos azulados y me intimido.

—Pensé que con los fuertes truenos no ibas a poder dormir —agregó Alison con tono de voz casual dándole un bocado a su sándwich.

—Ven, desayuna —me hace seña Alison para que me sentara en la mesa.

—Alison no podía dormir, así que tuve que.... —

—¡James! —Alison lo interrumpe y pude ver sus mejillas sonrojadas.

Se dan una mirada cómplice y pude deducir todo.

Por lo visto Thomas y James ya habían desayunado.

—Iré a hacer una llamada y ya vuelvo —dijo James dándole un beso tierno a Alison.

Alison me miro y dijo:— y yo iré a terminar de hacer mi maleta.

Sabía que lo hacía a propósito por la forma en que me miro para dejarme a solas con Thomas.

Agarre mi sándwich y di la vuelta.

Él aclara su garganta y dice:—¿entonces dormiste bien anoche? ¿Solo bien? —agrega con cierta picardía en su voz.

—Si —digo girando levemente para encontrarme con esos ojos azules.

Lo dije en tono casual como si lo de anoche no hubiera significado nada, pero por supuesto que si, aún sentía sus besos sobre mi piel y...

Thomas CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora