Capítulo 21

7.1K 524 17
                                    


...

—¡Tío! Viniste —dijo Max en cuanto vio a Hugo y corrió para abrazarlo.

—¡Hola Pamela! Que bueno que también viniste —dijo cariñosamente dándome un abrazo.

—Hola Amanda —dije saludando amablemente a la hermana de Hugo.

—Que bueno que pudiste venir, Max te ha tomado mucho cariño —dijo dándome un apretón de mano muy afectiva.

—Bueno, yo voy a dejarlos solos un momento, iré a hablar con el doctor.

—Si, ve tranquila.

—Ven, Max —dijo Amanda haciéndole seña con su mano.

Narra Thomas

Y nuevamente en Los Ángeles, pensar que tenía a Pamela tan cerca me animaba a  buscarla y explicarle en persona que ese día la fui a buscar y ya se había ido. Esta vez estaba de regreso por un caso muy especial, un niño con unas enormes ganas de vivir y con un gran corazón que necesitaba de mi ayuda.

Solo estaría por unas semanas en Los Ángeles, me había había hospedado en un hotel por dos semanas, quería pasar una semana en la casa de la playa antes de irme, necesitaba pensar muchas cosas y ese sería el lugar más apropiado.

Cuando llego a la clínica me dirijo hacia mi consultorio, había llegado un poco tarde y estaba apresurado, ya estando en mi consultorio es cuando entran las personas que estaba esperando, un niño y su madre.

Hablamos sobre la fecha que sería la operación, de las cosas que debía o no comer el niño los días antes de la operación entre otros detalles importantes para una operación tan delicada como la de él.

—De verdad muchas gracias doctor, agradezco que haya venido desde New York para estar en la operación de mi hijo.

—No es nada, yo solo hago mi trabajo —digo con toda sinceridad y amabilidad.

Amaba lo que hacía y era algo que no cambiaba por nada, salvarle la vida a muchos niños era algo que me llenaba de felicidad, era un sentimiento que no podía explicar, solo sabía que había nacido para eso.

—Iré a buscarle un jugo a Max, ya regresó —dijo la mamá de Max saliendo del consultorio y más atrás salimos nosotros.

—Muy pronto podrás hacer todas las actividades que siempre has querido —digo colocándome de rodillas para estar a la altura de Max.

—¡Si! Quiero ir a los partidos de mi tío —dijo Max muy emocionado.

Verlo así me alegraba, me sentía feliz por él.

—Mi tío está aquí.

—¿Donde?

—Mi tío está con su novia por allá —dijo Max señalando hacia un pasillo.

Cuando giro veo a Pamela, mi Pamela.

Inmediatamente sentí una sensación extraña en mi estómago, estaba feliz por verla, ella estaba hermosa como siempre, pero por otro lado estaba confundido.

¿Que hace aquí? ¿Porque Justo Max señaló hacia donde estaba ella? ¿Su tío estaba con su novia? ¿O sea que la novia es....?

Miles de preguntas pasaron por mi cabeza en ese segundo, me había quedado paralizado y la presión en mi cuerpo comenzó a acelerarse.

—Vamos, te presentaré a mi tío —dijo Max agarrando mi mano y arrastrándome hacia allá.

—Si.

No sé cómo salió de mi boca esa palabra porque estaba anonadado.

—Tío Hugo, te presento a mi doctor.

Cuando Max terminó de decir eso, Pamela y el tío de Max, el cual me había robado a Pamela voltearon, encontrándonos en una gran jugada del destino, nuevamente de frente.

—Mucho gusto, Hugo —dijo con un apretón  de mano y sonriendo.

—Mucho gusto, Thomas Collins —dije apretando más su mano, él hizo un gesto y fue cuando caí en cuenta y disimulé mi enojo.

Pamela estaba pálida y callada, como si hubiera visto un fantasma, su cara no salía del asombro.

Pero me adelante así que dije: —y ella supongo que es la novia de tu tío, ¿no Max? —digo mirando primero a Pamela por cortos segundos y regresando la mirada a Max.

—Si, así es —dijo ese tipo agarrando a Pamela con cierta posesión por la cintura.

Ella sonrió un poco incómoda pero no dijo nada.

¿jugando a que no nos conocemos no?

—Mucho gusto, Thomas Collins —digo extendiéndole la mano.

—Pamela Brown.

Su voz suena un poco inestable pero disimulando muy bien, y aproveche de clavarle la mirada mientras estrechábamos las manos y por supuesto me esquivo.

—Max, aquí está tu jugo, el doctor Marcus te está esperando para los otros estudios.

—Tío Hugo, ¿me acompañas?

—Claro campeón.

—Ya regresó cariño —le dijo él dándole un beso en los labios en mi presencia sintiendo como mi sangre hervía.

Cuando se fueron aproveché de decirle lo que me estaba aguantando.

—Menos mal que no eran nada, y que fue un mal entendido —le dije a Pamela con mucha ironía y molestia.

Ella aún seguía sorprendida de este encuentro tan extraño, pero así me sentía yo y peor por encontrarla con otro.

—No tengo porque explicarte nada sobre mi vida, no es tu problema —dijo pasando por mi lado pero la agarre por el antebrazo deteniéndola.

—Te creí cuando dijiste que no eran nada  —le susurré en su oído notablemente molesto.

No podía esconder mis celos, estaba muy molesto de verla con ese hombre.

—En ese momento no pero... ya te dije que no tengo porque darle explicaciones —dijo alejándose de mi de nuevo.

—Necesitamos hablar.

Ella se hacia la que no me escuchaba y seguía caminado, así que no me quedo de otra que cargarla y entrar con ella a mi consultorio.

———————

OMG!!! ¿y ahora ? Que pasará con Pamela y Thomas?

Dejen sus comentarios, me gusta leerlos!

Thomas CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora