Capítulo 19

7.3K 497 22
                                    

Narra Thomas

Quería detenerla en ese precioso momento que la vi salir de mi consultorio, pero no debía, por más que la quisiera no tenía el valor de afrontar mi verdad, Lorena ya estaba preparando todo para la boda y no tenía el suficiente coraje para echar todo para atrás.

Me senté un momento en la silla reclinable de mi consultorio mientras por mi mente pasaban miles de cosas, no me imaginaba que Pamela iba a llegar así y tengo que reconocerlo, cuando la vi algo dentro de mí se estremeció, la amaba y de eso estaba seguro.

Todos los recuerdos de mi padre aparecen, sus palabras sonando como eco en mi cabeza.

Sueño con el día que Lorena y tú se conviertan en esposos.

Yo sentía que quería a Lorena, pero no con ese mismo sentimiento que estaba comenzando a sentir tan grande por Pamela, Lorena había sido mi mejor amiga del infancia, estudiamos juntos, nos graduamos juntos y sólo faltaba que nos uniéramos  en matrimonio.

Pero todo había cambiado, sentía que por algún motivo quería complacer a mi padre aunque no estuviera, aunque sabía que no era lo correcto.

De pronto suena mi teléfono y automáticamente salgo de mis pensamientos, cuando veo la pantalla me di cuenta que era Lorena, deje que repicara, sinceramente no quería hablar en este momento, pensaba en devolverle la llamada luego.

De repente escucho mi puerta sonar.

—Adelante —Digo acomodándome un poco.

—Buenas tardes doctor Collins,  una chica estaba buscándolo con urgencia, me dijo que necesitaba hablar con usted, no sé si sé perdió o no llegó nunca a su consultorio —Dijo la chica con desespero.

Pamela

Por un instante su rostro se vino a mi mente y una sonrisa se dibujo en mi cara, no dejaba de imaginar a Pamela haciendo de las suyas  para encontrar la forma de hallar mi consultorio.

La chica se me quedó viendo como esperando una respuesta y es cuando vuelvo a la realidad.

—si, si, esa chica ya habló conmigo —dije acomodando unas cosas en mi escritorio disimuladamente.

—Que bueno, la chica se veía muy angustiada —agregó la chica dando una vuelta y despidiéndose con una sonrisa de boca cerrada.

Al salir esa chica de mi consultorio suelto un suspiro pesado y agarro mis cosas y salgo.

Manejo sin rumbo y me detuve en un bar para tomarme unos tragos, necesitaba a mi hermano  James en ese momento pero no estaba, así que llame a un amigo, le conté como estaba con mi vida amorosa en un pequeño resumen.

—¿Porque no luchas por ella? —me pregunta Sebastián.

—O solo ve y búscala y habla con ella, es la chica que tú quieres —agrega.

—No se que hacer —digo tomando un sorbo de whisky.

—Anda, no lo pienses más, vino de tan lejos a verte y tú te pones con esa actitud —dijo negando con la cabeza.

—Me dijo que se iba en la noche, tal vez ya se halla ido —agregue cabizbajo.

—Tal vez esa chica esté esperándote —agrega Sebastián.

Me armo de valor y veo la hora en mi reloj, sabía que era tarde pero tenía que intentarlo.

—Iré a verla —digo con voz firme poniéndome de pie.

—¡Así se habla! —dice Sebastián dándome ánimo.

Me monto en la camioneta y manejo lo más rápido posible.

Thomas CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora