•[°~20~°]•

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[Nota: los recuerdos serán escritos así y separados con tres ~~~. Listo, disfruta la lectura <3 ]

Dormir al exterior era sin duda una experiencia completamente diferente a dormir bajo el techo de una casa.

El erizo de ojos azules se encontraba profundamente dormido, podríamos decir que se encontraba en el quinto sueño. Ni el viento moviendo las hojas de los árboles afuera, ni los grillos, ni nada del exterior lo podían despertar. Y es que no es para menos, Scourge es alguien de sueño pesado, sin embargo, esa noche había algo que lo estaba sacando de su profundo sueño. Unos quejidos.

Scourge abrió los ojos pesadamente al escuchar a alguien quejarse. Esa voz era de su compañero que dormía a su lado.

—Manic?...— se dió la vuelta aún medio dormido viendo a Manic boca arriba removiendose incómodo entre las mantas mientras murmuraba cosas y cerraba fuerte los ojos y las manos. Tenía una pesadilla.

—No...por favor...sueltame...— murmuraba Manic en medio de su pesadilla —Déjame...no me toques...—

Scourge se obligó a despertarse más y se sentó para empezar a mover un poco a Manic en un intento de despertarlo.

—Manic? Manic. Manic!— llamaba insistente moviéndolo un poco

—No...por favor...sueltame...sueltame!!— gritó Manic despertando finalmente. El pobre erizo respiraba agitado, abrazándose a si mismo, sudando frío y con lágrimas bajando por sus mejillas.

—Estas bien? Tranquilo, solo fue una pesadilla— decía Scourge en un intento por calmarlo. Manic volteó a verlo. En su rostro aún se podía ver una expresión de miedo.

Sin decir nada, el de ojos café intentó desesperadamente limpiar las lágrimas de sus ojos pero no paraba de temblar. Scourge lo abrazó de forma protectora y acarició un poco sus púas para tranquilizarlo.

Estuvieron así unos minutos hasta que Manic finalmente se calmó.

—Mejor?—

—Sí...gracias Scourge— se separaron de aquel abrazo mientras Manic nuevamente hacia un intento por limpiar sus lágrimas

—Esta vez si me vas a contar qué soñaste?— no hubo respuesta. Manic ni siquiera lo miraba a los ojos. Su mirada parecía pérdida entre sus manos las cuales sujetaban la cobija que anteriormente lo cubría.

—No es nada...volvamos a dormir, te parece?...— sonreía, pero Scourge sabía que no era una sonrisa real. Era otra de esas malditas sonrisas falsas que usaba antes con él. Hacía días que Manic las había dejado de usar en su presencia, pero ahora la volvía a ver.

—Por qué finges? Por qué tienes que sonreír cuando no te sientes bien? No confías en mí acaso?— silencio nuevamente. Ninguna respuesta. Ni siquiera lo volteaba a ver. Suspiró.
—Escucha, no sé que tan frecuente te den tus pesadillas pero te puedo decir por experiencia propia que hablar puede ayudarte a olvidar— Por fin había logrado que Manic siquiera lo volteara a ver a los ojos.

—Experiencia propia? De que hablas?—

—Hagamos algo. Yo te cuento la experiencia que tuve que me llegó a causar pesadillas y a cambio tú me cuentas que soñaste y me dejas ayudarte. De acuerdo?— El contrario solo asintió con la cabeza.

Scourge pasó sus manos por sus cara y suspiró. Parecía intentar prepararse para hablar de algo complicado.

Manic aún lo miraba pero Scourge a él no. El de ojos azules había volteado su vista hacía la colchoneta donde dormían hace unos minutos. Y después de una pausa por fin habló.

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