•[°~33~°]•

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Scourge había estado extrañamente callado y quieto todo el día, Zespio intentó sacarle plática durante lo que quedaba de su turno pero no consiguió más que le respondiera con "sí o no" 

Esto inquietaba al camaleón pues Scourge hablaba mucho y cuando estaba muy callado solo significaba una cosa, tenía algo que no podía sacarse de la cabeza, una idea? Un pensamiento? Un recuerdo? Un plan? Le preocupaba no saber que era lo que pasaba por la mente de ese erizo y aún más haberse quedado con la duda en lugar de preguntar.

Mientras, Scourge, ya en la tarde, se preparaba mentalmente para un plan que tenía en su cabeza ya un buen rato, sabía que Zonic no iba a parar hasta que cediera, cosa que nunca iba a ocurrir, además de que todos parecían hacer la vista gorda con las cosas que el oficial hacía, por lo tanto, si nadie se daba cuenta o no querían hacer caso, entonces tendría que llamar mucho la atención y eso planeaba hacer esa noche.

—Puede que esté solo, pero haré lo que haga falta con tal de que me dejes en paz Zonic— se dijo a si mismo mientras, sentado en su cama, observaba esa gran puerta que lo dividía entre ese encierro y la libertad

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Caída la noche, Scourge hacía un esfuerzo inmenso por no dormirse pero tenía que ser pasiente, sabía que había una posibilidad de que Zonic llegara en cualquier momento

Estuvo cabezeandose por un buen rato hasta que escuchó unos pasos acercándose, sabía que era él, rápidamente se puso de pie y corrió junto a la puerta esperando a que se abriera, el seguro se desbloqueaba a la vez que su corazón se aceleraba, no sabía si esto iba a salir bien o mal, solo sabía que quería hacerlo; por otro lado le pasó, de forma fugáz, la feliz idea de aprovechar y correr saliendo de ahí, pero sabía que lo atraparían fácil pues era Zonic quien estaba por cruzar esa puerta.

Apenas el oficial cruzó la puerta cerrandola tras de sí, notó la ausencia del erizo, pero antes de siquiera poder ver mejor la celda Scourge se abalanzó sobre su espalda asustando al oficial el cual alzó su brazo izquierdo para agarrar las púas del contrario, pero este aprovecho eso para sujetar a tiempo el brazo del oficial y morderlo con todas sus fuerzas sacando un grito de dolor.

—SCOURGEE!!! SUÉLTAME YA!— gritaba con todas sus fuerzas girando sobre sus pasos intentando sujetarlo para quitárselo de encima sin mucho éxito, sintiendo como los colmillos de Scourge se hundían en su piel, le asustó el hecho de que pudieran atravesar su uniforme y podía sentir que algo de sangre salía de ahí, olvidaba que Scourge cuando se lo proponía podía ser peligroso.

Sin más opciones corrió rápidamente de espaldas hasta estrellar, al erizo sobre él, contra la pared sacándole un pequeño ruido de dolor, así que repitió esta acción una par de veces más hasta que Scourge no pudo soportar los golpes y lo soltó cayendo al suelo. En ese momento, el oficial aprovechó para ponerse sobre él e inmovilizarlo.

—ESTÁS LOCO?! POR QUÉ MIERDA HICISTE ESO?! MIRA COMO ME DEJASTE!— Scourge lo miraba con una mirada cansada y la respiración agitada evitando responder, solo se limitó a reírse un poco, haciendo notar algo de sangre manchando sus colmillos 

—Te estás burlando de ésto? TE ESTÁS BURLANDO DE ESTO?! ESTÁS LOCO!—

—El único loco aquí eres tú y todos van a saberlo jejeje me aseguré de dejar una buena marca, ojalá eso te dure de por vida para que te sigas acordando de mí— el tono burlón y hasta como de amenaza terminó por romper los nervios de Zonic que hasta el momento había intentado contenerse pero no pudo más y sin decir nada soltó un fuerte golpe en la cara de Scourge

—A MÍ NO ME AMENAZAS ESCUCHASTE?!— no hubo respuesta, es más, Scourge no lo volteaba a ver y un silencio casi sepulcral inundó el lugar —Scourge? RESPONDE IMBÉCIL!— su corazón se aceleró y bajó de encima para tomar su pulso, todo bien, al parecer solo lo noqueó, aún así se sorprendió de solo hacerlo con un golpe —Perdóname— fue lo único que dijo antes de salir casi corriendo de ahí mientras cubría su herida

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