•[°~31°~]•

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—Manic baja! Mamá y Sonia ya están aquí!— escuchó la voz de su hermano llamarlo desde abajo.

Manic llevaba desde la mañana pegado a una laptop, que Tails le prestó, buscando información de la prisión de máxima seguridad de Mobius. Tenía que encontrar algún error o defecto que pudiera usar a su favor para ir y sacar a Scourge pues si este ya había podido salir de ahí en más de dos ocasiones, sus fallos tenía que tener, al menos en seguridad o estructura. Por lo que buscar noticias sobre sus escapes de esa prisión le ayudarían.

Pero tuvo que interrumpir su investigación para bajar por el llamado de su hermano. Bajó sin ganas pero intentando disimular su rostro de fastidio, incluso intentó sonreír un poco aunque no le duró mucho.

Su hermana y su madre lo miraban sorprendidas, aunque no pudo pronunciar ni una palabra pues su madre corrió hacia él atrapandolo en un fuerte abrazo.

—Manic! Hijo!— la escucho hablar antes de solo escuchar sollozos, su madre de verdad estaba feliz de verlo. Sin embargo eso no conmovió tanto al de ojos café, el cual correspondía el abrazo con pocas ganas

—Me alegra que estés bien hermanito— hablaba Sonia a la vez que se acercaba para unirse al abrazo. Tails y Sonic miraban la escena con ternura

—Tranquilas, sigo en una sola pieza no es para tanto—

—No es necesario que te hagas el fuerte Manic— escuchó de su hermana mientras se separaba del abrazo dejándolo estático mirándola extrañado —Sonic nos contó todo y quiero que sepas que estamos contigo para lo que necesites, cuentas con nosotros para lo que sea, no te dejaremos solo hermanito—

—Sonia tiene razón, estamos contigo hermanito, somos tu familia y no te vamos a dejar— habló el de púas azules

Manic era conciente de que lo que le pasó fue algo que no le desearía a nadie sin embargo ya llegó a tocar fondo y desde ese momento decidió no llorar ni darle tanta importancia a su situación, la última vez, después de esa promesa, fue cuando estaba con Scourge y le contó su situación, no pensaba volver a sentirse así, sin embargo, después de escuchar a sus hermanos pudo sentir que sus ojos se humedecian y su vista se nublaba, quería llorar.

Se apartó del abrazo y miró a otra dirección, intentando evitar las lágrimas que amenazaban por salir. Se limpió los ojos de una forma algo brusca para luego hablar sin mirarlos.

—Eso dicen ahora solo porque ya me pasó algo malo, no? Es como el dicho, no aprecias lo que tienes hasta que lo pierdes—

—A que te refieres cariño?— preguntó su mamá viendolo preocupada

—Nada, yo solo...quiero estar solo— sintió sus lágrimas bajar por sus mejillas —Y Sonic! No quiero más visitas! Entendido? No quiero ver a nadie!— Manic no volvió a voltearles la mirada, solo salió corriendo a encerrarse en su habitación

—Lo siento mamá— excusaba Sonic
—No creo que Manic quiera verlas ahora—

—No te preocupes Sonic, entendemos, pero no vamos a dejar de venir a verlo y preguntar por él, de acuerdo?— habló Sonia

—Así es cariño, estaremos llamando constantemente para preguntar su estado, lo último que queremos es incomodar o molestarlo, queremos verlo bien, así que estaremos pendientes por cualquier cosa pero dándole su espacio—

—Las mantendré al tanto entonces, igual hablaré con Manic para que poco a poco puedan estar con él—

—Hay que entenderlo Sonic, yo creo que lo mejor que podemos hacer por el momento es dejarlo tranquilo, si quiere estar solo pues dejémoslo solo, cuando esté listo para hablar, lo hará— opinó el zorrito

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