One shots cortos, pequeños, largos, románticos, eróticos, pensamientos, acciones y demás! de nuestra querida Sakura Haruno con muchos de los personajes de Naruto!
Las imágenes y personajes no son de mi autoría. Créditos totales a sus creadores.
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—Mami ya quiero que sea viernes para ir a casa de tio Naru, ¿Porque no podemos pasar toda la semana con el? —Cariño, Naruto tiene muchas cosas que hacer, no podemos estar todo el tiempo con el. —Mami, lo extraño todo el tiempo. —Lo se, mañana ya será viernes y el vendrá por nosotras en la tarde.
Dejando a mi pequeña Sarada en su cama, salí de su habitación para ir directo a la mía.
Naruto era mi amigo de toda la vida, a su lado había pasado una y mil experiencias y ahora ambos nos encontrábamos estancados en la vida. Me había casado hace 5 años, me embaracé, cuando tenía tan solo 6 meses de embarazo, me enteré que Susuke mi marido había tenido una aventura por la cual me dejaba sin importar mi estado. Aún podía recordar sus palabras en dónde me decía que solo tenía responsabilidad con Sarada y ya no conmigo, me había lastimado pero al menos era responsable con ella. Naruto termino por cuidarme tras mi embarazo aunque el andaba en peores situaciones.
Después de mi casamiento, Naruto me dió la noticia de que su novia Hinata estaba embarazada de Mellizos, aunque él me decía lo feliz que estaba, en el fondo la luz en sus ojos estaba apagada, hasta que nacieron aquellos dos pequeños Uzumakis, tan inquietos y risueños que alegraban cualquier habitación. Después de un matrimonio forzado, su divorcio llegó a la vuelta de la esquina. Dejándolo con la custodia total, Hinata la madre de los pequeños, le bastaba con verlos en días especiales como navidad o año nuevo.
Tras tales fracasos, terminamos mas unidos. Iniciando una rutina que terminó por hacerse una costumbre. Los viernes Naruto pasaba por mi y Sarada para poder estar todo el fin de semana juntos y el lunes por la mañana yo me encargaba de llevar a los niños a la escuela.
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—¿Cómo estuvo tu semana?—me pregunto Naruto sacándome de mis pensamientos. —Bien, ya sabes a veces la oficina es un lío pero nada que no pueda soportar, ¿Y tú, qué tal la empresa? —Demasiado trabajo, rogaba que llegará el viernes. —Sadara también, pero termino durmiendose antes de que llegarás— dije mientras volteaba a ver los asientos traseros del auto en dónde iba recostada.
El trayecto a la casa de Naruto fue rápido con un silencio cómodo que me permito cerrar los ojos por un momento. Cuando los abrí el auto se detuvo, Naruto tomo a Sadara en brazos y la llevo adentro de la casa.
—Tia Sakura!—Susurro gritando Himawari mientras corría a abrazarme. —Hola pequeña, ¿Lista para dormir?— le pregunté y asistió con la cabeza. Me agaché y la cargue. Camine unos pasos y sentí como algo jalaba de mi pantalón. Mire hacia abajo y Boruto me miraba con un puchero en los labios. —Mi niño, ven, también entras en mis brazos— con los dos mellizos en brazos subí las escaleras hasta su habitación. —Prescisanente cargue a Sadara para que no te lastimes la espalda y estos dos se aprovechan de ti—dijo Naruto mientras venía a los dos pequeños con desaprobación. —No seas tan gruñón.
