Capítulo 8.

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-Sí, claro que me gustaría. Es insoportable pero te acabas acostumbrado-me quedé mirándolo unos instantes en silencio.

-¿Entonces cuál es el problema? ¿Por qué creéis que no volveréis a veros?-Louis me miró esperando mi respuesta.

-Bueno él se buscará otro trabajo y yo pues... No tengo como venir hasta aquí. Mis padres tampoco me darían dinero para poder venir en tren o algo-me encogí de hombros.

-Pero él puede ir para allá cuando pueda-negué con la cabeza.

-No no-me negué.

-¿Por...-ella iba a preguntar pero su hijo la interrumpió.

-Bueno hemos salido a dar un paseo, no a hablar. Vamos a mover el culo-Johanna apartó su mirada de mí para mirarlo.

-Louis dando paseos también podemos hablar-se quejó.

-Vamos a aprovechar el día que mañana por la mañana nos vamos-levanté una ceja.

-Pensé que eran tres días-realmente no tenía muchas ganas de volver a casa. Estaba muy bien aquí.

-Tu casa forma parte de mi trabajo Alexia, no puedo ausentarme más. En año nuevo puedo hablar con tu padre para volver-rodé los ojos.

-¿Por qué tienes que tener un hijo tan responsable?-le dije a su madre bromeando, a lo que ella rió.

-¿Os apetece cenar fuera?-preguntó ella esta vez.

-Sí-dijo Louis. Yo no contesté. Johanna me miró esperando una respuesta por mi parte.

-A mi me da igual-me incomodé. Parecía que Louis no se había acordado, así que decidí no arruinarles nada.

-¿Qué os apetece? ¿Burger? ¿Nando's? ¿Italiano?-miré a Louis esperando que decidiera, lo que parecía que le costaba.

-Italiano suena bien-asintió con su cabeza.

-Pues iremos a un italiano. Voy a ir a casa a cambiarme de ropa, he venido muy deportiva y me gustaría arreglarme un poco más. ¿Ustedes me esperáis por aquí?-preguntó.

-Sí. Si nos vamos a otro lado te aviso-respondió Louis. Ella asintió y se marchó. Me acerqué a un banco sentándome. Él vino detrás de mí-. ¿Estás cansada?-preguntó sentándose a mi lado.

-¿Acaso no recuerdas que no puedo comer frente a la gente?-fruncí mi ceño.

-Pero me dijiste que con tanta gente alrededor te resultaba algo más fácil-me miró a los ojos.

-Porque solo eras tú. Pero está tu madre delante Louis, joder-bufé cruzando mis piernas.

-¿Me quieres seguir viendo?-cambió de tema. Lo miré a los ojos de nuevo, ya que había desviado mi mirada a mis piernas.

-Era por quedar bien con tu madre-respondí.

-Entonces lo de anoche..., ¿no significó nada para ti?-mi gesto se tornó confuso.

-Pues... ¿que estábamos más caliente que la tetera de una sorda?-suspiró- ¿Qué creías? ¿Que me había enamorado de ti? ¿Simplemente porque haya dejado que me metas el pene?-entrecerré mis ojos.

-Podrías ser menos bruta ahora que estamos en un tema serio-se quejó-. Esta mañana me has dado un abrazo-miré sus ojos intentando entender qué me quería decir con eso-. Tú nunca has querido que yo te abrace. No sé, pensé que alomejor me querías un poco.

-Te he cogido algo de cariño-admití.

-Entonces, ¿todo esto nos lleva a que no me quieres ver más?-me quedé mirándolo- Yo sí he sido sincero con todo lo que he dicho-esta vez suspiré yo. Miré mis manos. Me quedé callada sin saber que decir-. ¿No contestas?

Mi niñero | l.tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora