Mi niñero | l.t

Capítulo 3.

-Siento haberte arruinado la noche-me disculpé mientras él abría la puerta de casa.

-Tampoco tenía más ganas de estar allí-quiso quitarle importancia al asunto-. ¿Me puedes contar mejor qué ha pasado?-entramos dejando los cascos encima del mueble que hay junto a la puerta.

-Cuando volvía del baño ese tío me tocó el culo, y pues me giré y le pegué. Me gritó que era una guarra porque iba provocando y que era mi culpa. ¿Qué querías que hiciera? ¿Que me quedara callada?-aún me hervía la sangre.

-No, has hecho muy bien en responder-me sonrió-. Pero la próxima vez intenta no liarte a puñetazos con un tío, porque ésta vez has tenido suerte, pero la próxima quien sabe-advirtió.

-Me voy a mi habitación-no tenía más ganas de seguir hablando, solo de encerrarme en mi habitación y compartir tiempo conmigo misma.

Subí las escaleras, entrando en mi dormitorio, cerré la puerta con seguro y encendí las luces led de color azul. Me remangué, abriendo el gran bote de pintura roja.

Tiempo atrás le pedí a mi padre 5 latones de pintura para paredes, negro, rojo, verde, azul y gris. Lo convertí en una forma de sacar mis sentimientos, cuando me acostaba, metía la mano en uno de los botes y la apoyaba contra la pared. Cada color tenía su significado: negro: odio/rabia, rojo: culpabilidad, verde: felicidad, azul: tristeza, gris: neutro.

Manché la pared de color rojo, miré mi mano durante un rato, pensando. Después, tapé de nuevo el latón y me dirigí al baño, para lavar mi mano y hacer mis necesidades. Mientras me limpiaba, escuché una notificación en mi móvil, el cuál se encontraba sobre la cama.

Me dirigí de nuevo a la habitación, cogiendo mi móvil, viendo que el mensaje era de mi mejor amiga.

Melodie: ¿Qué tal con el sapo?

Reí ante su apodo. Cuando estaba en clase, le mandé un mensaje en clase a Melodie de que no era una cincuentona, y le expliqué quien era y por qué estaba allí.

Alexia
Es un poco estricto, pero bueno, ya hemos salido de fiesta juntos.

Melodie
¿¡Ya!? ¡Entonces no es tan estricto!

Alexia
Bueno, no me puedo quejar mucho, por lo menos está bueno. 🤭

Melodie
¿A qué esperas para presentármelo?

Alexia
Cuando puedas quedar, te lo presentaré. 😉

Melodie: 😏

El sonido de otro mensaje se escuchó, viendo en la notificación que se trataba de mi padre.

Papá: Alexia, siento no haberte hablado antes. No he podido ya que hemos estado liados. Tenemos jet-lag, aquí son las 9:43 a.m. y todavía no hemos cenado. Espero que estés bien. Pórtate bien con Louis.

Alexia
No pasa nada, papá. Que descanses.

Bloqueé mi móvil después de ponerlo a cargar. Me senté para mirar por la ventana.

*

-Alexia, es hora de levantarse-la voz de Louis se escucho detrás de la puerta. Pensé que tal vez podría ser la hora de comer, así que miré la hora en mi móvil. ¡Apenas eran los ocho de la mañana! Volví a cerrar mis ojos, pero segundos después su voz volvió a sonar- ¿Alexia?

-¡Son las ocho de la mañana de un sábado! ¡Déjame descansar!-gruñí.

-No, hay cosas que hacer. Mañana tendrás tiempo de descansar-gruñí de nuevo.