El diario de Dracule Mihawk [FINALIZADO]

Capitulo 6

Diario de Dracule Mihawk, # 968:

A veces me pregunto cómo llegó Roronoa a donde está hoy. Puede ser tan infantil. Desafortunadamente, tiene la edad suficiente para que le guste el alcohol. Hoy estaba enfurruñado en su habitación y ahogando sus penas en vino, MI vino, por alguna razón que se negó a decir. Chica Fantasma debe haberlo molestado de alguna manera.

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Zoro colocó las bolsas de la compra más arriba en su hombro. Llevaba al menos cinco bolsas de la compra y una caja, y estaba muy aburrido. Perona, claramente tratando de aprovechar al máximo el viaje, había atendido primero sus necesidades de ropa, llevándolo a una tienda de ropa y obligándolo a elegir ropa nueva. No vio lo que estaba mal con simplemente rotar las dos camisetas que tenía actualmente. ¿Por qué necesitaba más? De todos modos, podría caminar sin camisa si fuera necesario.

Después de eso, tuvieron que buscar los artículos de su lista de compras. Los alimentos eran fáciles de encontrar, al igual que los artículos básicos de primeros auxilios. Uno por uno, marcó los artículos de su lista de compras y Zoro esperaba fervientemente que estuvieran listos pronto. Estaba seguro de que habrían terminado antes si ella no se hubiera distraído con cosas "lindas" al azar.

Había mirado con nostalgia varios paraguas con volantes en una tienda, arrulló osos de peluche y otros juguetes de peluche, debatió consigo misma acerca de comprar un cono de helado de fresa, admiró las cintas para el pelo con cintas en una tienda de accesorios y suspiró sobre un pasador tachonado de perlas . Cuando gritó sobre lo que debió ser el quinto oso de peluche que había visto en el escaparate de una tienda, Zoro sintió que se le rompía la paciencia.

"¿Qué es con usted y juguetes estúpidas como eso?" gruñó, arrastrando los pies y tratando de encontrar la mejor manera de sostener todas las bolsas de la compra y la pesada caja en sus brazos.

"No son estúpidos", dijo, sin dejar de mirar al oso. "Resulta que me gustan. ¡Son lindos!"

"¿Qué tienes - diez?"

Perona se volvió y lo miró. " Obviamente no. ¡¿Qué tiene de malo que te gusten las cosas lindas ?!"

Una de las bolsas de la compra se le resbaló del brazo y cayó al suelo. Su contenido (vendajes y varias otras necesidades médicas) se derramó. Murmuró maldiciones en voz baja mientras trataba de recogerlas. Perona se arrodilló para ayudar.

Zoro dijo, irritado, "¿No deberías estar actuando según tu edad? ¿No tienes dieciocho o algo así? Pensé que las chicas preferían actuar maduras en lugar de preocuparse por los juguetes de los niños". Dejó la caja y usó su mano libre para alcanzar los objetos caídos mientras su otra mano sostenía la bolsa. "¡Incluso esa ropa estúpida que usas es como ropa de niñas! No pensé que las niñas mayores de doce años se vistieran así".

Metió el último artículo en la bolsa y miró hacia arriba, esperando que ella le entregara las cosas que había recogido. Llevaba varios rollos de vendas y un frasco de medicina. Pero ella lo estaba mirando con una mirada congelada en su rostro.

"¿Qué?" preguntó.

Perona pareció salir de un aturdimiento. "Nada", respondió, y dejó caer las cosas que había estado sosteniendo en la bolsa. "¡No seas tan torpe!"

No le dijo nada más hasta que consiguieron algunas cosas más necesarias en su lista. Luego, dijo: "Bien. Ahora volveremos a The Drunken Squirrel".

En ese momento, Zoro comenzó a sentir que algo andaba mal. Si bien estaba encantado de ir al bar, también sabía que ella aún no había hecho sus propias compras. Entonces, ¿por qué se dirigían allí antes de que ella consiguiera sus cosas?