QUERIDA ANGELES.

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POV JOSEPH.
Regrese a mi casa, cerré la puerta muy fuerte, solo podía pensar que todo esto se arruinó, jamás la recuperaría, fui hasta donde estaba mi madre, necesitaba sacar todo lo que tengo dentro de mi.
Ella estaba a un lado de la cama, con su cabeza mirando al suelo, la verdad es que no ha cambiado mucho, me gustaría que fuera más feliz, pareciera que entre cada día qué pasa, la veo peor y me enojaba que sea de ese modo, me puse frente a ella.
JOSEPH: Levántate-le ordene- Ángeles nos vio, tenemos que resolver esto.
ANNA: ¿Ella nos vió?-pregunte alzando la mirada.
JOSEPH: Si, ¿Que no escuchaste lo que dije?-dije mas molesto- Tal parece que la edad te está afectando, te pones mas estupida cada vez.
Se levantó lentamente mirándome, yo enmarqué las cejas algo confundido.
ANNA: ¡ELLA NOS VIO!-gritó para después empezar a llorar.
JOSEPH: ¡Cállate!- dije tomándola por los brazos con fuerza.
ANNA: No tienes idea de cuánto he esperado este momento- comenzó a reír.
JOSEPH: ¿De que mierda estás hablando?- pregunte con la mirada fija en ella.
ANNA: ¿En serio pensaste que disfrutaba que me violaras todas las veces que te enojabas con ella?- dijo con odio- Eres un maldito enfermo, no tienes idea de cuánto te odio-volvió a llorar-tu padre está enterado de todo, se lo dije cuando saliste de la casa.
JOSEPH: Mamá...
ANNA: ¡No!...por favor no me llames así-me empujó- no puedes llamarme así.
El silencio sepulcral inundaba toda la habitación, mi mente estaba a mil recordando detalladamente lo que se me olvidaba después de desahogarme con ella, solo me iba, después de terminar solo me largaba a buscar ha Ángeles para poder arreglar las cosas.
JOSEPH: Pero tú me besaste-dije más para mi que para ella- Tú, lo hiciste- la miré.
ANNA: Joseph, yo nunca lo hice
Entonces recordé, la ves que estábamos en la cosita tiempo después que la había abusado, estaba por alejarse cuando yo fui, mi mamá solo trataba de levantarse, solo quería irse.
ANNA: Solo lo hice hoy porque sabía que Ángeles estaba afuera...este es mi escape.
JOSEPH: Me engañaste- levante mi rostro-pudiste detenerme.
ANNA: ¿Cómo querías que lo hiciera si cada vez que me alejaba de ti hallabas la forma de encontrarme?...me lastimabas hasta tal punto de sangrar.
JOSEPH: Perdóname, perdón, no tenía idea-trate dé acercarme.
ANNA: Aléjate de mi-retrocedió- no vuelvas a tocarme...tu padre estará aquí en unos minutos, el y una patrulla.
Estaba aterrorizado, no quería ir a la carcel, no ahora, ni nunca, tenía que pensar rápido, de repente se escuchó un auto, era mi papá, tal vez si le explicaba todo tal vez lo entendería,
La puerta se abrió de golpe, rompiéndola en tres partes.
JOSEPH: Papá, déjame explicar...
No me dejo terminar cuando un puñetazo me lanzó al suelo, se echó encima golpeándome repetidas veces, en la cara, en las costillas, hasta que llegó a mi cuello y lo apretó, mi madre veía la escena desde lejos, mi visión poco a poco se ponía borrosa, trataba de detenerlo pero era inútil, su rabia era más grande y en sus ojos podía notar como ardía.
********
A la mañana siguiente desperté en una celda, hacía frío, el piso estaba mojado y escuchaba susurros a lo lejos, mi cara estaba completamente desfigurada casi no podía levantarme, estaba solo.
Pasaron los días, poco después me pusieron con otros presos, no tenía información de nada, hasta que escuche mi apellido y número de celda.
XX: ¡Hey tú!- me llamo la atención el guardia- ven conmigo, hoy te dictan sentencia.
Entro me esposo las manos para después salir.
JOSEPH: Yo no debería estar aquí- dije casi en silencio.
XX: Si, eso dicen todos, sabes...yo tampoco debería estar aquí si no en la playa, rodeado de mi esposa y mi pequeña hija disfrutando de un día hermoso, pero tengo que estar contigo, con un ser tan detestable y repugnante que lo único que me provoca es matarlo ahorrándole un problema menos a este país.
JOSEPH: No deberías decir eso-lo desafíe, el no tenia el derecho a expresase así de mi, no tenía ni idea de quién era yo o si era inocente.
XX: Ah ¿No?- se acercó a mi pero antes miró a las cámaras y después agarró mi cuello bruscamente-Conozco tu caso maldito estupido, ¿Pensaste que eso no iba a saber que violaste a tu propia madre? Que no le causaste un daño permanente que lo único que ella va pensar de ahora en adelante es que quiere morir.
JOSEPH: Eso no es asunto tuyo- dije casi sin aliento.
XX: Claro que es asunto mío compadre-me soltó dándome una cachetada- porque seré yo quien esté contigo durante todos esos 10, no, 19 años que duran la sentencia por violacion- sonrió tocando mi hombro pero me aparté-te prometo que me portaré bien para que no me echen.
Me llevo a una pequeña sala de interrogatorio, donde se encontraba un hombre con traje negro con un portafolio, lo observé unos minutos.
XX: Señor, soy su abogado, Tomás González, me asignaron su caso-yo estaba parado en una esquina tratando de asimilar todo- Tome asiento por favor- me señaló la silla que estaba en frente.
GONZÁLEZ: Según tengo entendido, está por delito de agresión y violacion hacía su madre ¿Eso es correcto?
JOSEPH: Por favor sáqueme de aquí, se lo ruego- me acerque a él- todo lo que hice fue un accidente, me equivoqué, por favor haga todo lo posible- rogué.
GONZÁLEZ: Está bien, lo haré, si usted dice que fue un accidente estar aquí podemos probar su inocencia.
JOSEPH: No yo...lo hice, pero me equivoqué- le respondí
GONZÁLEZ: Señor, si los cargos de los cuales se le acusa son ciertos me temo que solo podríamos tratar de reducir su condena, tratar de que salga con libertad condicional, o tal vez logre salir antes con buena conducta.
JOSEPH: ¿De cuanto tiempo estamos hablando?-mi corazón comenzaba a latir muy fuerte.
GONZÁLEZ: Bueno es...un delito de agresión que en este país serían 6 años ya que fue a una mujer mayor y más abuso sexual serían otros 22, son 28 años de carcel.
Me dolía el corazón, empecé a hiperventilar , sentía que me faltaba el aire, yo no podía ir a prision, yo debería estar aquí en primer lugar, agarre al hombre del cuello.
JOSEPH: ¡TIENES QUE SACARME DE AQUÍ A COMODE LUGAR PORQUE SI NO LO HACES JURO QUE TE MATARÉ!-le grité, mientras él trataba de zafarse llegaron tres guardias para inmovilizarme contra la pared y después llevarme de vuelta ah ese maldito lugar.
Me niego a la idea de pasar todo ese tiempo aquí, no puedo. No lo merezco
********
Tres días después me informaron que tenía visita y de nuevo me esposaron, odiaba que lo hiciera, desde la vez que ataque a mi abogado, según ellos para mayor seguridad pidieron también unos grilletes en mis tobillos, me sentía como un animal.
Entre a una cabina, frente a mi un vidrio transparente que daba ah otra cabina, llevaba más de 5 minutos sentado con la cabeza mirando a mis manos, hasta que levanté mi rostro y entonces la vi, tan hermosa y radiante como siempre.
JOSEPH: Ángeles-le sonreí- No tienes idea lo feliz que me hace verte- ella negó con la cabeza.
ÁNGELES: Vine a decirte que también he puesto mi denuncia-dijo con sus ojos llenándose de lágrimas.
JOSEPH: ¿Cómo?-pregunte sorprendido.
ÁNGELES: Lo que escuchaste-me miró fijamente- O ¿No recuerdas todas las veces que me dejabas moretones por no cumplir con lo que decías? Obligándome a estar contigo...tenía tantas ganas de mirarte a los ojos y no sentir miedo que hoy por fin lo conseguí y no tienes idea de cuánto me costó.
JOSEPH: An, yo jamás quise lastimarte, todo fue un accidente, pero si me hubiese dado una oportunidad de quererte bien, nada de esto habría pasado-me defendí
ÁNGELES: ¿Quererme bien?-rio sin ganas-Estás loco, mereces estar toda la vida aquí- se levanto dando vueltas.
JOSEPH:¡ÁNGELES VUELVE AQUÍ AHORA!-grite- Por favor perdóname, yo te amo, jamás dejé de hacerlo, por favor perdóname- golpeé el vidrio tratando de detenerla, pero fui inútil, solo conseguí que me inmovilizaran otra vez.
Esta vez fue diferente, me llevaron a otro sitio, aislándome por completo del resto, se hubiera sentido como el infierno de no ser porque existe algo peor que eso, o por lo menos para mi.
Ángeles, era lo único bueno que yo tenía en el mundo y sin eso, no quedaba más por hacer ni decir, no tenía nada, nadie nunca me amó, no pude ser merecedor de su cariño, no pude ser nada.
5 días después regrese a mi celda, pedí lápiz y papel a uno de mis compañeros de habitación y escribí una carta, la escribí para ella.
"Querida Ángeles, te he herido, y lo siento, perdóname, sé que actúe de formas horribles y  aunque yo crea que merezco una segunda oportunidad se que no la tendré, no contigo, ni con la sociedad, mi nombre ha sido manchado por mis mismos errores...te perdono, por todo, dile a mi padre que espero que la golpiza que me dió haya sacado el rencor que vi aquella ultima vez, a mi madre no le digas nada, solo abrázala por mi tanto como puedas.
No puedo perdóname porque ni siquiera quiero tengo perdón de Dios, lo único que te puedo decir es que en serio te amé, más que a mi mismo, más que cualquier otra cosa, más que a la vida misma, pensándolo bien, más que a todo lo que anhelé siempre, porque la vida misma es una mierda y la mierda apesta.
Sé que quieres que muera en este lugar pero no puedo, no lo haré porque no lo soporto, mi abogado dijo que no podía hacer mucho y esta es la única salida que encontré, deseo que esa ojiazul te de lo que siempre quise darte, deseo desde el fondo de mi corazón que esté bien, espero que recibas tanto amor como puedas y que vivas hasta donde tú cuerpo te lo permita.
Espero que algún día me perdones"

-A UN SOLO PASO DE ROMPERSE. (PART.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora