MI MADRE.

48 5 19
                                    

POV JOSEPH

FLASHBACK.

-Te dije que no haces nada bien, siempre eres un inútil para todo, maldigo el día que naciste, había sido mejor no tenerte, mi vida seria mejor sin ti maldito niño-gritaba con mucha ira.

Mi padre aun no regresaba de trabajar, siempre llegaba tarde, yo tenía siete años y desde que tuve conciencia mi madre me repetía todos los días que era un estorbo, no sabia que hacer para que ella me quisiera, ¿Cual es el secreto para complacerla ? necesitaba lograrlo, pero ella solo solo gritaba y yo solo la observaba tratando de buscar la forma de hacerla feliz, era la misma rutina, los mismos reclamos, el mismo malestar, más de las veces fumaba tabaco, sin que mi padre se diera cuenta, ya que eso no le gustaba, agradecía cuando estaba con nosotros porque ella era otra persona, era amable, complaciente, servicial, parecía amarnos, parecía amarme, pero toda esa magia desaparecía cuando él cruzaba la puerta para salir de la casa, nunca entendí hice mal y hasta el día de hoy me lo sigo preguntando.

Cuando se cansaba de gritarme, sin que se diera cuenta la seguía por todas partes, buscando respuestas, para así, algún día conseguir que dejara de tratarme como basura, mi parte favorita era cuando se duchaba, porque miraba cada parte de su cuerpo desnudo, consideró que era perfecta, la forma en como cerraba sus ojos disfrutando del agua, sus manos y el recorrido que hacían por todo su cuerpo, era muy erótico verla de esa forma.

A mis 15 años pasó algo que me cambio completamente, yo fui un hombre, me hice hombre, pero no de la forma que esperaba, había una chica, su nombre era Ester, recuerdo que me gustaba mucho, tenía ojos verdes, facciones finas, muy delicadas, alta, tenía un cuerpo maravilloso y era un par de años mayor que yo, siempre estaba afuera cada vez que yo salia con Dalas, mi perro biggle, que hasta fecha sigue con nosotros, ella hacia ejercicio en el parque que había en ese entonces, ahora no se si todavía funcione, ya que me mude a otra casa, cerca de los Torres, eran amigos desde el colegio, Mario Torres tenía una hija, pensé que era bonita desde el primer momento que la vi, siempre nos reuníamos con ellos los fines de semana,  pero antes de Ángeles, Ester era la única chica por la cual yo había sentido algo, si se podría llamar así.

Pasaron los días, las semanas y por fin después de un mes, me acerque a ella, nos llevábamos bien, hacía todo lo que estuviera a mi alcance por caerle bien, nunca pensé en algo mas con ella, hasta que un día me invitó a pasar a su casa, sus padres no estaban, subimos a sus cuarto, cerró la puerta de golpe, me tiró a la cama y comenzó a quitarse la ropa, sabia lo que estaba por ocurrir, pero sentía miedo, no quería estar ahí, así que salí corriendo llegando muy agitado a mi casa cerré la puerta de un golpe, no me di cuenta que mi madre estaba en unos de los sillones de la sala.

-¿Que mierda te pasa?-pregunto burlándose.

-No te importa-dije subiendo las escaleras que daban a el segundo piso donde se encontraba mi habitación, ella me siguió, la verdad no estaba para sus gritos ahora.

-Yo se que es lo que te pasa-soltó con una sonrisa, yo estaba por entrar a mi cuarto, ella llevaba un baso de whisky en la mano-Saliste corriendo como un marica-completó.

-¿Que?-pregunte confundido.

- ¿En serio no te diste cuenta?-rió-La chica que te gusta solo te hace caso porque yo le pagué para que lo hiciera....¿En serio pensaste que alguien como ella le haría caso a un pobre inútil como tu?.....por favor, si no sirves para nada, dudo que puedas darle a esa chica un orgasmo-dijo divertida.

Me sentía con ganas de explotar, quería que se detuviera.

-Pobre de mi hijo, a parte de estúpido, salió marica-dijo acercándose mucho a mi.

-A UN SOLO PASO DE ROMPERSE. (PART.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora