¿QUIEN ES ELLA?

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POV ARIZONA.
Estábamos en el elevador, yendo a mi departamento, me mantuve callada luego de aceptar ayudarla, se que he dicho que Molly y yo nos habíamos llevado bien, pero no hasta este punto, siento como si estuvieran abusando de mi y eso me ponía molesta.
Se abrieron las puertas, yo salí primero y a pasos acelerados fui hasta el final del pasillo, dejándola a ella atrás, tratando de seguirme el paso cargando sus tres grandes maletas.
MOLLY: Espera-chilló- Si vas a caminar así por lo menos podrías ayudar.
ARIZONA: Te estoy ayudando, no soy tu mandadera- dije sería.
MOLLY: Entonces ve más despacio- me regañó.
Llegando, saqué la tarjeta de mi bolsillo para después abrir la puerta.
ARIZONA: Bien, te quedarás un par de días hasta que te puedas largar.
MOLLY: Que amable de tu parte-dijo sarcástica.
ARIZONA: Escucha Molly- solté agarrando fuerte su brazo-Si acepté hacer esto fue porque has mantenido a Charlotte con vida, no me pidas más de lo que no puedo dar.
MOLLY: Si sigues lastimándome, creo qué tal vez vea la calle como mejor lugar para dormir-me miro firmemente, no me había dado cuenta que todavía estaba sosteniéndola.
ARIZONA: Lo siento- dije sacando mi mano de su brazo-Te llevaré a la habitación.
Ella asintió, mientras le ayudaba con dos de sus maletas, no se ¿Por que estoy haciendo esto? Esta...tensión que siento entre nosotras no me gusta, es como si todo el tiempo estuviera de malas. Dejé las maletas a un lado de la cama, en mi departamento solo había una habitación y obviamente tenía que dejarle la mía, puede que sea una idiota todo el tiempo pero puedo ser cortes de vez en cuando.
ARIZONA: Tú dormirás aquí y yo en el sofá-ella me miró con una leve sonrisa-No digas nada, no me hagas arrepentir de esto.
Me di la vuelta, estaba en la cocina preparando algo de comer, estos días no me he alimentado bien y tenía que cambiar eso, necesitaba una ducha, pero no entraría a mi habitación hasta que ella esté dormida, sería menos incómodo para mi.
Hice dos sándwiches de queso y jamón, abrí el segundo cajón de los estantes de la cocina y...¡Mierda! Tengo que comprar más jugo, no quedaba ninguno. Habían pasados unos 20 minutos cuando escuché que ella se acercaba, alcé mi cabeza y mientras caminaba hasta uno de los taburetes de la barra, miraba disimuladamente su cuerpo, desde sus piernas tonificadas hasta sus pechos generosos.
MOLLY: ¿Que?- preguntó sonriente.
ARIZONA: ¿De que?-me hice la desentendida, sabía que la había estado mirando.
MOLLY: Se que me estabas observando...no soy estupida-respondió volteando los ojos.
ARIZONA: ¿Y que con eso? ¿Ahora ya no te puedo ver?- pregunte sarcástica
MOLLY: No lo sé, tal vez tengas que ponerte una venda en los ojos para que me dejes de comer con la mirada-dijo coqueta.
ARIZONA: Yo no te estaba comiendo con la mirada, eso sería estupido y yo no soy estupida- soné algo nerviosa-Más bien tú no deberías hacerte ideas en la cabeza.
MOLLY: Muy bien, entonces ¿Que tanto me mirabas?- preguntó curiosa-Por que es un hecho que lo estabas haciendo, de eso no me queda duda.
ARIZONA: No lo sé, tú...te ves diferente, eso es todo-solté sincera.
MOLLY: ¿En que sentido?
ARIZONA: Mira...no pienso seguir hablando contigo ¿si? Te preparé algo, come y mientras lo haces iré a bañarme, por favor quédate aquí hasta que salga ¿Entendido?
MOLLY: ¿Por que? Tienes miedo que me meta en la ducha contigo-dijo maliciosamente.
ARIZONA: Más bien tú deberías tener miedo, ya que si sigues con tus jueguito tontos te echare de mi casa.
Fue lo ultimo que dije hasta ir a la ducha, no tardé en salir, sin duda hice un récord en cambiarme, esa noche estuvo tranquila, una vez que salí de la habitación Molly dijo que necesitaba descansar, yo también hice lo mismo porque también estaba exhausta, me sentía rendida, mis decisiones no estaban siendo tomadas en cuenta, Ángeles, solo espero seguir siendo yo.
POV ÁNGELES.
Esa noche llegué a mi departamento, me sentía cansada por todo, pero a la vez en paz, todo estaría perfecto si no hubiese tenido tantos mensajes y llamadas perdidas de Joseph-MALDITA SEA, SIENTO QUE ME ESTOY VOLVIENDO LOCA-así que decidí apagar mi teléfono y solo pensar en lo que ocurrió con Arizona hace unas horas, ¿Seria muy atrevido si dijera que quiero que vuelva a ocurrir? No, no sería atrevido, sería necesario, desde hace mucho no puedo resistirme a ella, a la sed que me da cada vez que me siento cerca, tengo en mi corazón clavada la frase que me dijo cuando estaba bajo sus intensas caricias "TRANQUILA MI AMOR, TODO ESTÁ BIEN" Mi amor...mil y un veces volvería ha entregarme a ella con tal de escuchar otra vez esas palabras de su boca, mientras estaba dentro de mi.
No me di cuenta que me que quedé dormida, hasta que unos golpes me despertaron, vi mi reloj al lado de la cama, eran las 7:20 am, está claro que era muy temprano, fui hasta la puerta y la abrí, como era de esperarse, la felicidad es poca.
JOSEPH: ¿Por que no me contestabas?-preguntó molesto.
ÁNGELES: Te dije que necesitaba espacio-respondí.
JOSEPH: Y ¿Por eso no me respondías?- Dios, quisiera estrangularlo en este momento.
ÁNGELES: Eso es lo que quise decir con "Tiempo" apague mi teléfono, no quería distracciones, ni pensar en nada-dije molesta.
JOSEPH: Escúchame con atención Ángeles, si saliste de aquí a buscarla te juro que...
ÁNGELES: Estuve todo el tiempo aquí- mentí- ¿Crees que sería tan estupida sabiendo que puedes aparecer en cualquier momento?- tenia que sonar convincente.
El solo me miraba, tratando de analizar lo que le dije.
JOSEPH: ¿No saliste de aquí?
ÁNGELES: No- soltó de inmediato, mirándolo firmemente, se acercó a mi, no saben cuánto odiaba que lo hiciera, quería alejarme, pero si lo hacía me tomaría fuertemente de sus brazos haciendo que me pegara a él, causándome daño y no quería eso, no quería que borraras las caricias de ella.
JOSEPH: Estaré fuera de la cuidad durante dos semanas, es un viaje con mi padre, el...insistió que fuera, no puedo llevarte conmigo, más te vale que no hagas nada estupido, porque si es así lo sabré ¿has entendido?
ÁNGELES: ¿Por que mejor no te vas para siempre? Así me ahorrarías tantas cosas- solté, el me agarro del cuello pegándome a la pared, traté de quitarlo pero fue inútil.
JOSEPH: Ángeles, deberías mantener la boca cerrada, sabes que puedo acabar contigo en un par de horas, así que dime, ¿Has entendido lo que te he dicho?- soltó molesto, casi no podía respirar-Respóndeme- gritó.
ÁNGELES: Si...- dije casi sin aliento, Joseph soltó mi cuello y rápidamente caí al piso tosiendo descontroladamente.
JOSEPH: Así me gusta cariño- dijo dándome un beso en la frente, el cual me alejé de golpe- Pasa tus dos semana extrañándome, porque yo haré lo mismo.
Vi como él se alejaba lentamente, mientras que se me salían las lagrimas, una vez que cerró la puerta agarre un vaso de cristal tirándolo contra esta, gritando lo más fuerte que podía, todo esto es culpa mía, yo dejé que pasara, si tan solo no fuera cobarde estaría feliz, con ella, tendré que decírselo a mi padre, pero no sé cómo.
Una vez que se marchó de el edificio, fue a tomar una ducha, todo esto me ha dejado un mal sabor de boca y Arizona es la única que sabe cómo hacerme sentir bien, para mi bu na suerte lo tendría lejos, lo que significa que yo estaré con ella todo el tiempo, solo espero que el maquillaje quite las marcas que me dejó, no quiero asustarla, no quiero que se sienta culpable por las decisiones que yo tomé.
Estaba en un taxi, yendo a su edificio, una vez allí pagué el viaje, entre y me dirigí al elevador, se abrieron las puertas, caminé hasta llegar donde más quería y toque un par de veces, sentía como pasos venían.
Mi rostro se iluminó cuando vi sus hermosos ojos azules.
ÁNGELES: Hola- la salude con un beso en los labios, entre a su departamento sin que me lo pidiera.
ARIZONA: Dijiste que ibas a avisarme si querías verme- dijo algo confundida.
ÁNGELES: Lo se, es solo que yo...
XX: Arizona, debes de dejarme organizarte tu estante de libros, está todo...oh!
Dijo una mujer de tez morena, muy atractiva saliendo de la habitación de ella.
ÁNGELES : ¿Quien es ella?-pregunte algo incomoda.

-A UN SOLO PASO DE ROMPERSE. (PART.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora