El día en la taberna -Cap. 2

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Me encuentro plácidamente durmiendo en mi cama, no había gritos, ni un solo ruido, afuera solo había tranquilidad. No recuerdo (literalmente) la última vez que me sentía así de relajado, yo solo esperaba que este momento durara para siempre. A mi lado una persona me abraza, su calor hace que no quiera levantarme nunca...































Un momento...

























¡¿Una persona?! Me levanto de un salto y observo, es Diane, que por mi acción se despertó toda preocupada, pero al verme, una gran sonrisa se mostró en su rostro.—¡Buenos días King!

Buenos días...—la confusión se nota en mi cara, lo que al parecer detectó de inmediato.

Uhm, ¿qué tienes?

¿Eh? N-nada, solo me sorprendió verte en mi cama, es todo.

Ah, lo siento, es que anoche estaba helando, así que te pregunté si podía dormir contigo y me dijiste que sí, y henos aquí.

Ah- claro, estaba un poco dormido pero si recuerdo que me preguntaste—afirmé, pero era mentira, no lo recuerdo, estaba bastante dormido, si me hubieran raptado y luego rescatado, jamás me habría dado cuenta, ¿tal vez tuve sueño pesado? En fin, ahorita no importa, solo sé que tengo hambre, y por lo que huelo sé que la comida está lista.

Diane y yo bajamos por las escaleras, y encontramos a todo el grupo ya desayunando, faltaba poco para las 11 del día, había dormido mucho. Ban se encontraba detrás de la barra, cocinando lo que al parecer eran omelettes y hotcakes; Elizabeth, Merlín y los demás estaban en las mesas.

Buenos días, bellas durmientes—se burló el cerdo.

Lamentamos la tardanza—tome la palabra—tuve sueño pesado—bostecé. 

No te preocupes, te suele pasar todo el tiempo—dijo el niño.

¿E-enserio?—todos asintieron. ¡Qué vergüenza! Realmente soy un flojo,  pensé.

No hay cuidado, pero será mejor que se sienten, la comida pronto se acabará—comentó el albino

Nos sentamos en diferentes mesas y nos dispusimos a ingerir todo lo que había frente a nosotros.

°-.-°-.-°-.-°-.-°-.-°-.-°-.-°

4 horas después

Otra vez, por favor, lo haré bien esta vez—supliqué, sé que esta vez los aprenderé.

Bueno—respondió Merlín.

Respiré hondo, apunté con mi dedo índice y dije:—Meliodas, Elizabeth, Ban, Diane, Merlín, Escanor y...—vamos, solo falta uno, siempre es con el cerdo—...¿Hawk?

Todos celebraron (hasta Ban, pero solo aplaudió), ¿lo logré?

Felicidades King, lograste acordarte de todos nuestros nombres, vamos progresando—dijo la hechicera— ahora será mejor que descanses.

Yo lo acompaño—dijo la castaña.

No—dijo Meliodas—necesito que vengas con Elizabeth, Escanor, Hawk y yo al pueblo, tengo algunas cosas que comprar para la jornada de en la noche.

Aww...—suspiró, se nota que sí quería ir conmigo.

Bueno, entonces yo lo acompañaré—dijo Ban.

Está bien, cuídalo por favor—le advirtió, su cara es muy divertida.

Tranquila gigante, se cuidar a una persona.

Me reí. Ellos se fueron, Merlín fue a su casa y me quedé a solas con el albino. Me preparó algo de comer y me acompañó a cenar. Platicamos toda la tarde, yo conociéndolo a él, ya que al parecer, él me conocía realmente bien (o eso creo yo, no recuerdo ni lo que me gusta). Cuando el sol ya se ocultaba, Meliodas llegó con los demás, y detrás venían muchas personas que querían beber. 

Después que el rubio me insistiera media hora, acepté ayudar en la taberna, con la condición de no usar el uniforme, me dijo que aceptaba solo si lo usaba una vez por semana, pero solo lo empezaría a usar dentro de dos, y a duras penas dije que sí.

Ayudé en todo lo que pude, pero me dediqué más a no servirle a Ban, me resultaba un poco desagradable ver cómo se emborrachaba y perdía control sobre sus acciones y de lo que decía. Estuve sirviendo por mucho tiempo, y en algún momento el albino me invitó un trago, al cual no puede decir que no ya que me insistió mucho.

A pesar que su aspecto no me agradaba, después de varios vasos, terminé casi en su misma condición. Durante horas estuve escuchando sus historias y creo (realmente creo) que nunca me había dolido el estomago por tanto reír, tengo que hacerlo más seguido.

Finalmente, el Boar Hat cerró antes de dar las 12 de la noche. Yo, que estaba un poco más sobrio que Ban, le ayudé a ir a la cama. Por suerte, dormimos en la misma habitación, así que fue más fácil. Ya me iba a mi hamaca, pero me jalaron de la mano.

Gracias * hip* enano, te compañía es muy *hip* agradable—dijo, en extremo borracho.

Me divierte un poco verlo de ese modo, una parte de mí sabe que no siempre va a decir ese tipo de cosas, así que mejor disfruto el momento lo más que pueda.—Fue un placer, duerme bien Ban.

Duerme bien enano.

Y en cuanto cerró sus ojos, se quedó profundamente dormido. Su tan placentero descansar hace que yo de un gran bostezo. Mañana me voy a tomar el día libre. Agarré a Chastiefol y me acomodé, e igual que el zorro, caí directamente en los brazos de Morfeo.


Semana 2: Se trabaja en recordar nombres y el mantener una postura firme en torno a peticiones un tanto... extrañas.

Mi pereza de dejarte, Tu avaricia de amarme | Ban x King | kvti_uwuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora