La visita al Bosque del Rey Hada -Cap. 4

433 54 10
                                    

Me encuentro sentado en una de las mesas de la taberna, pensando. No he tocado el plato ni la comida que se encuentra en ella, solo la veo como si en algún momento me fuera a atacar. El bosque que Ban mencionaba... ¿será mi hogar? ¿Y si ahí tienen respuesta a lo que me pasó?

Oigo murmurar a las personas cerca de mí, yo soy su tema de "conversación": "No a comido nada" "¿Estará bien?" " Lleva así casi una semana" "En qué piensa?"; cosa que ignoro.

Voy a ir al Bosque del Rey Hada—todos callan—, si quieren acompañarme, está bien, si no, no importa.

Y sin dejar que alguien me replique, salgo como si nada. Mientras camino por el pasto, oigo que salen, diciéndome cosas para detenerme. "King, no te vayas"  es lo que más distingo de entre esas palabras.

Trato de no hacer caso y concentrarme, pero de repente una mano hace que pare en seco, Diane.

King, es muy riesgoso que vayas, además, ni siquiera sabes donde quedaBuen punto, pienso. Miro a mi alrededor, buscando alguna solución, cuando se me ocurre algo.

A-ayer Ban me dijo que si quería ir al bosque, q-que le avisara y él me llevaría—me tiembla todo, yo no digo mentiras (¿o sí?), menos a las personas que me han estado cuidando desde que recuerdo.

Todos voltean a ver al antes mencionado, y este, sin expresión alguna, responde:—Es cierto, lo olvidé por completo, además, tengo cosas pendientes que hacer allá. Vamos enano.

Sonrío.—Volveremos en cuanto se nos sea posible.

Muy confundidos por lo que acababa de pasar, mis amigos se despidieron de mí y del oji-rojizo, y empezamos el viaje en busca de respuestas.

Al principio todo estuvo tranquilo, yo me distraía con muchas cosas, las flores, los animales, con los campesinos que pasan por ahí, y mi boca no para de hablar, haciéndole preguntas de todo tipo a mi acompañante, que a veces respondía bien, y otras con tono de fastidio, y al notar eso, comencé a disminuir la plática hasta extinguirla.

El día se pasó realmente rápido, y tuvimos que acampar. Yo busqué un lugar donde pasar la noche mientras Ban iba por leña. Encontré una acogedora cueva, y después de verificar que estuviera vacía, me reuní con el albino para indicarle el camino. Prendió la fogata y me acomodé en Chastiefol, y en eso se me viene una duda a mi mente, pero ya no quiero molestarle...

¿Qué quieres saber?—me preguntó.

¿E-eh?

—Cuando quieres preguntar algo frunces el ceño. Te ha pasado mucho con Diane—aseguró.

Cielos, ni ocultar cosas puedo...

Bueno, quería saber por qué vas al Bosque del Rey Hada, en la mañana bien pudiste negar lo que afirmaba, pero no lo hiciste, ¿dijiste lo que dijiste de excusa o de verdad tienes que hacer algo allá?

Guardó silencio, bastante largo para mi gusto.

Antes que Elaine muriera—comenzó—, me entregó una semilla para poder cultivar un nuevo árbol, y desde entonces voy cada cierto tiempo al bosque para dar de mi sangre. La Fuente de la Juventud corre por mis venas, y como soy inmortal, no es un problema para mí, pero solo lo hago por Elaine...—se queda callado, ¿en qué piensa?

Creo que es algo muy generoso, no importa la razón por la que lo hagas.

Como sea...—se voltea, pero puedo notar que está un poco sonrojado, creo que no recibe muchos cumplidos así.

Doy un gran bostezo.—Será mejor descansar, supongo que mañana también será un día largo bajo el tremendo Sol.

Asiente. Me acomodo cerca de él, siento que si estoy a su lado, nada malo me podrá pasar, se que me protegerá siempre, y esa es sensación con la que quiero descansar.—Duerme bien, Ban.

Descansa enano.

°-.-°-.-°-.-°-.-°-.-°-.-°-.-°

PoV Ban

Buenos días Ban, ¿te quedaste despierto hasta tarde?

Abro mis ojos de poco a poco, tratando de acostumbrarme al reflejo de la luz desde afuera. Cuando se deja de ver borroso, veo al hada.

Sí, tenía que hacer guardia—contesto rascándome la cabeza

Me pudiste haber despertado.

No quise hacerlo—dije indiferente, él solo bufa.

Vamos, entre más pronto nos levantemos, más pronto llegaremos.

Me levanto y comienzo a caminar, a veces me gustaría no tener que hacerlo y flotar como King, pero no hay de otra. Es lo que me pasa al aceptar acompañarlo.

Partimos hacia el gran bosque. No falta mucho, de eso estoy seguro, pero también sé que falta lo suficiente como para esperar un millón de preguntas de parte del hada. O eso es lo que esperaba.

Para mi sorpresa, King no habló en todo el camino, creo que lo hice más yo que él (considerando que yo casi nunca hablo). Si le decían algo, solo asentía o hacía un ruido que mostraba que comprendía. Hasta cierto punto, comenzaba a hartarme.

¿Tienes hambre?—el silencio me mata.

"Mh-mh". Niega

¿Quieres descansar?

"Mh-mh". Niega. Ya no puedo seguir con esto.

¡Hey, es suficiente, has estado así todo el día!—grité. Obviamente mi repentino cambio de humor le dejó atónito, de hecho ni yo me lo esperaba, creo que ahora será más difícil que hable. Me toco el rostro, esto era demasiado.

Está bien—dijo, abrí mis ojos de par en par—, lo siento, estuve pensativo todo el día, pero no fue mi intención estresarte con mis acciones.

Terminó sonriendo, lo cual hizo que me sintiera algo raro con ello. Esto ya me había pasado antes, con Elaine, pero en realidad jamás creí sentirlo otra vez, menos con su hermano. Solo atiné a bufar.

Bueno, decidiste hacerlo en el mejor momento.

¿Por qué?

Porque ya llegamos, ese es el Bosque del Rey Hada—señale con mi dedo al frente, y solo vi su cara de emoción y sorpresa. No hemos entrado y ya me quiero ir...

Semana 4: Se aprenden más cosas sobre el pasado, se practica la empatía una vez más y a ocultar la verdad casi fácilmente (lo cual equivale a mentir).


Mi pereza de dejarte, Tu avaricia de amarme | Ban x King | kvti_uwuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora