Mi pereza de dejarte, Tu avaricia de amarme | Ban x King | kvti_uwu

Mis preguntas sin resolver - Cap. 20

PoV King

Wow, no puedo creer que estemos aquí otra vez. A pesar de ser la Capital de los muertos, nunca sabré por qué me parece un lugar bellísimo. Tal vez sea porque me guste el color verde...

—Oi, enano, date prisa— dijo Ban, quien ya estaba a diez metros de mí. "Qué rápido..."

—Oh, sí lo siento. Me distraje con-— dejé de hablar, pues en su mirar había un tipo de brillo que nunca había visto. Sentí un cosquilleo recorrer mi columna. — ...con algo.

Me miró extrañado pero ignoró mi reacción.

No hablamos el resto del camino, solo mirábamos de un lado a otro para encontrar a la rubia. A veces Ban me veía de reojo, otras lo hacía yo a él, y muy pocas veces nuestras miradas se encontraban solo para acabar viendo hacia otro lado, avergonzados.

Muy pronto, en la distancia vimos una silueta blanca que de inmediato reconocimos. Fuimos en su encuentro para ver que efectivamente, era la antigua guardiana.

—Es un gusto volver a verlos, Ban, Arlequín. Algo me dice que ya se qué me vas a preguntar— lo último lo dije mirando al hada.

King sonrió. —Elaine, me alegra volver a verte— dijo, y después se dirigió con el avaricioso—, ¿nos puedes dejar a solas?

Él solo asintió y se fue a vagar por ahí, seguro sería una caminata aburrida pues no hay mucho que ver en este lugar. Una vez se alejó un poco, me giré para ver a mi hermana.

—Oye, ¿de verdad entraste en mis sueños para darme esa advertencia? ¿Siquiera es real?

—Sí, lo hice, pero era la única manera, y es muy real, yo misma vi cómo te mienten en la cara, pero es decisión tuya si encontrar la verdad o no.

—Pero aún no entiendo, ¿Qué es lo que debo encontrar? La frase no es muy precisa que digamos, y no creo que alguien en el mundo tenga un nombre tan estúpido como Hanbun.

—No es un nombre, si no un alguien. Es bastante fácil para mí decirte esto pues sé quien es, pero difícil para ti porque no lo recuerdas.

—¿Cómo que no lo recuerdo?

Hizo una pausa, parecía que iba a confesarme que había asesinado a alguien.

—Arlequín, no estuviste dormido por 13 semanas...

Sentí cómo mi cuerpo se puso pálido, me costaba respirar y el corazón me palpitaba muy rápido, —P-pero... ¿Cómo es e-eso posible? M-me dijeron que yo había... había...— siento las lágrimas ya en mis ojos, llenas de rabia y confusión.

—Lo siento hermano, es lo único que puedo decirte-

—¿Ban también me mintió?— pregunto sin mirarla.

Suspira. —No, él no está de acuerdo en mentirte, pero alguien le dijo que siguiera la corriente en contra de su voluntad.

De mis ojos sale un brillo de admiración, volteé a ver al albino, que no estaba muy lejos, quien estaba hablando con unos niños, ambos castaños, ambos adorables. Ban tenía una gran sonrisa en su rostro, claramente se notaba que los echaba de menos. Sonreí esperanzado.

—Pregúntale qué te ocultan, no hará daño.

Asentí.

La chica acarició mi mejilla, justo en ese momento comencé a soltar partículas azules verdosas, y me espanté por un segundo, pero luego recordé que así era la forma de desterrar a los vivos de la Capital. Volteo a ver a Ban, quien sonreía al ver las lucecitas. Se despidió de los niños y corrió para alcanzarme.

Una vez llegó, saludó y se despidió rápido de mi hermana. "Vaya, de verdad está enamorado de ella", pensé.

La niña soltó una tierna risita. —Cuídense, hay mucho peligro allá afuera.

—Ja, claro. Oh, y no creas que olvidé de mi promesa, así que, hasta que nos volvamos a ver.

—Claro, hasta luego.

Dudé un poco, pero finalmente agregue antes de desaparecer por completo.— Perdón.

Elaine me vio atónita, y lo último que vi fueron sus ojos llenos de lágrimas mientras me sonreía con sinceridad, aceptando mis disculpas. 

La luz terminó por envolverme, cegándome los ojos y haciéndome cerrarlos. Cuando vuelvo a ver, estamos de nuevo en el claro, ya no hay flores, y está todo oscuro. La única luz viene de la Luna, que alumbra un poco alrededor una vez que nos acostumbramos.  

—Vaya, que cosas, ¿no?— pregunto para romper el silencio.

—Sí... será mejor encontrar un lugar dónde dormir antes que algo nos haga daño.

Caminamos hasta la aldea, y pasamos esta para adentrarnos en el bosque. Encontramos un claro y decidimos acampar ahí. Juntamos leña e hicimos un fogata. Me ofrecí a hacer guardia, pero Ban no me lo permitió, finalmente me quedé profundamente dormido.