6. Vestidos a medias.

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Entrenador personal! JongIn x Cliente! KyungSoo

Inspirado en el fan art.




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El día de hoy Oh SeHun ha faltado y Kim JongIn debe de suplantarlo. Por otro lado, Do KyungSoo tenía un crush en SeHun... Y en JongIn y en... Bueno, es muy enamoradizo. Y su corazón latió frenéticamente cuando se enteró que sería el sexy moreno quien lo entrenaría e intentaría no desperdiciar esta inigualable oportunidad a pesar que el ejercicio físico no sea para nada lo suyo.  

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—¡Por favor, JongIn!

—Mmm... Bien, pero deberás compensarme con bulgogui. —Dijo, abriendo la puerta del gimnasio Love Shot.

¡Claro, amigo! Te doy diez raciones de bulgogui. —Permaneció en silencio un par de segundos hasta que gritó: —¡Oh, debes tener cuidado con KyungSoo!

JongIn alejó el celular de su oreja, ¿Acaso SeHun quería dejarlo sordo? —¿Qué? ¿Es alguien a quien entrenas?

—Sí, es extremadamente torpe. No le exijas mucho.

Kim arqueó una ceja. —¿Bien?

—Oh, además, él- —Y por arte de magia la llamada se cortó.

JongIn viró los ojos y guardó su celular en su mochila mientras subía las angostas escaleras. Se dirigió a los vestidores del personal, saludó a otros dos compañeros más y se quitó la casaca para guardarla junto a su maleta en su casillero. Salió y fue donde la recepcionista para revisar la lista de clientes de SeHun, el primer nombre era: Do KyungSoo. Recordó la corta llamada telefónica con su amigo, tenía curiosidad de conocerlo. Gente torpe había visto a montones, ¿Qué tenía ese chiquillo que hacía a SeHun preocupar?

—¿Sabes sí ya llegó Do KyungSoo?

Seulgi dejó de teclear. —Sí, debe de estar junto a las bicicletas estáticas, ahí esperaba a SeHun.

JongIn asintió con una sonrisa de esas que conquistan corazones y fue a buscarlo. Su amigo le debía una muy grande, ya que, hoy solo tenía que entrenar a dos personas en la tarde y había planeado dedicarse a él mismo durante toda la mañana. Sus planes cambiaron repentinamente, sin embargo, se animó a sí mismo diciéndose que podía divertirse un poquito con aquel novato extremadamente torpe. Esa gente era un vacilón observar.

Quizá no debería reírse de los clientes.

Kim se fue acercando al área de bicicletas y vio un menudo cuerpo. ¿Ese era el tan famoso Do KyungSoo? Parecía un gatito bebé.

—Buenos días. —Tocó el hombro de KyungSoo y se puso a su costado. —SeHun ha tenido un inconveniente y no podrá venir a entrenarte, así que, yo seré su reemplazo.

Aunque JongIn no lo haya notado, su toque erizó la piel del más bajo y sus piernas temblaron al escucharlo hablar. ¡Es el Dios griego de Kim JongIn!, KyungSoo gritó en su mente mientras imaginaba ver ángeles volando alrededor de Kim y éstos le colocaban una corona de flores, ¡Y JongIn una fuerte luz irradiaba! Una luz cegadora que lo puso pendejo. Quizá Soo exageraba.

—H-Hola... —Hizo una reverencia rápida, sintiendo su cara colorearse de rojo.

JongIn contuvo la risa, tomó la mano de KyungSoo y lo llevó a la zona de calentamiento. A pesar que, el cuerpo de KyungSoo ya se estaba calentando por otros motivos.

30 días de erotismo | KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora