30 días de erotismo | KaiSoo

17. Sexo matutino.

Age gap.

Ambos mayores de edad. Sin embargo, edades invertidas, JongIn mayor y KyungSoo menor.

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JongIn y KyungSoo han tenido una larga relación gracias a su sinceridad y es debido a ese valor tan importante que el menor nunca titubea cuando le pide al mayor cumplirle sus fantasías sexuales. Así que, habiéndose despertado temprano y sin poder volver a dormir, JongIn decide que es momento de cumplir uno de los sueños húmedos de su lascivo novio.

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JongIn se puso de costado cerrando los ojos e imaginando ovejas saltando una cerca. Uno, dos, tres, cuatro... Uno, dos, Freddy viene por ti, tres y cuatro cierra la puerta. Oh, espera, así no era.

Abre los ojos y suspira en frustración. Estira su brazo hacia la mesita de noche y tantea hasta coger su celular, lo prende y solo han pasado dos minutos desde que lo vio por última vez. Son las 5: 10 a.m. y no sabe qué hacer para que el sueño vuelva a él. Se despertó hace varios minutos sin motivo aparente y cuando quiso continuar durmiendo ya no pudo conciliar el sueño.

Apaga la pantalla y deja el móvil sobre la mesita, se gira y se encuentra con la espalda de su novio. KyungSoo duerme plácidamente como siempre, pocas cosas lograban despertarlo. Recuerda que una vez hubo un temblor y tuvo que cargar al menor hacia fuera del edificio mientras la tierra se movía y quizá fue el aire frío, las múltiples voces, la falta de comodidad en los brazos de su novio o todo eso mezclado que el menor terminó despertándose molesto. A JongIn se le hizo adorable el mohín que su pareja formó. No obstante, un KyungSoo de mal humor puede ser exasperante.

Cuando la tierra dejó de moverse ingresó con un KyungSoo adormecido en sus brazos, nuevamente. El menor se dormía instantáneamente. JongIn envidiaba eso.

Se acercó y abrazó a su novio por detrás sintiendo como su pecho subía y bajaba suavemente al compás de su respiración. El moreno se preguntó en lo que su pareja estaría soñando. ¿Quizá soñaba con él? Uhm, eso sería tierno, aunque, JongIn duda que KyungSoo sueñe situaciones tranquilas con él.

El menor era quien daba ideas muy extravagantes para mantener —extremadamente activas— sus relaciones sexuales y el mayor nunca se negaría. Porque fue KyungSoo quien le devolvió la vitalidad que necesitaba. Y sonrió contra la pequeña espalda, jalándolo hacia a él y oliendo el cabello negro contrario. Se separó y se sentó en la cama aún viendo el cuerpo dormido, se inclinó sobre él y acarició las mejillas.

¿Quién diría que se enamoraría del secretario de BaekHyun?

Torpe, inmaduro y fastidioso. Así describía a KyungSoo todas las veces que lo vio hasta que lo tuvo gimiendo su nombre. Ágil, experto y sexy. Era su nueva descripción sobre el menor. KyungSoo era tan problemático que se sorprendía del cómo Byun BaekHyun podía controlarlo. Pero, cuando Baek tuvo que irse a China para arreglar algo con otra empresa socia, decidió de repente dejarle a KyungSoo.

—¡Es buen chico, solo necesita mano dura! —Le dijo.

JongIn apretó su vaso de café derramándolo sobre su terno y el suelo. Pero, no pudo hacer nada más cuando Byun desapareció por el ascensor con una sonrisa en el rostro. Estaba más que seguro que lo hacía por fastidiar. JongIn frunció su ceño, pensando en por qué un hombre de cuarenta años juega de esa manera.