Lost

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Capitulo 10

La calidez de sus manos me acariciaban las mejillas tiesas por el agua seca en mi piel, abrí mis ojos al parpadear y ahí miré sus ojitos concentrarme en mí de una manera inexplicable, lo primero que salió fue sonreír, se aferró a mí y besó mi frente.

—    Deberías comer más seguido

—    ¿Por qué lo dices? – dije cuando me senté en la cama al abrazarlo

—    Estas mas flaca que mi tía Margot D: - reí y lo abracé más fuerte

—    Adam…se que debí haberlo hecho hace tiempo…pero…quiero que me entiendas lo que voy a decirte ¿si? – este me miraba atento y acariciaba su cabello de un lado a otro — yo no voy a estar aquí por siempre… ¿sabías que todos tienen su ciclo de vida no?

—    Si, me lo han explicado en la escuela, de niño a joven, luego adultos como mamá y papá y al final ancianos y ahí morimos todos *-*

—    A que buena explicación te dan en la escuela – sonreí — en mi caso, Adam…es diferente

—    ¿Por qué?

—    Porque estoy enferma, y no pude curarme…yo…solo quiero que me perdones por no poder cumplir la promesa que te hice hace tiempo

—    ¿no te entiendo?

—    ¿recuerdas que te prometí cuando te graduaras de la escuela ir juntos a la playa? ¿Por qué querías aprender a bucear?

—    Si…y lo vamos a hacer

—    No, Adam…mi madre no se ha dado el tiempo de explicarte…yo…

—    Tu no puedes dejarme – me interrumpió

—    Adam, eso no esta en mis manos

—    ¡¡SII!! SI ESTA ¿Por qué no haces algo para que te curen?

—    Porque no es algo que pueda quitarse en un abrir y cerrar de ojos, Adam, entiéndeme por favor, no me lastimes más con tus gritos – me miró a los ojos y me abrazó

—    Pero es que tu no puedes dejarme – lloró en mi hombro y lo abracé con más fuerza

No se cuanto tiempo duramos así abrazados, pero no quería soltarlo por un buen rato, el tiempo que pasara tendría que soportarlo y durar a su lado cueste lo que cueste. Brian seguía sin aparecer, los días pasaban y ese maldito mes estaba por terminar…tomé el celular esa tarde, mis dedos me dolía pero hice el esfuerzo por hacerlo…marcaba y marcaba y el maldito no contestaba…y cerré mis ojos al dejar salir mis lágrimas sin contenerlas…mañana sería un día importante para mí, me graduaría de la universidad, terminaría un ciclo universitario y el último de mi vida. Mis lágrimas no dejaban de salir y le dejé un mensaje en la contestadora cuando esta terminó de hablar…

—    Se que fui una tonta al exigir que te quedaras a mi lado cuando no era tu obligación, solo quiero agradecerte por este tiempo a tu lado, porque me hiciste saber y me hiciste sentir que me amabas, que me querías por como era…por como soy, no me queda mucho tiempo de poder dejar mis ojos abiertos, solo espero…que si llegas a escuchar este mensaje, al menos me regales una de esas sonrisas que me hacen revivir…en verdad te necesito ahora…yo – se me cortó la voz y comencé a llorar — te amo, Brian…en verdad te amo

Colgué y tapé mis ojos con una de mis manos al dejarme caer en mi cama y darme la vuelta, miraba ese papel que no tenía mucho contenido…tomé el lápiz y la misma para comenzar a escribirle una carta a él…se me empañaban los ojos, pero quitaba esas gotas con la manga de mi suéter, todo me daba frío, aunque el sol estuviera fuerte en la entrada, mi cuerpo experimentaba escalofríos increíbles. Cuando mi cabeza dejó de formular ideas que escribir, me levanté de mi cama para ir directo al armario, pero una figura, si…ese reflejo en el espejo largo de mi alcoba me hizo romper en mil pedazos, hacía mucho que no me había visto en el mismo. Un cuerpo a punto de romperse, una piel más blanca que la blusa que poseía debajo del suéter, me di pena y lástima…lástima de no poder defenderme, de caer a esta maldita enfermedad que pudo haberse curado…no quise ir más al armario, me desvanecí en la cama y miré el techo…cerré mis ojos y me dejé llevar por esos momentos en los cuales su cuerpo prensaba el mío en el colchón, me hacía desgarrar las sábanas con mis uñas y mi garganta con mis gritos que conllevaban su nombre, esas tardes donde su boca masajeaba la mía encontrando así en el interior una lucha interminable de lenguas, esas miradas en las que le entregaba mi alma en bandeja de plata, donde sus caricias quedaron tatuadas en mi piel y que al recordarlas las heridas se abrían sin ningún problema, los sentimientos de vacío y soledad me inundaban en ese momento y solo quería tirarme, cerrar mis ojos y no despertar jamás, aunque ese deseo no tardaría mucho en pasar, el aroma de su piel se había quedado en mí, abrí mis ojos para dejar caer las grandes cantidades de agua acumuladas en mis lagrimales. Grité. Apreté las sábanas desahogando un dolor que ardía en mi pecho, como un golpe, como un vacío, se abrió la puerta de inmediato y sus brazos, esos brazos maternales me cobijaron sin temor, apreté su ropa y la aferré a mí…

—    ¡¡NO QUIERO MORIR, MAMÁ!! – grité de nuevo y su llanto se hundió en mis cabellos apretando levemente mi cuerpo al suyo

No me dijo nada, solo besaba mis mejillas y quitaba mis lágrimas con sus labios, la amaba a ella, pero en verdad…quería verlo a él…quería verlo antes de cerrar mis ojos, me dejó caer en la cama, acariciando mi cabello rojo y suave, hasta eso, la suavidad del mismo no se iba más y eso al menos me dejaba ver bonita para mí, la miré más tranquila, cuando el peso del dolor se fue por unos segundos y suspiré…solo recuerdo el triste rostro de mi madre, antes de quedarme dormida para poder descansar y amanecer al día siguiente…pues aún, no me tocaba irme.

Show me this life (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora