Show me this life (Terminada)

Love

Capitulo 5

Mi mano y su mano, aferradas como nunca antes estuvieron, la sonrisa de cada uno se hacía resplandecer cuando nos mirábamos a los ojos, perdiéndonos en un momento tan lindo como este *-*. Casi había pasado un mes desde que me pidió que seamos novios, yo, sin regatear ni pensar dos veces, le dije que si. Los chicos nos molestaban a menudo, pero era en señal de agrado de estar yo a su lado, esa tarde terminé de bañarme y me asomé al espejo para terminarme de vestir, un short corto y rasgado de mezclilla clara, unas botas vaqueras de color café, una blusa blanca de tirantes y mi cabello suelto, suspiré…tomé mi bicicleta y le di en dirección a su casa…hoy quería que escuchara unas cuantas canciones que había escrito y estaba feliz, al llegar, dejé la bicicleta a un lado de su motocicleta y caminé a la puerta, tocando despacito.

—    Ya voy – se escuchó desde adentro y sonreí, se quitó el seguro y me sonrió — hey, hola…*-* que bueno que ya llegaste

—    Si bueno ^^…mi madre quería que comiera primero antes de venir – me sonrojé y me tomó de la mano para entrar — ¿Qué hacías?

—    Terminé de arreglar mi habitación xD, es la primera vez que entras a ella, entonces, no quería que la vieras desordenada *-*

—    Ah que lindo ^^, vamos pues – me tomó por detrás en los hombros y caminamos a su habitación, entramos y sonreí — a mira, arreglaste bien – reí

—    Y bueno, es lo mejor que pude hacer ^^

Me senté en la orilla de su cama y vi que hoy no tenía nada en su cabeza, solo su cabello oscuro y largo, me sonrió al ponerse enfrente de mí, y bueno…yo estaba esperando que sacara su guitarra y escuchar las letras que había escrito, pero nos mirábamos nerviosos a esa distancia, yo sentada y él parado, y noté su ansiedad…

—    ¿Qué tienes? – le pregunté con una sonrisa aniñada

—    Yo…pues…yo es que tu… – rascó su cabeza

—    Me encanta cuando te pones nervioso – se la regresé y este me miró con media sonrisa, me levanté de la cama y caminé a él, al llegar tomé y acaricié su pecho con las palmas de mis manos de manera suave — yo se lo que estas pensando…Brian – sonreí y lo miré más de cerca, y llegué a si oído — ¿y que es lo que estas esperando?

Sentí su respiración y sacó el aire acelerado por su boca. Sus manos, sin temblar, bajaban por mis brazos hasta llegar a un lugar más cómodo, las caricias de sus dedos sobre mis caderas se pronunciaron más, al hacer suya mi piel en cada apretón de sus manos, rodee su cuello con ambos brazos, subiendo un poco mi cuerpo…pues era más alto que yo, su respiración chocó con la piel erizada de mi cuello y cerré mis ojos para que dejara pasar lo que tenía que pasar…su lengua lamió mi cuello, mentón, mejillas y mis labios al momento de besarme de esa manera tan particular y excitante que me encantaba…moviendo su cabeza de un lado para otro…y así poder pegar más nuestros rostros para comernos uno al otro, sentí sus pasos dar para adelante, haciéndome caminar para atrás, choqué con la orilla de la cama y dejé de besarlo. La aceleración de nuestras respiraciones se hacía notar en la oscuridad de la habitación…

—    ¿estás…segura de esto? – me dijo el golpear mis labios una y otra vez con los suyos

—    Si…si estoy…segura – sentía sus labios aferrarse a los míos y sus manos acariciar mis caderas hasta mis piernas y subir a mi cintura

—    Tuve que soportar…3 años…3 malditos años, para poder tocarte de esta manera – metió la mano en mi blusa y acarició mi abdomen hasta llegar a mi sostén y tomar con amplitud uno de mis senos, solté un ligero gemido en sus labios y jadee — y ahora que eres mi novia…puedo hacerte lo que deseas

—    Pues…no me hagas esperar – me acerqué a morder su labio inferior y ahí…comenzó la magia

Sus fuertes manos bajaron con rapidez a mis caderas, llegando a mi trasero para impulsarme y que mis piernas rodearan sus caderas, ambos gemimos en el intento y la sonrisa se hizo notar, dio unos pequeños pasos y me cargó bien para acomodarme al centro de la cama. Prenda por prenda iba desapareciendo de la escena, caricias y golpes suaves de nuestros labios, se presentaban en cada parte de nuestra piel erizada, transpirada e hirviente en un mar de sentimientos y pasiones. Repetía su nombre cuando sus dedos apretaban con fuerza la piel de mis piernas, me daba la impresión de que quería arrancarme hasta el alma en fuertes pero excitantes movimientos. Ambos desnudos en su cama, alzó la mano a su cajón y sacó el condón, mis mejillas se sonrojaron y lo miré hacerlo, su miembro erecto yacía frente a mis ojos, y miraba sus gestos al colocarlo con desliz, se acomodó de nuevo encima mío, abriendo mis piernas para poner su pelvis sobre la mía y sentir la punta de su miembro fuera del mío y comencé a ponerme nerviosa, pero todo se iba cuando me perdía en sus ojos, en esos exquisitos ojos marrones…era inquietante…y me quería morir.

—    Voy a cuidarte, amor – me dijo y yo cerré mis ojos al sentir el poder de sus palabras

—    ¿me lo prometes? – los abrí y observé su sonrisa

—    Te lo prometo – me susurró en los labios cuando los besó de manera suave y volvió a mirarme — aquí voy

Apreté sus hombros cuando mis ojos explotaron al cerrarse y sentir que poco a poco entraba en esa pequeña cavidad que me pertenecía, grité, gemí y jadee como loca, pero este terminó por meterlo todo y yo trataba de respirar, me tranquilicé y sentí sus caricias en mis mejillas, cuello y labios, me repetía cuanto me amaba…cuanto me iba a cuidar y lo importante que era para él…comenzó a moverse más sobre mí. Era una fusión de dolor y placer, pues los minutos pasaban y pasaban y el balance se iba haciendo más al peso del placer, dejando el dolor de lado para disfrutar el momento, era cuidadoso y eso…era más especial todavía. El sudor de ambos se mezclaba en una formula perfecta, para embriagarnos en el aroma del otro, para prender los sentidos y dejarnos llevar por el tiempo, la oscuridad opacó mi mirada, pero no podía dejar de observar sus muecas de satisfacción…hasta que por fin…él pudo terminar y yo me aferré a su cuerpo cuando por su piel se desligaba un escalofrío intenso…yo…me sentía completa una vez más…