Capítulo 15-Calesa.

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Salía de la última clase cuando vi a Susan a lo lejos, mirando hacia todos lados, probáblemente buscándome. Me acerqué a ella, que sonrió al verme, y dando saltitos, se acercó a mí y me abrazó con cariño.

-¡Llevaba tanto sin verte, Minnie!

Su aguda voz me hizo reír, y la abracé con todo mi amor, llevaba sin verla varios días, ya que ella estaba ocupada con las prácticas hasta los fines de semana.

-Y yo a ti, Susi.-dije riendo.-¡¡Te quiero!!

Ambas rompimos en carcajadas y volvimos a abrazarjos. Susan solía llamarme Minnie, a pesar de que mi nombre era Mara, pero ella solía decir que yo era tan mona como el personaje de dibujos animados.

-¿Almorzamos juntitas?-me preguntó con emoción.

-¡Sí!-dije con una gran sonrisa.

Fuimos hacia el comedor juntas, hablando acerca de las clases y sobre sus prácticas, con las que estaba muy contenta.

Al entrar al comedor, la gente se nos quedó mirando, especialmente a mí, por lo que me sonrojé notablemente. Miré hacia todos lados, buscando la razón por la que la gente me miraba; y vi que, en una mesa, había un montón de globos rojos con forma de corazón atados a una silla, en la mesa, una bandeja cubierta, y al lado el mismo repartidor que me había llevado el desayuno por la mañana, sujetando un oso de peluche enorme y un tarjetón.

Steve, que venía detrás mía, sujetando el ramo de flores y mi maletín; se rió al ver mi cara de sorpresa, y me acerqué corriendo al oso para abrazarle.

Tomé la tarjeta que venía con el osito y la abrí para leerla:

"Para que cuando no esté junto a ti, tengas alguien que te de cariño y te abrace.

                                                  Liam, xx"

Sólo con leer la nota me dieron ganas de llorar, pero de felicidad, no de tristeza. Steve palmeó mi espalda y me susurró:

-Parece ser que nos veremos más a menudo de lo que ambos creíamos, Señorita.

Y sabía perfectamente a qué se refería. Y sonreí.

-¿Quién te ha hecho todo esto?-preguntó Su.

-Liam.-dije sonriendo.

-¿Qué Liam?

-Liam, Liam Payne.-y mi sonrisa se tornó aún más amplia.

*********************

Cuando terminamos de almorzar, salí del comedor sosteniendo fuertemente contra mí el oso de peluche; y Su reía escandalosamente ante mi actitud un tanto infantil, según ella, pero su atención pasó de mi a un punto más adelante en cuestión de segundos.

Había una calesa tirada por caballos parada en frente de la facultad, y parado junto a esta, se hallaba Niall Horan junto con un guardaespaldas que evitaba que la gente se acercase. Fui hasta donde él estaba y sonrió al verme, abriendo los brazos para abrazarme.

-Niall.-dije sonriendo.-Me alegra verte.

-Lo mismo digo, mocosa.-sonrió.-¿Qué tal el día?

-Cansado, las clases son agotadoras.

-Bueno, tengo órdenes de llevarte a cierto sitio para que te olvides del estrés de las clases.

-¿Liam?

-Liam.-dijo riendo.-Es hora de irse.

-Claro, vamos.

Me hizo subir a la calesa, pero él no subió, sólo me dijo que me dejase llevar y que alguien estaría esperándome en el lugar de destino.

La calesa arrancó y la gente de la facultad no dejaba de mirarme, mientras yo me despedía de Niall con la mano y él era conducido por su guardaespaldas a un coche. Le pregunté al cochero por el lugar de destino, pero él tan sólo me dijo que esperase y disfrutara del viaje, porque no tardaríamos mucho en llegar.

No podía creer verdaderamente lo que estaba pasando, Liam realmente estaba trabajando para "conquistarme"; y aunque me sentía un poco mal, porque aquello le debía estar costando una pequeña fortuna, era gratificante sentirse el centro de atención por un día. Hacía meses que Daniel no me daba alguna sorpresa o tenía algún detalle conmigo.

La carroza paró delante de un parque, y pude comprobar que no estábamos muy lejos de mi casa. El cochero me dijo que ya habíamos llegado, y entonces vi a Zayn Malik acercándose a la calesa con una sonrisa.

-Habeis tardado más de lo previsto.-dijo con una pequeña sonrisa y me tendio la mano para ayudarme a bajar.-¿Cómo has estado, Mara?

-Bien, bueno, dentro de lo que cabe.-dije algo sonrojada.-¿Liam...?

-Al final del sendero.-dijo.-Adelante.

Emprendí mi marcha tras despedirme del moreno, y caminé todo lo largo del sendero hasta llegar a una pequeña explanada donde estaba él. Estaba de espaldas, con las manos en los bolsillos, mirando distraído el paisaje, lo que me hizo sonreír ampliamente.

Me acerqué silenciosa a él y le abracé por detrás mientras susurraba un "gracias" en su oído, y supe que él había sonreído.

-Te has hecho de esperar, pequeña.-dijo dandose la vuelta.

-Tus ayudantes me entretuvieron con sus charlas.-dije y él rió.

-¿Y qué tal el día?

-Bastante bien.

-¿Ah sí?

-Sí, un chico muy majo lleva tratándome todo el día como a una princesa.

-¿Y quién es ese afortunado?

-Lo tengo aquí delante ahora mismo, y me muero de ganas de besarlo.

-Tus deseos son órdenes, milady.

Liam acortó la distancia que había entre nosotros, fundiéndonos en un tierno u dulce beso, que me hizo tocar el cielo con las manos. Todo era perfecto en ese momento, Liam lograba que Daniel dejase de existir para mí... Pero lo bueno nunca dura para siempre.

Live While We're YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora