Capítulo 13-Desayuno con diamantes (Mara)

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"Prepárate princesa, este va a ser el mejor día de tu vida.   
                                                           Liam, xx"

Una sonrisa se instaló en mis labios al leer el mensaje de Liam cuando me desperté el miércoles.

El día anterior, se quedó conmigo hasta que Joy llegó, acompañada de Harry, y con una sonrisa enorme en el rostro.

Pasamos la tarde juntas, contándonos lo que había pasado, y me quedé atónita ante la cobardía de Daniel y cómo Jeremy había salido en su defensa; aunque también hubo tiempo para las risas y la emoción cuando le conté que, nuevamente, Liam me había besado; y cuando ella me contó que Harry había hecho lo mismo con ella. Ambas parecíamos colegialas de instituto.

Me levanté de la cama y fui a darme una ducha rápida. Ese día iría a clase con las fuerzas renovadas, además, Susan estaría allí.

Estaba terminando de vestirme cuando llamaron a la puerta. Rápidamente, terminé de ponerme el suéter y fui a abrir la puerta, encontrando fuera a un repartidor, que traía consigo una bandeja, en la que había un suculento desayuno. Una jarra de zumo de naranja, un plato con dos croissants, un café que aún estaba humeante, y un jarrón con dos rosas rojas, además de una tarjeta

-¿Es usted Mara Shepperd?-me preguntó el chico.

-Sí, soy yo.-respondí.

-Esto es para usted, señorita. Disfrutte del desayuno.-dijo entregándome la bandeja y yéndose.

Fui hacia la cocina y dejé la bandeja en la mesa, sin poder dejar de sonreír como una tonta. Liam se había superado. Tomé la nota y la abrí cuidadosamente para leerla:

"Un dulce desayuno para la chica más dulce que conozco. Te espero abajo para llevarte a clase. Que aproveche.
Te quiere,
                                                    Liam, xx"

Mi sonrisa se amplió aún más al leer la nota, ¿qué había hecho yo para merecer algo así? Realmente, alguien ahí arriba debía quererme muchísimo... o mejor dicho, alguien que esperaba abajo debía quererme demasiado.

Joy entró en ese momento por la puerta de la cocina, y se quedó mirando asombrada el desayuno.

-¿Y esto?-preguntó curiosa.

-Liam.-dije sonriendo y encogiéndome de hombros.

-Madre mía.-dijo ella sonriendo también.-Se lo está currando bastante.

-Y acaba de empezar el día.-dije riendo.

Desayuné con rapidez, ya que sabía que él estaba esperando abajo; dejé las rosas en mi alcoba, tomé mi maletín con el portátil y  mi bandolera, y bajé deprisa a la calle, despidiéndome de Joy con tan sólo una voz.

Nada más salir del edificio, mis ojos se abrieron como platos: ¿era de verdad la limusina que estaba aparcada ahí afuera?

La puerta de la limusina se abrió, y Liam bajó de ella cargando con un precioso ramo de doce rosas rojas, confirmándome que aquello era real y era para mí.

-Buenos días, señorita Shepperd, ¿ha sido de su agrado el desayuno?-habló Liam con total corrección.

-Liam... no hacía falta todo esto... es maravilloso... Esto es más de lo que nadie ha hecho por mí en mi vida.-dije sin dejar de sonreír y él tomó mi maletín, pasándome el ramo de flores.

-Y lo que queda, pequeña.-dijo él, sonriendo también, y depositó un casto beso en mis labios.

Sostuvo la puerta de la limusina para que entrase, y él entró detrás. Nada más cerrarse la puerta, la limusina arrancó en dirección a la facultad.

-Hoy no estarás sola allí dentro.-habló Liam.-Soy consciente de que haciendo esto te expongo a cierto porcentaje de peligro, por lo que Steve te acompañará a clases.

-¿Steve?-pregunté.

-Es uno de mis guardaespaldas personales. No quiero que nadie te moleste, pequeña, mucho menos el idiota de tu ex novio, así que él irá contigo para protegerte. No te sientas invadida ni nada, Steve guardará las distancias contigo, pero te hará compañía cuando estés sola y te protegerá si alguien intenta hacerte algo.

-No hace falta, Liam, yo...-empecé a decir.

-Me sentiré más seguro si él va contigo, la noticia de que Liam Payne está intentando cortejar a una dama no tardará en salir en portada.

-¿Intentas cortejarme?

-Algo así, intento enamorarte.-dijo, y me guiñó un ojo.

Diez minutos después, la limusina estacionaba delante de la universidad, y un robusto hombre (que debía ser Steve) bajó del asiento del copiloto y nos abrió la puerta. Liam bajó primero y me tendió la mano para ayudarme a salir. Yo aún llevaba el ramo de flores, y Liam le pasó mi maletín a Steve, pidiéndole que cargase con él y que no me dejase llevarlo a no ser que fuese necesario.

-Espero que tengas una buena mañana, princesita.-dijo sonriendo y apartando un mechón de mi pelo, poniéndolo tras mi oreja.-A mediodía estará aquí la limusina para recogerte, y te llevará a reunirte conmigo.

-¿No vendrás tú?

-No puedo, aunque quisiera; pero te llevará conmigo. Disfruta tu mañana, pequeña.-dijo, y me besó cob infinita ternura, ante la expectante mirada de todo el mundo.

Cuando nos separamos, eché a andar hacia el edificio principal con una enorme sonrisa de enamorada, oliendo mi maravilloso ramo de rosas, y seguida por Steve, atrayendo todas las miradas.

Live While We're YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora