Press Start 🎮 Mail "Matt" Jeevas

🎮 XXIV: Zemblanidad

Tn tragó saliva y cerró los ojos con fuerza, se sentía tan nerviosa y asustada como una niña presenciando un horrible acto de violencia. Su corazón latía con fuerza y rapidez, y su respiración se entrecortaba por momentos, como si fuera a darle un ataque de pánico.

Matsuda sacó su arma, con sus manos temblorosas; estaba muy aterrado. Sin embargo, al verlo, Rester y Giovanni sacaron sus armas también, apuntándole a él.

«Near, tenías una oportunidad de ganar, quiero decir, de no perder. Eres demasiado benévolo. Eres muy inferior a L. Si hubiera sido L, él habría pensado en la posibilidad de un cuaderno falso y lo habría probado. Tuviste la oportunidad de hacerlo. Sólo tenías que escribir el nombre de alguien antes de reemplazar las páginas. Entonces, hubieras sabido que el Death Note era falso y podrían haber utilizado otro plan. Vidas humanas...podrías haberlo probado con criminales. Deberías haber sacrificado una o dos personas para confirmarlo. Me has decepcionado...no eres rival para mí...Has intentado ganar de un modo demasiado bonito...Bueno, es tu culpa. Todos morirán. Y esa, esa será mi victoria como Kira», pensó Light, aguantando las ganas de reír victorioso.

Borró su sonrisa y habló:

– Tú, el que está afuera –llamó, mirando a la puerta.– ¿Has escrito los nombres?

– ...Sí, lo he hecho.

«No, no puedo reír aún...Es muy duro...p-pero...Near y los otros creen que no morirán. Pero morirán 40 segundos después de que los nombres hayan sido escritos. Es mejor que no diga la verdad hasta entonces...podrían dispararme y nadie gana...No...35 segundos. Declararé mi victoria en 35 segundos», pensó.

– Extraño, ¿Verdad? –dijo Near.

Light lo miró, levantando una ceja.

– ¿Por qué respondió honestamente cuando le preguntaste si había escrito los nombres?

– No lo sé. Quizá es una persona honesta, o quizá tiene algún motivo para hacerlo. Quizá adivinó tu plan...

– ¿Qué...? Entonces estamos acabados.

– Teru Mikami, si no te importa, ¿Podrías entrar, por favor?

– Mikami Teru, ¿Verdad? Exacto. No te escondas ahí, entra.

– Teru Mikami, sabemos que eres tú quien juzga como Kira. Si has escrito los nombres, no hay nada qué temer, ¿Verdad? Por favor, entra.

Se vio una mano sujetar la puerta, y esta fue abierta; por ella entró aquel hombre de cabello negro un poco largo, ojos oscuros ocultos tras un par de gafas y vistiendo un traje junto a una larga gabardina. Y, lo más importante de todo: el Death Note sujeto contra su pecho. Él sonrió, parecía un lunático.

«Mikami, bien hecho», pensó Light.

– Dios, estoy a tu servicio.

«Idiota...no mires hacia aquí...Espera... ¿Está haciendo esto porque sabe que morirán pronto...? Bien», pensó.

– ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que escribiste el primer nombre?

El fiscal observó el reloj en su muñeca y contó:

– ...35 segundos...36...37...38...39...

Tn contuvo la respiración, cerrando los ojos con fuerza.

«Light, no...Por favor, no lo digas...por favor...», pensó, o más bien...suplicó.