Dos pasos atrás, Shawn

Capítulo 37. Los percances de una primera cita.

CAPITULO TREINTA Y SIETE
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—Entonces, los ácidos nucleicos están compuestos de nucleótidos, y estos a su vez están compuestos por bases nitrogenadas, las cuales pueden dividirse en dos grupos... —explico, alargando la última palabra y mirando al castaño frente a mi con ojos expectantes.

—Aminas y amidas.

Lo hilarante es que cuando le pregunté por grupos funcionales, me respondió purinas y pirimidinas. Bueno, hilarante si conoces algo de biología y química molecular.

—No —apunto, tomando una de las patatas frente a nosotros y llevándola a mi boca. Shawn moja sus labios y mira con deseo la fritura entre mis manos, ya que no ha podido dar ni un bocado en lo que va de almuerzo. Esto podría considerarse tortura, pero al menos lo motiva a usar esa linda cabeza que tiene y pensar—. Siguiente. La especiación simpátrica es un tipo de deriva génica producida por...

—¿Si sabes que soy un deportista? —me interrumpe. Asiento con mi cabeza, mientras mastico otra papa frita—. Bien, entonces sabes que quemo miles de calorías al día, y si no las repongo, quedaré en los huesos.

Sonrío.

—Te doy una papa si me explicas porque.

—Vete al demonio.

Succiono mi labio inferior, divertida, antes de inclinarme hacia el castaño y chocar mis labios contra los suyos. Shawn se mantiene firme durante los primeros segundos, pero finalmente, acaba rindiéndose y ahuecando mis mejillas con sus manos, correspondiéndome el beso. Sigo sin acostumbrarme a estas demostraciones públicas, pero mentiría si dijera que me desagradan. Hay cierta belleza en mostrarle al mundo lo que es tuyo. Por más posesivo y preocupante que suene.

—Vaya, dos días con el angelito y ya nos cambiaste —una voz masculina nos sobresalta, provocando que nos separemos. Al voltear la vista, mis ojos se encuentran con grupo de tres personas, sosteniendo sus almuerzos y observándonos con burla.

—¿Se van a comer eso? —inquiere Jamie, uno de los amigos de Shawn, señalando las patatas fritas encima la mesa. Con algo de inseguridad, tomo el envase y se lo extiendo, sacándole una amplia sonrisa—. Digan lo que quieran, a mi me agrada el angelito.

Acto seguido, los tres ocupan lugar en nuestra mesa y entablan una conversación, olvidándose por completo de nosotros. Shawn no tarda en unírseles, y de pronto, me siento como una completa extraña en el grupo. Incluso si puedo entender de lo que están hablando, cuando creo que es el momento adecuado para hacer un comentario, cambian de tema, dejándome con las palabras en la boca.

—Está fuera de tu liga —comenta Shawn, dirigiéndose a Jamie, mientras pasa un brazo por mis hombros, con la intención de acercarme más a su cuerpo.

—¡No lo está! —se defiene el susodicho, levemente ofendido.

—Cualquier chica con medio cerebro está fuera de tu liga —comenta Allison Hollister, sin despegar la vista de su celular.

—Jodanse, los tres —demanda el amigo de Shawn, cruzándose de brazos. Entonces, su mirada recae en mi—. ¿Tú saldrías conmigo, angelito?

—¿Qué?

—Jamie —lo reprende Shawn.

—¿Qué? Allie dijo medio cerebro, y hasta donde sé, tu chica tiene el cerebro más desarrollado de toda la jodida clase. Razón por la cual, no entiendo que demonios te ve, pero ese no es el punto —explica Jamie, sacudiendo su cabeza y volviendo a enfocarse en mi—. ¿Saldrías conmigo?