Esclava de ti [Esclava #2]

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Me propuse levantarme temprano para limpiar mi pequeño estudio ya que esa semana empezaba con turno de tarde.

Había juntado un montón de colada de la semana anterior y de cambiar la cama por unas sábanas limpias pero decidí dejarlo para la noche. Había terminado rápido y mientras esperaba que se cociera la pasta para comer me tomé un rato para leer una novela romántica que había comprado hace unos días y que se había puesto demasiado interesante, además hicieron la adaptación y quería terminarlo antes de ver la película.

Los protagonistas estaban a punto de besarse cuando me interrumpió el timbre. Malhumorada y a regaña dientes puse el marcapáginas y dejé el libro sobre la cama para abrir a quien sea que había interrumpido mi lectura.

—Paquete para Alexa Stone —dijeron a través del telefonillo cuando contesté.

Abrí y el repartidor subió a mi piso a entregarme el paquete.

Estaba muy extrañada porque no había pedido nada pero al decirme la dirección de origen ya lo entendí y por eso acepté el paquete y le hice una firma rápida curiosa por abrirlo.

Bien envuelto y protegido en plástico de burbujas venía algo rectangular y había una nota de mi hermano que era quien me había enviado el paquete.

Para que decores tu caja de cerillas y pienses siempre en mí.

Con amor, tu hermano favorito.

Mi hermano siempre era de lo que no hay. Dejé la nota y con ayuda de una tijera quité el plástico de burbujas y me encontré con un marco de fotos con una foto de Ian posando lo que él considera que es seductor.

Vaya hermano más idiota tengo, menos mal que le quiero así. 

Aunque esta pienso devolvérsela. 

Y eso hago. De camino al trabajo paso por delante de una tienda de juguetes donde tiene en el escaparate peluches. Entro y compro uno. En la papelería más cercana pido un sobre de envío y una tarjeta para añadir una nota. 

Al pararme a hacer recados salí con el tiempo justo y me tengo que guardar el paquete en la mochila para llegar al trabajo y poder cambiarme sin prisa para recibir a mi primer grupo.

Mi primera visita de la tarde era de unos niños pequeños de un colegio de bastante lejos y por eso eligieron la visita por la tarde. Se tratan de niños de diez años suelen ser los más difíciles de guiar no les importan demasiado las curiosidades sobre las anemonas o los corales de los distintos océanos están más interesados en divertirse que en aprender y suelen ser bastante molestos con las bromitas. 

Por suerte este grupo se porta increíblemente bien y me sigue durante toda la visita casi en completo silencio y haciendo alguna que otra pregunta. Tengo preparadas algunas actividades para después de la visita y así descubrir cuanto me escucharon y prepararlos para su próximo examen. Normalmente hacen visitas para ayudarles a fortalecer lo aprendido en los últimos días para el examen y los ejercicios que le pongo ayudan a su memoria ya que tienen que recorrer las distintas peceras y leerse los carteles que tenemos colgadas junto a las peceras con información interesante sobre las especies.

Pasamos la peceras de las medusas y nos adentramos en la zona de especies del océano pacífico, algunas especies de cerca de Madagascar, otras donadas de acuarios de Indonesia. Las peceras son espaciosas para albergar mayor cantidad de especies y que tengan el suficiente espacio para no sentirse encerradas.

En este acuario intentamos cuidar lo mejor posible de todos nuestros animales, hasta de los más peligrosos y difíciles como los tiburones que arrancaron muchas exclamaciones de asombro y alguna de medio por lo grande y terriblemente aterradores que podía parecer, igual que los cocodrilos que sorprendían a los alumnos emergiendo del agua lentamente como los escurridizos depredadores que son. También se volvieron locos con los delfines y hasta con las criaturas más pequeñas como los peces payaso y los peces cirujanos azules que estaban en peceras continuas y que todos los visitantes reconocían por la famosa película de Disney.