Hoy me desperté emocionada. Hace una semana nos había llegado la confirmación de la EPA para la instalación de las nutrias en el Acuario. Las obras de la zona de las nutrias por fin habían acabado, dejaríamos de oír los ruidos de obras por un tiempo. Empezarían de nuevo los ruidos la semana que viene, cuando nos den el permiso de obra, la ampliación para recibir, si lo aprueban, a los pingüinos. Estaba deseando tener también a los pingüinos.
Celebré muy contenta que me contrataran en el acuario porque es uno de los mejores del estado y sumaban especies nuevas continuamente. Algo que me encanta porque adoro aprender sobre nuestras especies y fascinar a los niños y otros visitantes que vienen a las guías y exhibiciones.
Me fascinó ver la cantidad de especies de tiburón que alberga el acuario. Adoré las exhibiciones con las focas, delfines, orcas y belugas, que ahora sumemos a las nutrias lo hace mejor. Las enormes peceras que contienen a las miles de medusas que hay son increíbles, el túnel mejora la experiencia con las luces.
Me levanté super contenta esta mañana porque al haber estado de turno de mañana seria de las que recibirían a las nutrias y vería como las instalan en su hábitat. Las traerían hoy para que tuvieran el fin de semana de calma y silencio, ya que el acuario no recibía visitas guiadas de colegio los fines de semana y su adaptación sería mucho más tranquila. Además no se permitiría el paso a visitarlas hasta el lunes que es cuando oficialmente se inauguraría su zona. Si era de las primeras en conseguir que las nutrias obedecieran y siguieran mis pasos en los números conseguirían impresionar a nuestro encargado que me daría más responsabilidades. Esperaba en algún momento también conseguirlo con los pingüinos cuando los traigan.
Quiero ser la mejor maestra de ceremonias de todos los animales.
Una llamada entrante inesperada me pilla por sorpresa y me emociona al momento.
—¡Hola! —contesto enseguida antes de que cuelgue.
—Hola mi Alexa —ese tono cariñoso me pone muy feliz.
—Me alegro muchísimo de que me hayas llamado.
—Tenía ganas de hablar con mi niña preciosa.
—Tengo muchas ganas de ir a visitarte, abuela.
—Yo también —responde—. Aprendí a usar este chisme por vosotros pero no es lo mismo que veros en persona.
Mi abuela materna es la mejor abuela del mundo, la más cariñosa. A la madre de mi padre apenas la conocimos ya que falleció cuando mis hermanos y yo éramos muy pequeños. Creo que eso hizo que nos volviéramos tan cercanos con la abuela Julia, para aprovechar todo el tiempo que podamos.
—Iré a visitarte pronto, te lo prometo.
—Me encantaron las fotos que me enviaste, sales hermosa.
Desde que empecé a trabajar en el acuario siempre que puedo me saco unas fotos trabajando para enviarle a mi abuela ya que al vivir lejos no podíamos ir a visitarla tan a menudo. Nos costó enseñarle a usar el móvil pero ahora ya es capaz de abrir fotos y enviar algunos emojis.
—Son mejores que esas fotos que me envía ese niño tonto.
Ese niño tonto es Ian. Que le llena el móvil a la abuela con fotos de todo lo que hace en el día.
—Esas comidas que se hace no son nada buenas, come poco y se me va a quedar en los huesos.
Se me escapa una carcajada fuerte y algunas personas de la parada se giran a mirarme. Ian come demasiado sano porque dice que tiene que cuidar como dios manda ese templo hermoso —su cuerpo— que le dio su mami.
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Esclava de ti [Esclava #2]
Teen FictionHan pasado cinco años en la vida de Alexa Stone. Muchas cosas han cambiado en todo ese tiempo. Su historia ya no es la que conocimos, ahora se está convirtiendo en una adulta responsable que cree tener bajo control su futuro. Lo que no sabe es que...