Nerve || ChrisErick

Capítulo 17

Luego de estar unas horas inconsciente, Erick por fin despertó un poco desorientado y un bonito golpe adornando su rostro.

Quedó un poco cegado por las luces que de repente se prendieron en el vagón donde había despertado; eran de un azul turquesa tirando a verde, las paredes estaban grafiteadas por todos lados y al otro lado había un televisor pequeño el cual estaba apagado.

Se acercó despacio intentando descifrar que función cumplía ese aparato ahí. Cuando estuvo a metros de este se encendió solo empezando a pasar un montón de imágenes, datos y demás de Erick y su vida mientras una voz le iba hablando:

"¿Qué tal Erick?

¿Todo bien?

Esperamos que no.

Rompiste nuestras reglas ¿qué pasó?

Pensamos que eras lo suficientemente inteligente para acatar cosas tan simples como no delatarnos con la policía.

Ahora eres nuestro prisionero.

A partir de ahora controlaremos todo lo relacionado a ti: tu familia, tu vida, tu imagen, tu futuro, TODO.

¿Quieres tu libertad?

La única salida es ganar el reto final.

Ve al ferri de Stated Island y los observadores te guiarán a tu destino.

Nos vemos en la final"

Erick empezó a patear una de las paredes de lata del vagón, consiguiendo tumbarla para poder salir.

Estando fuera analizó su entorno viendo que el lugar estaba re solo, no se veía ninguna señal de vida. Empezó a caminar mirando por donde podía salir hasta que sintió voces. Se escondió y alcanzó a escuchar a esas personas diciendo que lo iban a encontrar y demás.

Lo estaban buscando para hacerle quien sabe qué.

Se recargó contra la pared suspirando y analizando todo lo que ha hecho por ese estúpido juego.

-Erick? ¿Estás bien?

-No, no estoy bien ¿Cómo te parece? -giró los ojos

-puedes dejar tu orgullo de lado por un momento? Gracias

-me vas a decir ya que es lo que está pasando -puso su dedo en el pecho del castaño como exigencia

-te voy a explicar desde el principio así que te callas y no me interrumpes

-tú a mí no me mandas- se cruzó de brazos

-y tú si puedes mandarme a mí?

-hablas o te hago hablar?

-uy que miedo, mira como tiemblo- dijo burlándose a lo que Erick se molestó e intentó irse- hey, ya. A ver, ese chico, Tony, con él y otro chico llamado Juan jugamos hace un año Nerve en Seattle, por un reto tuvimos que colgarnos de una grúa a 90 metros de altura, Juan al momento de intentar subir se resbaló y cayó. Tony y yo nos rendimos y buscamos a la policía, de nada nos sirvió porque dijeron que fue un accidente. A partir de ahí los observadores nos empezaron a castigar por delatar el juego, dañaron a toda mi familia, sus trabajos, su dinero, todo.

Nos volvimos prisioneros del juego.

-y eso qué?

-es la tercera categoría del juego, ambos estamos atrapados en este juego y la única salida es ganar...tu salida es ganar

-como que mi salida? ¿y tú qué?

-mira ya todo está cuadrado, los observadores me darán un reto que dejará a Tony en tercer lugar, entonces tu y yo iremos a la final y yo te dejaré ganar

-nah nah nah, tú no te puedes quedar metido en el juego toda la vida

-es la única opción Erick, ya viste que por ganar Tony hace cualquier cosa y la final no va a ser la excepción, o me acompañas y seguimos el plan o nos jodimos todos

(...)

Estaban en camino a un estacionamiento para encontrarse con Lucas y pedirle un favor. Él tenía un muy buen manejo del internet, tecnología y demás.

Tenían un plan que los podría salvar.

Mientras ellos dos hablaban y se convencían de lo que iban a hacer, Christopher se dirigía a cumplir el reto que lo llevaría a la final.

Al estacionarse frente a un edificio le llegó una notificación.

Sube hasta el techo

Ya se imaginaba que era lo que iba a pasar.

Subió las escaleras a paso rápido y al llegar se asomó viendo la gran altura que había. De pronto le llegó otra notificación

Sube a la grúa.

En ese mismo techo había varias personas con pasamontañas grabando y custodiando que el reto fuera cumplido.

Al estar arriba, empezó a avanzar haciendo equilibrio hasta que se pudo sostener de un tubo al otro lado.

Casi se mata por el susto que le dio un dron volando frente a él, el cual tenía un celular grabando y le salía una voz dando órdenes.

Cuélgate por cinco segundos.

Sin dejar de sostenerse bajó de a poco hasta el tubo inferior de donde estaba y antes de dejar caer su peso el dron volvió a hablar.

Cuélgate con una mano.

Maldijo y así lo hizo, primero se dejó caer sosteniéndose con sus dos manos y el dron le volvió a decir que con solo una mano.

Si por él fuera ese dron ya no existiría.

Soltó una de sus manos y empezó a contar en voz alta

- ¡1...2...3...4...5! 

Se volvió a sostener con las dos manos y subió quedando en una posición estable. El dron habló por última vez diciendo:

Reto completado. Estás en la final

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Quedó del asco, ya sé .-.