4to.

2.3K 208 21
                                    





Por más que grite, patee la puerta nadie venía, tenía un pánico saliendo por mi garganta, el no saber nada es una desesperación terrible.


No hay noticias de mi padre y eso me aterra, sé que no ha sido un buen hombre pero eso no quita que es lo único que tengo ahora.



Me abrazo a mis piernas, esperando algo no sé porque intuyó que se avenida nada bueno al abrir esa puerta.


Tenía tanta razón, aquel hombre entró con una sonrisa en su rostro, su mirada recorrió mi cuerpo, una corriente eléctrica pasó por mi columna hasta abajo de mis nalgas.


Ese hombre no me agradaba las sensaciones que provoca en mí. Lo aborrezco.


Viene hacia a mí, tomándose de la muñeca con fuerza.


_¿¡Que te pasa!?, no me toques


_Vaya genio que te cargas niñata, será mejor que calles debemos irnos.

_No, ¿Dónde está mi padre? Exijo saber


El me mira y lo odio más, hay personas con solo verlas no las toleras y este es mi caso con este tipo.


No dice nada y se aferra en apretar más, sacándome de ahí.


Hay personas mirándonos, pero lo ven con respeto, no estoy entendiendo nada, pero todo se torna turbio y no mandíbula tiembla


_Señor presidente, por aquí _ dice uno de aquellos hombres de traje.


Parpadeo sin creerlo, hasta que me lanza a una habitación.


_Pero que...


_Las cosas van a cambiar, a partir de ahora debes hablarme con respeto, acataras órdenes y será una linda sumisa


_ ¿Disculpa? Acaso te has vuelto loco, donde carajos está mi padre y que es eso de presidente acaso se te quemaron las estúpidas neuronas.


Hace una mueca de lado, provocando mi ira, llega hasta a mí acorralándome de ambos lados sobre la cama.


_Dime Caro quieres saber la verdad sobre tu padre y el cual está ahora quemándose en el infierno

_Estás loco, pero esto se arreglara y saldrás de mi vida

Lo empujo pero no puedo el aire aquí es tan pesado, que empieza ser un horno aquí, tengo tanta calor, que necesito quitarme el suéter que llevo puesto...

Empiezo a sudar, su cuerpo se balancea de una forma descarada sobre mi centro, no debería pero me estoy humedeciendo con esa sensaciones extrañas., el me mira como si leyera mis pensamientos


Trato de desviar a otra parte pero solo logro ver sus labios, como si me llamaran, no debiera sentir.


_Pero lo sientes no es así_ dice con esa voz aterciopelada


Abro los ojos, dándome cuenta que ese hombre tiene algo oscuro y siniestro.


Suelta una risa, que me hace fruncir el ceño, desde que lo vi mi cuerpo se altera, su voz me irrita y todo lo que conlleva este hombre me lleva a una locura.


Abro los ojos cuando me besa, no es un beso tierno es una beso en busca de meter su lengua toscamente. Me aferro a su rostro tratado de apartarlo, pero no puedo cuando me doy cuenta estoy acostada y este hombre me esta acariciando mis piernas. Pero más me odio por soltar un gemido.


_Bas...Basta_ dijo con la cordura que me queda


_Puedo mentir pero me deseas, tu forma tan descarada como me ves el bulto de mi verga la quieres_ me dice tocándose el bulto del pantalón


_No_ dijo segura


El suelta una risa observándome, pero se aparta dejándome con mis labios hinchados, veo que llega hasta la puerta, pienso que se ira pero no, el muy cretino pone seguro, regalándome una mueca sonriente


_Pero... que haces


_Que no vez, estas caliente, y eso lo arreglaremos ahorita, acaso no sientes como hierve dentro de este cuarto tu deseo lujuriosa reclama y quien soy yo para decir que no.


No puedo decir nada ese hombre está desnudo frente a mí y mi vista se va sobre esa cosa, pasando saliva, llega a mi como una ráfaga cierro los ojos y solo espero que esto no me vaya a doler.

BESTIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora