ɴᴏᴛᴇʙᴏᴏᴋ ● ꜱᴜᴋʜᴏᴏɴ

17

Lo sabía, Jihoon sabía que su vida tranquila en la escuela había terminado, y el sólo pensar que habrán alumnos molestandolo todos los días, así como hicieron con Junkyu, le aterraba.

Todo empezó así.

Alguien se enteraba de los sentimientos se Jihoon. Ese alguien le contaba a más personas. Esas personas empezaban a molestar a Jihoon. Esas personas empezaban a golpear a Jihoon. Esas personas hacían la vida de Jihoon un infierno sin que nadie más lo sepa. Jihoon sigue enormemente enamorado de aquella persona. Y al final, sin que nadie se haya enterado de su sufrimiento. Jihoon muere.

Es triste, pues no fue Jihoon quien pasó por todo eso.

Necesita salir de eso, tal vez hacerse el tonto y fingir que ese tal Jeno estaba loco y vió mal. Pero Jeno tenía popularidad y Jihoon no.

Jeno tenía a Mark como hermano, y Jihoon no tenía a nadie.

Y si algo le pasaba a Jihoon, no habría nadie quien estuviera de su lado.

Pedir ayuda? Tal vez.

Pero, quién se atrevería a ayudarlo? A Jihoon?

- Hijo! - se escuchó la voz de su madre. - Ya estoy en casa!

Su madre.

Jihoon se secó las lágrimas y forzó una sonrisa, para evitar llorar frente a su madre o que esta supiera que estuvo llorando.

Salió de su habitación y bajó las escaleras para recibir a su mamá.

Su mamá era una importante abogada en una firma de abogados, siempre estaba ocupada, pero siempre se hacía un tiempo para su hijo, y eso Jihoon siempre aprecia.

Miró a su mamá sentada en el sillón con sus manos en la cara, notandose cansada. Al sentir la presencia de su hijo, la mayor alzó su vista, y con una sonrisa miró a su hijo.

- Mamá. - Jihoon sonrió al ver a su mamá, siempre era reconfortante estar con ella.

Se acercó y se sentó a su lado, abrazandola. Al instante sintió las caricias en su cabello.

- Cómo te fue hoy, Jihoonie? - preguntó dulcemente, pero su voz se notaba cansada.

Jihoon sintió ese malestar que venía sintiendo desde esa mañana, si podía ser sincero, su respuesta sería que quería desaparecer, pero en cambio, su respuesta fue diferente.

- Me fue bien. - mantuvo su voz estable. - Fue aburrida, como siempre.

No miraba a su madre a los ojos, por lo que era más fácil mentirle.

La señora Park formó una mueca. Ella sabía que su hijo no la pasaba bien desde hace tiempo, pero también sabe que fue peor cuando su mejor amigo murió.

Siempre trata de hacerle saber que ella está ahí con él, trata de generarle confianza y todo el amor que su hijo se merece, pero siente que lo está haciendo todo mal.

Desde que se divorció de su esposo, se enfrascó tanto en su trabajo, que descuidó a su hijo, a un niño de tan sólo diez años de edad.

También recuerda el día en que su mejor amigo llegó hacia ella y le dijo todo lo que se suponía, que como madre, tenía que saber sobre Jihoon.

Cansada y estresada, así se podía resumir la señora Park, así era su vida desde que su esposo se fue de su vida.

Nunca quizo depender de un hombre, siempre estudió y trabajó arduamente para no tener que hacerlo, y al final, terminó tan enamorada que su pesadilla se hizo realidad.