ɴᴏᴛᴇʙᴏᴏᴋ ● ꜱᴜᴋʜᴏᴏɴ

Final

Jihoon nunca se había avergonzado tanto en su vida. Había despertado encima de Hyunsuk, todo por moverse como un gusano.

El mayor también se notó avergonzado, así que esperaba que no lo mirara raro después de eso, porque claro, Hyunsuk regresó a su casa después del desayuno incómodo con la mirada atenta de su madre.

Ahora la miraba caminar de un lado a otro con el teléfono en la oreja, parecía muy molesta.

- No lo llevaré a ese lugar otra vez! - su mamá alzó la voz. - Acaso no lo vió!? Terminó más de una semana en el hospital por esos niños malcriados! Y ustedes no hacen nada! Cómo espera que lleve a mí hijo a esa escuela buena para nada!?

Bien, Jihoon sabía que su madre era un alma pura, tímida y todo lo que sería un ángel. Pero si se trata de su trabajo o de su hijo, la señora Park cambia totalmente de personalidad.

Jihoon mordió su labio al ver a su madre colgar el teléfono y aventarlo furiosamente hacia uno de los sillones individuales, haciendo que saltara y cayera al suelo.

Rosé rodó los ojos, molesta. - Ahora tendré que comprar otro celular, que gran día. - se masajeó las sienes, cerrando los ojos.

- Qué sucede? - preguntó Jihoon con preocupación al ver a su mamá tan alterada. Sabía que hablaba de él, pero no sobre qué en especifico. - Por qué estás tan molesta?

- Esos idiotas quieren que vayas a la escuela. - suelta abriendo los ojos.

Jihoon se detiene en seco. - Qué? - traga saliva al recordar todo. - Por qué?

- Quieren que hables con el director, que seas tú quien diga sus nombres, sus padres también quieren eso y otras mierdas más. - soltó con rabia. - No tienes que ir, Hoonie. - lo miró tratando de calmarse. - Arreglaré esto.

Jihoon dijo que nunca volvería a ese lugar, que nunca más lo volvería a pisar ni tendría algo relacionado con la escuela esa, pero su mamá estaba muy estresada por ese tema, y si quería terminar todo de una vez, tendría que ir.

Estaba cansado de todo, quería tenér paz, quería descansar, y aunque no haya visto a esos tipos otra vez, los recuerdos lo perseguían todos los días, incluso en sus sueños. Hyunsuk era la única persona que lo ayudaba a distraerse, a sentirse bien, pero... Hyunsuk no estaría con él para siempre.

No debe esperar que Hyunsuk esté siempre a su lado.

Miró con desición a su madre, levantándose del sofá. - Iré.

Su madre detuvo sus movimientos y miró a su hijo. - No, Jihoon. - negó acercándose. - No tienes que-

- Quiero ir, mamá. - le sonrió débil. - Por favor.

Los ojos de su madre brillaron por las lágrimas. - No te separes de mi lado en ningún segundo, entendido?

Jihoon asintió. - Pero antes... necesito hacer algo.

Su madre asintió y lo vió caminar escaleras arriba. - Nos vamos en diez minutos.

Jihoon llegó a su habitación y caminó hacia su escritorio, tomando a Junkyu y abriendolo.

Tomó aire antes de escribir.

...

- O sea que despertó encima tuyo pero no hicieron nada.

Hyunsuk asintió. - Ajá.

Doyoung frunció el ceño. - Qué aburridos son.

El mayor de los dos le lanzó un cojín. - Ni hables, tú eres muy jóven para esto todavía.