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Era sábado, así que Hyunsuk podía ir al hospital sin sentirse nervioso por faltar a la escuela.

Había decidido ir a ver a Jihoon nuevamente, y seguiría yendo cada día, con tal de hacer que Jihoon se sintiera mejor, o por lo menos, dejar de sentir esa culpa que lo ha estado acechando desde el incidente.

Le había mentido a sus padres diciendo que iría con un amigo, no podía decirles la verdad, que había sido el causante de que golpearan brutalmente a un chico inocente de su escuela y que iba a visitarlo al hospital.

Sus padres se desepcionarían con él.

Camino al hospital, Hyunsuk pensaba seriamente en lo que diría, es decir, Park Jihoon no le quería ver, o eso decía, pues lo que leyó en el cuaderno no decía exactamente eso. Pero después de lo que sucedió, Jihoon estaría en todo su derecho de no quererlo ver.

Ahora estaba subiendo el ascensor, sosteniendo un peluche de cerdito con una flor a un lado. Le parecía tonto, pero no creía que dejaran comer algo que no sea del hospital a Jihoon. A parte de que el cerdito es su animal favorito.

Llegó al piso y empezó a caminar nerviosamente hacia la habitación en donde Park Jihoon estaba.

Cuando estuvo por llegar, la puerta fue abierta y de allí salieron dos mujeres. A una la reconoció como la mamá de Jihoon, y la otra parecía ser una doctora.

Ambas hablaban, y la mamá de Jihoon parecía estar sonriendo un poco.

Verla ahí le dieron más nervios, por lo que dió un paso atrás, pero la mamá fue más rápida y sus miradas se encontraron.

- Hyunsuk. - habló la mayor, acercándose con él rostro demostrando confusión. - Estás aquí otra vez. - le sonrió un poco al ver el cerdito. - Vienes a visitar a mí hijo?

Hyunsuk asintió tímidamente.

- Ayer te fuiste sin despedirte, Jihoon me dijo que estabas apurado. - siguió la mayor, sorprendido a Hyunsuk por sus palabras. - Es agradable tenerte aquí, Jihoon me dijo que ya no podrías volver.

- Yo... - no sabía qué decir. - Bueno, aquí estoy. - sonrió nervioso. - Puedo pasar?

Rosé asintió. - Claro, pero ten cuidado. - advirtió. - No se siente bien.

Hyunsuk asintió y agradeció, para después ir hacia la puerta, saludando a la doctora que los había estado viendo desde atrás.

- Espera. - la doctora lo detuvo. - Si puedes, hazlo sentarse en una silla de ruedas y llevalo a pasear al patio. - pidió amablemente. - Necesita salir.

Hyunsuk asintió y volvió a su camino a la puerta.

Abrió la puerta lentamente, para encontrarse con la misma imagen del día anterior. Park Jihoon acostado con la vista perdida en la ventana.

- Veo que te gusta mirar el sol, como las flores  - fue lo que se le ocurrió decir para no estar incómodo.

Jihoon retiró su vista de la ventana y la posó en la de Hyunsuk, mirándolo sin mucha emoción, pero en sus ojos se reflejaba un inusual brillo. - Qué haces aquí?

- Vine a visitarte. - contestó acercándose para entregarle el peluche. - Te traje esto. - le tendió el cerdito.

- Te dije que no...

- Qué no viniera si siento lástima por ti. - habló por él. - Lo sé, y no vengo por eso. - miró sus ojos. - Vengo a ser tu amigo, leí que... - se aclaró la garganta. - Bueno, no tienes otro amigo. - se arrepintió de sus palabras. - Bueno, ya sabes. Quiero ser tu amigo, no quiero que te sientas solo.

ɴᴏᴛᴇʙᴏᴏᴋ ● ꜱᴜᴋʜᴏᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora