Soy Emily. Sí, la gorda asquerosa que intenta ser divertida. Sí, también la chica que gracias a la pubertad su cara está llena de acné.
Cuando era más joven, solía amar mi cuerpo, me repetía todos los días que era perfecta. Pero luego, mis compañeros de clase se convirtieron en personas rudas, siempre intentaban tirarme abajo diciendome que me parecía un hipopotamo o un elefante. Yo no los escuchaba, aceptaba mis defectos y amaba mis virtudes. Pero luego en la secundaria, cuando ya otros temas como los chicos y el sexo fueron escenciales en la vida, empecé a sentirme realmente excluida. No tengo novio y sigo siendo virgen.
Siempre que había alguna fiesta, mis amigas compartían saliva con muchos chicos. ¿Yo? No, yo sólo me sentaba esperando que alguien se me acercara a hablar y cuando lo hacían era para preguntarme por alguna chica linda que conozca o para saber donde estaba el baño.
Ahora ya estoy acostumbrada a eso. Pero todavía no me acostumbro a mi cuerpo. No me acostumbro a ver las cicatrices en mis venas. ¿Por qué lo hago? Porque me odio. Me odio muchísimo. Podría haber tenido un cuerpo perfecto. Podría haber sido flaca y rubia. Podría haber tenido un novio sexy que me haga el amor todas las noches. Pero no. Acá estaba yo. A mis 17 años, sola como un perro, con 80 kg encima, oliendo a sudor, escuchando música alentadora con la que ni siquiera me sentía tocada.
Así es mi vida. Así va a ser para siempre. Lamento ser tan deprimente y pesimista, pero he perdido toda esperanza en la vida. Ahora sólo soy un cuerpo sin alma. Algo parecido a un robot.
Sólo llevenme de vuelta a ese tiempo en el que era feliz, en el que no me daba cuenta de la mierda de vida que tenía y de lo fea que era.
Tristemente, ya es tarde lo descubrí; no soy perfecta para nada.
Me hubiera gustado que la ilusión durara un poco más. Pero no fue así.
ESTÁS LEYENDO
Historia de una suicida.
Teen FictionLa chica con sobrepeso que camina a tu lado pero nadie nota. Esa chica tímida que tiene miedo a decir lo que piensa cuando en realidad tiene ideas interesantes. La chica con cicatrices en sus muñecas. Bueno, esa chica soy yo. Soy la chica suicida...