El día que me toque ser madre no quiero que mi hija pase por lo mismo que yo. No quiero que arruine su cuerpo sólo porque la sociedad es una estructura estereotipizada.
La sociedad es bastante irónica; piden respeto pero no respetan, odian a las gordas pero tambien a las flacas, admiran a un vandalista pero no a un bombero. Núnca voy a lograr entender este mundo. Y lo peor del caso es que yo estoy aprapada en él. Como dice Gabriel García Márquez en el general en su laberinto: ¡Carajo! ¿Cómo salgo de este laberinto?.
Cada persona tiene su forma de salir del mundo. Pero yo todavía no encuentro la mía. Si de algo estoy segura es que no quiero morir por la culpa del suicidio. Quiero morir gloriosamente. Quiero poder sobrevivir a la depresión. Quiero sobrevivir a la opresión del laberinto.
Eso es lo que es el mundo, un laberinto. Un laberinto gigantesco. Miramos arriba, en tiempos de depresión, y vemos el cielo cayendose sobre nosotros. Atrapandonos. Burlandose. Sin salida.
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Historia de una suicida.
Teen FictionLa chica con sobrepeso que camina a tu lado pero nadie nota. Esa chica tímida que tiene miedo a decir lo que piensa cuando en realidad tiene ideas interesantes. La chica con cicatrices en sus muñecas. Bueno, esa chica soy yo. Soy la chica suicida...