Capítulo 6.
Desperté, y recordé lo sucedido de la noche, no podía creer que aún podría sentir algo por Gavin, no puedo creer que lo insulté, el me insultó… No sé que me esperaba de hoy. Abrí mi puerta y quise ir a donde su cuarto, quiero hablar con él. Abrí y lo único que pude visualizar fue botellas de vino y alcohol, tomó al terminar la pelea. Preocupada al ver que no había nadie en casa, hasta que me calme cuando visualicé una hoja pequeña en la mesa del comedor, leí:
Ava.
Salí a respirar un poco de aire libre, necesito pensar. Alen y Joshk vuelven con la madre del amigo de Alen. Vuelvo en un rato. Buen día, preciosa.
Ich liebe dich .
Entschuldigung.
Gavin.
Respiré hondo, y cociné mi desayuno. Pasaron horas, y ya me encontraba lista, limpié todo lo de la casa; escuché varios gritos, asustada me asomé por la ventana. Recordé lo que pasó esa aquella noche… Mi hermano y yo cuando fuimos captados por los nazis; está sucediendo otra vez. Vi a muchos siendo arrastrados por los nazis, supuse con son judíos. Corrí a esconderme ya que escuché los pasos por parte de los nazis. Traté de esconderme, pero fue en vano.
Entraron en su armas en alto, y sus caras de salvajes jamás se esfumarían, me vio uno de ellos, y me agarraron otro.
- ¡DÉJENME EN PAZ! – Grité llena de sollozo.
- RUHIG SEIN! – Gritó uno de ellos.
Me paré en fortaleza, y le di un golpe con mi codo hacia la nariz del que me sostenía. Tomó su nariz y vio su sangre en ella, el gran enfado de los que estaban alrededor, alzó su pistola, pensé en Joshk, en Alen y en mi tan apreciado Gavin, al que tanto amo. Con una sonrisa en sus labios, me disparó.
Gavin.
Estaba afuera en las calles, sin rumbo a donde ir, escuché tiros, gritos, a la vez miró gente corriendo como nunca con rostro de terror. Ava.
Salí corriendo a la dirección contraria donde la gente, y fui directo donde los tantos alemanes nazis, vi como entraban a los edificios y sacaban a judíos. Mi Ava, seguro está en su lista, vi a uno de los compañeros del campo de concentración.
- Jamaj, ¿entraron al edificio donde vivo? – Dije exaltado del miedo, terror. No quería que le pasara algo a mi Ava.
- Creo que sí, Señor. –Dijo sorprendido por mi pregunta.
Lo dejé donde estaba, y seguí corriendo hasta mi edificio, al llegar a la puerta de la casa, mis manos de tanto temblar no podían dejarme sacar la llave correcta e introducirla, ya al meter la llave y abrir la puerta. La escena más terrible de mi vida. Mi Ava, estaba en el piso, muerta.
Grité, llorando como nunca he tenido el valor de hacerlo, me acerqué a ella, acaricié su hermosa cabellera pelirroja, vi la bala en su pecho, justo en su corazón. No podía, ella era mi única razón de vivir, era ella mi oxígeno. Pasaron imágenes en mi mente, me estaba volviendo loco; recordé al primer momento que la vi bajar por primera vez en ese camión repletos de judíos y judías en el campo de concentración, su mirada perdida, como si buscara algo o alguien, quedé asombrado de su belleza única, era espléndida… Como yo tuve que hacer tratos para que ella viniera a este hogar, que terminaría siendo nuestro hogar, nuestra primera noche, al explorar su cuerpo y ella el mío, unidos como jamás podríamos haberlo hecho mejor, y nuestro hijo Joshk junto con mi sobrino.
Me paré y fui directo a un baúl en mi cuarto, lo abrí y en aquella caja, había una pistola. Otra vez me dirigí a ella, me arrodillé, besé sus labios fríos, repetí dos veces “Mi Ava, mi judía, y yo su alemán.” Ya estaba fuera de control, mi familia los mataron unos judíos y a mi mujer, los alemanes nazis… Preparé y tomé fuerza, levante mi pistola hacia mi frente, y disparé.
4 horas después…
Joshk estaba con la madre del amigo de Alen, estaban felizmente hablando y bromeando, la mujer tenía la llave de la casa de Joshk y Alen que se la entregó Gavin, llegaron y abrieron la puerta, y se llevaron la gran sorpresa.
- ¡Oh por Dios! – Dijo la mujer a ver la escena.
Alen, gritó y lloró, pataleó, no podía creer lo que estaba viendo. Se esperaban a ellos alegres en brazos abiertos al verlos, pero no siempre la vida es felicidad pura. Joshk se acercó y vio la sangre de sus padres, aún traumatizado.
- ¿Mami?.. – Dijo Joshk con su mínima voz que pudo, sollozó y acarició el rostro de su madre.- ¿Papi?...
Y se permaneció observando los cadáveres de sus padres ensangrentados.
Fin.
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Historia de una judía.
Adventure¡HOLA A TODOS! Esta es mi primera historia, soy una principiante por así decirlo jajaja, escribiré esto con lentitud, no me quiero apurar ni nada por el estilo, simplemente si me da el momento de escribir, con gusto seguiré. No estará completa pront...