爱❁ Playing with your Feelings ❁ 爱 (Gaara y tú)

Capítulo 8

En todo el día estuve haciendo las cosas que al niñito se le ocurría, ya me había chocado de estar haciendo sus estúpidas cosas, pero no podía decirle nada, pues me había amenazado con decirle a sus padres que yo no hacía nada y que además le levantaba la voz a sus hijos, jodido chamaco, pero algún día me las pagará caro

—Ve a la cocina por unas papitas fritas

—Si, enseguida—dije apretando los dientes

Que ganas tengo de mandarlo a la mierda y tirarle las papas en la cara. Conté hasta diez para calmarme y tome una bolsa de papas fritas, las coloque en un plato hondo y regrese a dónde estaba Gaara

—Aquí tiene

—Siéntate ahí y dámelas

—¿Pretendes que te las de en la boca?

—Si

Volví a contar hasta diez y me senté en el suelo dónde me había dicho Gaara, solté un suspiro molesta y le di una papa frita, él me miró con una sonrisa y mi enojo bajo un poco. El muy tonto tenía una sonrisa hermosa, lastima que no sonreí seguido, pues así se ve más lindo, ¿Más lindo?, ¿Pero que pendejada acabo de pensar?, Estando haciendo todo lo que Gaara me está diciendo me está volviendo loca ya. Después de que se acabará las papas lleve el plato al lavaplatos y lo lavé

—¿Estas bien?—dijo Lidia a mi lado

—Créeme que no, estoy a punto de renunciar

—No lo hagas

—No lo haré, soportaré todo

—Si sigues así, Gaara dejara de ponerte trabajo pesado

—¿Cómo sabes?, ¿A ti también te puso a hacer esto?

—Si, pero a mí sí me dejaba descansar

—¿Y por qué a mí no?

—No sé

—Al parecer me odia

Lidia se encogió de hombros y se dirigió hacía el cuarto de lavado, yo volví con Gaara a la sala y al fin me había dejado ir, subí a mi habitación para darme un baño. Cuando me acosté en la cama solté un gran suspiro, al fin podía descansar, la espalda me estaba matando y la cabeza me dolía a horrores, si seguía así cualquier día terminaría destrozada, jodido sin cejas, me va a dejar descuartizada. Por lo cansada que estaba me quedé dormida muy pronto

Desperté gracias a la estúpida alarma y con flojera me levanté de la cama, me puse el uniforme que la señora Karura me había dado, como odiaba los estúpidos uniformes, pensé que me había librado de ellos cuando salí de la escuela, pero ahora veo que no me he librado de ellos del todo. Me hice una coleta y salí de la habitación, me dirigí a la cocina y Lidia ya me tenía lista una taza de café para mí

—Gracias, te lo agradezco

—No es nada—me sonrió

—Ay, me duele mi cuerpo

—Podrás descansar ahora que Gaara se va a la universidad

—Sólo puedo librarme de él en la mañana, que fastidio

—Podrás soportar todo

—Tal vez, quizás y terminé echa pedazos

—No creas, puede que Gaara se pase un poco, pero luego intenta arreglar su pesada broma

Miré a Lidia con una mueca, esperaba que esto acabará pronto, pero al paso que voy creo que nunca le veré el fin a esto