Heather...[BeomHyun]

06

El joven de ahora 16 años abrió los ojos, estirando su delgado cuerpo en toda la cama, talló sus ojos delicadamente mientras salía de su cama y se dirigía al piso de abajo, la voz de su madre se hizo presente.

— ¡Taehyun, baja ya!

TaeHyun entro a la cocina y se sentó en la pequeña mesa sonriéndole a su madre, Minyeon dejo el plato con desayuno frente a su hijo, tomó asiento y comenzó a comer sin decirle nada al joven sentado a un lado de ella, el silencio reinaba el lugar y el castaño con la mirada triste miro su plato, ya era un mes desde que su madre no le dirigía alguna palabra directamente, él intentaba entender que era lo que sucedía pero no había respuesta.

— Mamá, el colegio estuvo muy bien el día de ayer, aprendí muchas cosas, ¿Sabias que soy la nota más alta de mi clase?, el profesor me felicito y me dijo que siguiera así, seguiré con mis notas así hasta que logre enfocar la carrera que necesito, ¿Crees que si me enfoco en libros sea muy reconocido?.

TaeHyun habló con tanta emoción, pero no recibió ninguna respuesta por parte de la mayor, tomó la mano de su madre pero ella al instante la quitó para levantarse de la mesa y dejar su plato sin terminar, camino hasta la salida de la cocina, pero paró su paso y soltó una noticia.

— Empaca tus cosas, pasado mañana regresaremos a Daegu, ya hablé en el colegio.

Y sin decir más siguió su camino, y ahí estaba la respuesta del joven, la razón por la cual su madre estaba actuando tan raro, tal vez ella no tenía buenos recuerdos de aquel lugar, pero él mantenía solo un recuerdo hermoso, sobre un bello niño de ojos oscuros y cabello castaño como el cacao, sonrisa brillante como la luna y su lindo lunar en la mejilla izquierda. Su corazón comenzó a latir en solo pensar en el, se dio un leve golpe en la cabeza repitiéndose que aquel joven solo había sido un amor de niños, se levantó de su asiento, limpiando los platos utilizados, al final llegó a su habitación para sentarse en aquel escritorio y seguir escribiendo aquella historia de final triste que se le había ocurrido un día a las 2 de la mañana.

— Beomgyu, ¿Ya ordeñaste a las vacas?, necesito llevar esa leche ahora mismo — el señor Choi lo miro mientras esperaba la respuesta de su pequeño.