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— Si algo más pasa al llegar a tu casa, recuerda que debes salir corriendo de allí y venir a mi casa sin pensarlo, Taehyun- ah, aquí nadie te hará daño, yo te ayudaré

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— Si algo más pasa al llegar a tu casa, recuerda que debes salir corriendo de allí y venir a mi casa sin pensarlo, Taehyun- ah, aquí nadie te hará daño, yo te ayudaré.

Tomó el picaporte con temor, su madre se acercó a él tomándolo de los hombros y dándole golpes en su rostro repitiendo la misma frase que desde que había llegado "Que asco Taehyun, ¿Quien se supone que eres?", el señor Byreom miraba todo desde el sofá mientras prendía su pipa.

— Te dije que dejarás de hablar con él, te lo dije, ¿Y ahora me dices que te gusta?, dios, Taehyun eres un niño, no sabes nada, deja de hablar tonterías, piensa en lo que estás diciendo.

— M-mamá, Hyung me gusta mucho.

Otro golpe fue dado a su mejilla, ya había perdido la cuenta de cuántos golpes habían sido, pero el dolor en su rostro lo hacía saber que habían sido muchos.

— No quería hacer esto Taehyun... pero me obligas hacerlo — se levantó del piso y camino hasta Byreom.

Si aquel niño hubiera sabido que su madre ahora sabía que realmente Byreom lo había tocado y que un "castigo" no le hacía mal a nadie... Dios mío, debiste a ver corrido cuando tenías tiempo Taehyun.

— Un castigo no te hará mal Taehyunnie — la voz de la madre salió temblorosa — Byreom, encárgate tú del castigo.

Toco el hombro de aquel señor, las piernas de Taehyun flaquearon cuando vio la sonrisa retorcida de Byreom, era tan sucia y pervertida; era repugnante, el pequeño quiso correr  y esconderse para nunca más salir, pero fue demasiado tarde cuando intento abrir la puerta de su casa nuevamente, pues aquellas manos grandes lo tomaron de los hombros para comenzar a llevarlo arriba, no importaba que estuviera llorando, su madre solo los miraba con una sonrisa mientras tomaba su taza de té de la mesa.

La puerta de aquella habitación se cerró, los gritos dolorosos y de sufrimiento comenzaron a escucharse, gritos de ayuda que no servirían de nada.

— ¡Mamá, por favor ayúdame! ¡Mamá! ¡Duele mucho, mamá!

Minyeon sorbió de su taza y murmuró.

— Eso te ayudará a entender, Kang Taehyun...

— Debes comer, Taehyunnie, te ves muy flaco y pálido, ¿Acaso si te alimentan en casa?, si no te alimentan entonces puedes venir a mi casa todos los días y comer aquí, a mamá no le importará, ¿Verdad mamá?

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— Debes comer, Taehyunnie, te ves muy flaco y pálido, ¿Acaso si te alimentan en casa?, si no te alimentan entonces puedes venir a mi casa todos los días y comer aquí, a mamá no le importará, ¿Verdad mamá?

La señora asintió sonriente, pero el menor no habló nuevamente, solo permanecía silencioso, apenas y comía de aquel caldo caliente que había sido preparado por el único hijo de los Choi.

— Si no quieres hablar entonces hablaré por ti, Tae.

— Beomie, si pudieras nunca dejarías de hablar — la señora soltó con burla.

— Mamá, no es cierto, no digas eso frente a mi pequeño Tete, me dejas en ridiculo.

Las manitas del menor apretaron su pantalón arrugándolo, mordió su labio inferior y aguantó las lágrimas, se sentía enfermo y perdido, unas semanas habían pasado desde que su madre seguía insistiendo en castigarlo y él que lo castigaba era Byreom, aún era horrible, pero aquel pequeño sabía que no había nadie que lo pudiera ayudar en aquella casa enorme, ni siquiera Beomgyu, quien ya sabía un poco de la situación.

Todo desapareció en el mundo del pequeño, su cuerpo tembló entre pánico de pensar que después de irse de la casa de su amigo volvería a su pesadilla y que de nuevo vería aquella enferma mirada y sonrisa.

— Taehyun, ¿Todo está bien? — toco el hombro del menor haciéndolo saltar en su lugar — Estas temblando, ¿Tienes frío? — Beomgyu se levantó de su silla para ir por una manta pero la mano del menor tomándolo por la manga lo hizo parar.

— No tengo frío, estoy bien.

La sonrisa de Beomgyu le endulzó el corazón haciéndolo sonreír débilmente.

El sol comenzaba a desaparecer, ambos niños habían decidido salir a caminar, el mayor tomó la mano del menor haciéndolo correr, comenzaron a escalar a una pequeña montaña, donde en lo más alto pudieron ver un árbol de tronco torcido, al llegar hasta aquel árbol se toparon con pequeñas plantas en todo el piso, de color rosado y púrpura, el menor soltó un chillido safandose del agarre de su mayor y corrió para tirarse entre todas esas plantas.

— ¿Cómo se llamarán?.

— No lo se, Tae, pero creo que le llevaré una a mamá para que me diga que planta es, ¿No crees?.

— Creo que me parece una excelente idea, Hyung. — el mayor asintió y agachó su cabeza para seguir mirando las plantas en el pasto, el menor siguió mirando a su mayor, era pequeño pero estaba seguro que su Hyung le gustaba como persona, siempre cuidaba de él y decía amarlo — Beomie Hyung...

El mayor levantó la mirada y lo vio — Dime Taennie.

— Creo que me gusta Hyung — sonrió con un leve sonrojo, se acercó a la mejilla del mayor y beso su mejilla rápidamente.

Beomgyu se sorprendió, miro a su menor y sonrió, esto era un amor de niños, que seguramente luego lo olvidarían y sería pasajero, pero deseaban que fuera real.

— También me gustas Taennie.

El sol dio su último rayo de luz en ese día, dejando a los dos pequeños aún sentados entre todas aquellas plantas de colores mientras se miraban.

— Hagamos una promesa Hyung — beomgyu sonrió y asintió — Aún cuando seamos mayores, Hyung gustará de mí y yo gustare de Hyung, pase lo que pase.

— Hasta entonces soñaré con el día en que llegue ese momento.

— ¿Y podremos ser una pareja como tus padres o como los señores Kim quienes viven aún lado tuyo? — hablo con ojos brillantes el menor.

Beomgyu río un poco y asintió.

— Si, podremos ser una pareja como ellos cuando tengamos la edad necesaria.

El menor alzó su meñique, posicionándolo a la altura de sus rostros. — Lo prometo Beomgyu Hyung.

El mayor también alzó su meñique, lo entrelazó con el del menor y sonrió mostrando sus dientes — Lo prometo, Taehyunnie.

Habían sellado una promesa a la luz de la luna, bajo aquel árbol y cientos de plantas rosadas y moradas a su alrededor siendo testigos de su amor joven, ¿Pero serían capaces de hacer real su promesa?, ¿O solo se mantendrá siendo una promesa de niños con un amor tonto?

Habían sellado una promesa a la luz de la luna, bajo aquel árbol y cientos de plantas rosadas y moradas a su alrededor  siendo testigos de su amor joven, ¿Pero serían capaces de hacer real su promesa?, ¿O solo se mantendrá siendo una promesa de ni...

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Heather...[BeomHyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora