Dreamboat (Supercorp)

Capítulo 26

Ella debería haberlo visto venir, de verdad. No solo porque las cosas tienden a salir mal en su vida, sino porque imputar un nuevo código a su novia cyborg con poca preparación estaba destinado a ser una mala idea. Pero Kara tenía dolor, se retorcía bajo el efecto de la kriptonita y estaba obligada a azotarse mentalmente al despertar, y Lena tenía que hacer algo. Debería haberlo visto venir; ella no lo hizo. Y ahora hay una mano envuelta alrededor de su garganta y la persona que la aprieta y la mira tiene los ojos de Kara y la cara de Kara, pero no es Kara. ¿O es ella?

A medida que se reduce el flujo de aire a sus pulmones, los gritos en la habitación se vuelven cada vez más amortiguados; su visión también se vuelve borrosa y, en cierto modo, es casi pacífica. Pensar se vuelve difícil, ya no sabe realmente lo que está pasando, pero se está muriendo, de eso está segura, y está agradecida de que al menos Kara sea lo último que vio. Alguien choca contra Kara y por un segundo Lena puede respirar de nuevo antes de que el agarre de acero se ajuste alrededor de su garganta una vez más.

Espera, ella no quiere morir, en absoluto.

Si puede salir de este apretón mortal, puede salvar a Kara, lo sabe.

La cara borrosa y ensangrentada de Alex aparece en su línea de visión reducida y cree que ella es la que está tratando de sacudir a Kara. Oye su voz ahogada y asustada y una súplica, una y otra vez. "Kara. Kara, por favor, despierta. Kara." Algo fuerte estalla en sus oídos y Kara se tambalea hacia atrás, meciendo a Lena con ella. Manchas negras bailan frente a sus ojos y un débil grito escapa de su boca en contra de su voluntad. No es más que un gemido ahogado, pero algo parpadea en los ojos borrosos de Kara y la presión alrededor de su garganta cae durante más de un segundo. Y luego vuelve diez veces más.

Algo, que esta vez identifica como una bala vuelve a golpear a Kara y Lena está bastante segura de que es para ella. Le arden los pulmones, no puede respirar, puede hablar menos y su último intento patético se convierte en un "KA" casi silencioso. Entonces nada. Nada más que negro. Seguramente no puede estar muerta si puede reconocer que no hay nada en absoluto y se aferra a ese hecho el tiempo suficiente para escuchar una palabras. Una palabra que no son de ella. "Ayúdame."

De repente, su espalda choca dolorosamente con el suelo y el aire regresa a sus pulmones. Desearía no haberlo hecho cuando, inmediatamente después, la golpea con el hedor a metal y carne quemada. Cuando sus sentidos regresan a ella, sus oídos se llenan de gritos ensordecedores y casi vomita cuando eso se suma al dolor de ser arrojada al suelo. Una mano áspera le toca el brazo y ella retrocede, tropezando consigo misma mientras intenta gatear hacia atrás. Necesita abrir los ojos, encontrar a Alex y salir de aquí. Se obliga a abrir los ojos y parpadea pesadamente cuando todo lo que puede ver es una luz cegadora y la forma vaga de una figura alta que se eleva sobre ella. Su visión se ajusta y encuentra a Alex a su lado. Es su mano en su brazo, su guante blindado lo que la ancla a la realidad. Ella mira hacia arriba, lentamente, siguiendo un rastro de algo que no es ni sangre ni aceite de máquina, sino una terrible mezcla de ambos. Kara está de pie frente a ella, su brazo derecho arrancado y colgando sin fuerzas en su mano izquierda. No tiene tiempo para apartarse antes de que se derrumbe sobre ella, una pequeña sonrisa ensangrentada bailando en sus labios.

***

Todo duele. Todo duele horriblemente como si hubiera decidido luchar contra un gigante, o tal vez haya estado en varios accidentes relacionados con trenes de trastes. Sin embargo, no es lo que le impide moverse, sino una profunda sensación de pavor que se aferra a sus pulmones y la aplasta contra la cama en la que está acostada. El pánico se apodera de ella y se endereza, ignorando la forma en que sus huesos y músculos parecen volver a su lugar. No puede respirar, el aire a su alrededor es más espeso que una sustancia pegajosa impenetrable; se está muriendo, tiene un infarto y "estás bien", le dice una voz amable cerca de ella. "Estas bien."