Dreamboat (Supercorp)

Capítulo 14

A Kara le gustaría decir que lo vio venir; y de hecho, lo hizo, porque casi sucedió en cámara lenta, su cerebro simplemente no lo procesó correctamente. Un segundo sostiene a Lena y están cerca, demasiado cerca; al siguiente, está increíblemente más cerca e inclinada y no puede detenerlo, no lo haría si pudiera. La gravedad cambia para girar completamente alrededor de Lena, y chocan, suavemente al principio, con vacilación, luego con entusiasmo, como asteroides imparables que se encuentran y vuelven a encontrarse. Los labios de Lena son fuego sobre gasolina y siente todo a la vez con una claridad que nunca antes había experimentado.

Lena retrocede unos centímetros, su cara enrojecida y su respiración entrecortada, y Kara recuerda que los humanos necesitan respirar con más frecuencia que ella. Es decepcionante, y casi se inclina hacia atrás, siguiendo los labios de Lena con los suyos, pero la ridícula distancia entre sus rostros es suficiente para que vuelva a tomar conciencia.

"Déjame invitarte a salir", dice con voz ronca, "en una cita. Déjame llevarte a una cita".

Lena se inclina hacia ella de nuevo, pero Kara la detiene con el más suave toque, acunando su rostro con una mano hasta que Lena resopla de mala gana.

"Quiero tratarte bien", susurra Kara, mirando su propio pulgar trazar el arco de los labios de Lena. "¿Irás a una cita conmigo?"

Pasa un minuto entero durante el cual Lena la mira vidriosamente y Kara se pregunta si ha cometido un error, si ha malinterpretado la situación.

"Está bien", dice Lena finalmente, el calor de su rubor calentando todo a su alrededor. "Bueno."

***

Contra la voluntad de Lena y su propia desgana, Kara vuelve a su apartamento. Una vez que la puerta se cierra detrás de ella, deja escapar un chillido indigno y se detiene antes de saltar arriba y abajo por temor a que todo el edificio se derrumbe.

Lena accedió a tener una cita con ella. Va a tener una cita con Lena.

Ella se permite un pequeño salto de emoción.

Siendo realistas, sabe que ahora viene la parte difícil, encontrar algo que hacer que Lena disfrute y que valga la pena. A falta de una mejor descripción, Lena es rica y probablemente esté acostumbrada a mucho mejor de lo que Kara puede ofrecer. Recuerda haber leído en algún momento, en una revista de mala calidad, que alguien abandonó en una mesa del DEO, que le compró una isla a Verónica Sinclair; si ese es el tipo de regalo que está acostumbrada a hacer, entonces, ¿Qué suele recibir? Kara se regaña a sí misma por este pensamiento. No va a salir con la versión brillante de Lena Luthor, no, va a una cita solo con Lena, su increíblemente talentosa y hermosa vecina, y esta Lena, su Lena, le gusta lo suficiente como para besarla.

Tranquila, pero inquieta, Kara comienza a pensar en ideas mientras hace flexiones sobre una alfombra que absorbe los impactos. Se va a la cama lo más cansada que puede estar, que no es tanto como le gustaría, y se queda dormida con un mensaje de texto de Lena, una imagen ligeramente borrosa de su nuevo cielo nocturno.

***

/ "¿Papá? ¡Papá! ¿Qué está pasando? Dijiste que estaríamos a salvo. ¡Prometiste que estaríamos a salvo!"

"Lo siento Kara. Lo siento mucho. Cierra los ojos. Te veré en la luz de Rao." /

***

"No me malinterpretes", dice Alex desde el sofá después de presenciar un viaje cansado de Kara en nada más que aire por segunda vez en los últimos diez minutos, "Te amo, pero no entiendo cómo lograste anotar una cita con Lena Luthor ".

"Yo", comienza Kara, con las manos volando a sus caderas con indignación.

"No, no, no", corta Alex, levantando apresuradamente las manos en señal de rendición, "por favor, no me digas cómo es besarla, otra vez, por favor. No necesito la imagen".