Una joven mujer que tras recibir una caja de fotos por parte de la mamá de su viejo y "difunto" amigo, comienza a recordar pasados momentos los cuales fueron compartidos con ese chico y unos amigos que hasta la actualidad lo siguen siendo.
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Fotografía N°4. Nube de la colina "Floreada". Mismo día.
Lo sé, me prometí a mi mismo que solo tomaría una fotografía al día pero se me fue inevitable ya que esta tarde luego de salir de la Academia fuimos con los chicos a la colina Floreada y pudimos apreciar una enorme nube blanca a lo lejos del lugar donde estábamos, aún así se lograba ver con perfección.
Mucho más que eso, con los chicos nos habíamos quedado sentados en el pastizal para poder hablar de la dificultad de nuestro examen teórico además de otras cosas como los entrenamientos en la Academia e fuera de ella, nuevos gustos que habíamos desarrollado las últimas semanas, cosas nuevas que habíamos experimentado, nuestras pasantías e incluso los entrenamientos que ahora T/N y yo íbamos a realizar juntos a partir de mañana, entre otras cosas. Estuvieron bastante tranquilas las charlas pero nuestra pequeña reunión no había durado más de una hora pues Shouta había pedido tarea extra de matemáticas para mejorar en la materia y Hizashi tenía que ayudar a su madre con la cena porque su padre volvía de su trabajo en el extranjero por lo cual ambos tuvieron que irse. ¡Pero T/N y yo nos quedamos a disfrutar un poco más! Aunque....cuando le quise llamar la atención estaba acostada boca arriba en el pastizal, estaba....durmiendo, se veía muy bonita tanto que se podían notar sus bellas mejillas color carmesí pero un camión muy ruidoso que había pasado por la calle cerca de la colina la despertó. Maldición.
Inmediatamente ella se había despertado y al verme se manera inmediata se levantó del suelo para estirarse y disculparse conmigo por haberse quedado dormida, obviamente la perdoné, después de todo no podía enojarme por algo como eso ya que ella estaba muy cansada por haberse quedado estudiando para aquel examen de hoy así que la entendía perfectamente.
De repente se quedó de espaldas a mi por unos segundos, se había quedado visualizando aquella gran nube que al parecer aún seguía sorprendida por ésta. Aproveché para tomarle una fotos a ambas...
Esta sería la primera fotografía que la considero favorita.
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Actualidad.
Los suaves cachetes de la mujer se tornaron de un rosa muy claro, nunca supo de la existencia de aquella fotografía por lo que soltó unas leves risillas.
_ay Oboro, tu y tus sorpresas incluso después de irte a una mejor vida.
