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En la mañana ni me di cuenta de a qué hora se había ido, si es que se había quedado.Seguramente un mal sueño. Vi mi reloj y eran las 11 de la mañana, con pereza tomé ropalimpia y me metí al baño, aun llevaba puesto aquel vestido de anoche. Me daba vueltas la cabeza, y como no, si inconscientemente había tomado más de lo normal. El agua era deliciosa,y justa para relajar el dolor de mi cabeza. Me tomé mi tiempo en el baño, cuando salí me dirigía mi cuarto y me tumbé a mi cama y aquellas imágenes volvieron a aparecer, él abrazándome,él besándome.

¿¡Quieres quitar esas imágenes!?

No es que me molestara pero era raro. La puerta de mi habitación se abrió dejando paso a mi
amiga...

Ahora viene el interrogatorio.

–Te lo tenías bien escondido Sakura...

Mi amiga sólo me vio con cierto reproche, después de todo en ella confiaba. Yo sólo puse carade indiferencia ante todo.

–Ino, te pues callar, tengo dolor de cabeza.

–Vamos Sakura sólo suéltalo, ¿Qué se traen Sasuke y tú?

–Nada.

Y dicho esto sólo me volteo dándole la espalada y llevo mi mano a mis labios recordando susbesos.

–Algo me dice que no me estás diciendo la verdad, pero estoy cien por ciento segura queustedes terminarán juntos, hacen bonita pareja.

Y ahí va de nuevo con su cantaleta.

Deje a Ino hablar y hablar hasta que salió de mi habitación.

Al fin.

El ring tone de mi celular me quitó de mis pensamientos.

Mierda, ni siquiera sé dónde lo dejé.

Lo encontré tirado debajo de mi cama. Tenía como 4 llamadas perdidas de un celular que ni conocía y un mensaje del mismo número. Lo abrí y grande fue mi sorpresa al enterarme de que ese número era de él.


"Demonios Sakura, ¿aun sigues durmiendo? Duermes como roca, ni siquiera supiste a qué hora
me fui, molestia"

¿Qué? ¿Entonces si se quedó a dormir aquí? ¿Entonces todo fue real? Una vena estaba saltando en mi frente, no quería responderle el mensaje. Además estaba siendo grosero y me volvió adecir molestia.

Ahora el celular volvió a sonar y como acto reflejo contesté.


–Vaya hasta que al fin reaccionas– dijo este en tono de burla cuando respondí.

–No encontraba mi celular– me excusé – ¿Cómo demonios conseguiste mi numero?

–Aún estas dormida, ¿verdad? ¿Recuerdas que trabajas para el dojo de mi familia?

Maldición, es cierto.

–Bueno y ¿Qué quieres?

–Eres muy agresiva, sólo quería saber cómo estaba mi novia, ayer tomaste mucho.

N–no... novia...

–Hey, ¿sigues ahí?

–S–sí, aquí sigo.

–Bien, ¿vamos al cine? Digo si no estás muy ocupada...

–No, quiero decir si, bueno no...

El diario de mi corazón: Okinawa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora