Salvando Un Alma - SuperCorp (traducción)

Capitulo 39

Gwen caminaba por el piso fuera de las habitaciones de Gaius y Merlin, su mente en conflicto, Morgana parecía tan angustiada por algo, algo que alguien le había hecho. Ella había dicho "él", pero cuando Gwen le preguntó si era Arturo, la hechicera pareció sorprendida y un poco confundida.

No podía entender por qué Morgana no le diría lo que sucedió o quién le había hecho esto.

Gwen se dejó caer contra la pared, luego, cuando se encontró con Merlín, él actuó de manera extraña, como si Gwen hubiera sido una vez amiga de Morgana y hubiera ayudado a Kara en su búsqueda para salvarla, pero ahora era como si no pudiera llegar muy lejos, lo suficientemente lejos de ella.

No había ido a verla ni siquiera hablado de ella desde que había llegado.

Un pensamiento oscuro cruzó por su mente, ni siquiera quería pensar que pudiera ser posible, Merlín era tan puro de corazón, siempre ayudando a los demás.

Estaba tan absorta en sus pensamientos inquietantes que no escuchó a Arturo gritar su nombre, saltó cuando su mano tocó su brazo.

"¿¡Arturo!?" exclamó mientras su corazón se aceleraba.

Él le dio una pequeña sonrisa "Parecías perdida en tus pensamientos, ¿en algo en lo que pueda ayudar?" preguntó aunque sus propios ojos parecían distantes, se sacudió la lluvia de su cabello.

"Siento que debería preguntarte lo mismo" Gwen le devolvió la sonrisa, viendo la dificultad en sus ojos "¿Está todo bien Señor?"

Arturo exhaló y se apoyó en la pared junto a ella, escuchando la lluvia por un momento antes de cruzar los brazos sobre su pecho.

"He tenido mucho en qué pensar durante los últimos días" respondió con cansancio "Y luego, antes hablé con Morgana, ella dudaba en decirme algo" sus ojos se volvieron distantes de nuevo.

"Tuve una interacción similar con ella", admitió Gwen.

Arturo la enfrentó.

"¿Qué dijo ella?" el pregunto.

Gwen negó con la cabeza "Nada, en realidad no, empezó a decir sobre algo que la había hecho huir, pero se calló y se negó a decir"

La pareja se quedó ahí por un momento.

"¿Es por eso que estás ahora aquí?" Arturo preguntó.

Gwen frunció el ceño "No estoy realmente segura"

Ahora la confusión cruzó los rasgos de Arturo "¿Ella no te mencionó a Merlín?"

"¿Qué? No" la voz de Gwen sonaba sorprendida, pero en el fondo era como si Arturo hubiera confirmado algo.

El joven rey resopló "Me estoy cansando de quedarme en la oscuridad" hizo un movimiento hacia la puerta "Recibiré respuestas de una forma u otra"

Irrumpió por la puerta haciendo saltar al viejo médico.

"¿Señor?" apretó una mano sobre su pecho tratando de estabilizar su corazón conmocionado.

"Gaius, me disculpo por la intrusión, pero necesito hablar con Merlín ahora" su voz contenía ira.

"MERLIN" gritó.

Gwen corrió detrás de él a tiempo para ver la puerta trasera abierta, hacia donde estaba la habitación de Merlín, el joven salió, mirando a todos los que lo miraban.

"¿Arturo?"

El rey marchó hacia él y lo agarró por la camisa, arrastrándolo a la silla en el medio de la habitación, el joven brujo tropezó ligeramente.

"¿Señor? ¿Qué está pasando?" Preguntó Gaius, viendo como Arturo dejaba a Merlín en el asiento a la fuerza.

"Estoy obteniendo respuestas" miró a su sirviente "Y Merlín me lo va a contar todo"

"Arturo" el tono de Gwen era de advertencia.

"Guinevere por favor" Arturo la silenció.

Se volvió hacia Merlín, con los brazos cruzados sobre el pecho.

Merlín se movió incómodo bajo la intensa mirada de Arturo.

"¿Qué le hiciste a Morgana?"

Se hizo el silencio en la habitación mientras todos miraban al joven brujo, su rostro se veía roto, su respiración inestable, como si estuviera tratando de contener sus emociones, sin embargo no dijo nada y Arturo estaba perdiendo la paciencia con eso, era obvio ahora que Merlin guardaba algo.

"¿Qué le hiciste?" La voz de Arturo resonó por la habitación.

Merlín lo miró con lágrimas en los ojos, su boca se abrió para decir algo pero no salió ningún ruido.

"¿Esmerejón?" Gaius dio un paso adelante, él también parecía confundido por qué Arturo estaba exigiendo esto.

El brujo no pudo contener las lágrimas mientras miraba a Gaius, el hombre que lo había cuidado durante tanto tiempo.

"Pensé ..." comenzó, conteniendo las lágrimas "Pensé que era la única manera de salvar a Arturo y Camelot" respiró hondo y se secó las lágrimas que cubrían sus mejillas.

Arturo lo miró, temiendo que ya supiera lo que Merlín había tratado de hacer, pero necesitaba escuchar al joven admitirlo.

Gwen podía sentir las lágrimas picando sus propios ojos.

"Dilo" gruñó Arturo.

Merlín bajó la mirada al suelo y bajó la cabeza avergonzado.

"No sabía qué más hacer, Morguase la había retorcido tanto" sus palabras fueron apresuradas "No sabía qué más hacer"

Las manos de Arturo se cerraron en puños, dio un paso hacia adelante y agarró la camisa de Merlín nuevamente obligándolo a mirarlo a los ojos.

"Dilo" susurró, casi suplicando la verdad.

"Yo la envenené"

Todo quedó en un silencio sepulcral, los ojos de Arturo y Merlín permanecieron cerrados, el rey no soltó la camisa roja.

Gwen no podía creer lo que oía, miró a Merlín, no quería creer, pero las palabras habían venido del hombre mismo y no podía negarlo ahora, miró a Gaius. El rostro del anciano parecía roto, se alejó de ellos y se sentó en su escritorio, con la cabeza entre las manos.

Arturo soltó a Merlín y salió furioso de la habitación.

Merlín no se atrevió a mirar a Gwen, enterró su rostro entre sus manos avergonzado.

Gwen tenía mil preguntas más, quería estar enojada, quería gritar pero descubrió que ni siquiera podía hablar, siguió a Arturo, secándose las lágrimas de los ojos, recomponiéndose antes de regresar a sus deberes.